Ordenadores domésticos al servicio de investigaciones científicas
2010/07/25 Aulestiarte Lete, Izaro - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa
Se sabe que en el ámbito científico y tecnológico se avanza constantemente, con avances cada vez más numerosos y cada vez más complejos. Sin embargo, a menudo todos estos temas son extraños e incomprensibles para los no expertos, por lo que la distancia entre la ciudadanía, la ciencia y el conocimiento tiende a aumentar.
Para hacer frente a ello, y en colaboración con otras entidades, el Consejo General de Investigación Científica (CSIC) de España puso en marcha en 2008 un proyecto innovador denominado Ibercivis. Desde entonces ha conseguido conectar a 18.000 usuarios, de los cuales dos mil lo hacen diariamente. “Participan investigadores de España, Portugal y Sudamérica. Ibercivis sigue creciendo y estamos orgullosos. Además de un nuevo recurso para la computación, ya ha llegado a ser una red social”, explican los científicos aragoneses que han impulsado el proyecto.
Precisamente, en los últimos meses, los expertos analizan el propio Ibercivis, que quiere conocer de cerca cómo miles de ciudadanos colaboran con la ciencia como red social sin ánimo de lucro.
Entre otras cosas, Ibercivisa inició su andadura con un proceso de investigación orientado a encontrar nuevas fuentes de energía para el futuro. (Foto: Ibercivis ) .
Repartiendo tareas domésticas
Los ordenadores son herramientas básicas para la investigación científica. Y los que se usan en el laboratorio son similares a los PCs que se encuentran en cualquier hogar. Lo cierto es que estos dispositivos capaces de realizar mil millones de operaciones cada segundo se utilizan a menudo en algunos momentos del día y sus potenciales no se aprovechan al máximo.
A la vista de que los proyectos científicos que se están desarrollando en la actualidad requieren una gran potencia de cálculo, los investigadores encontraron que eso también se podía conseguir desde los ordenadores domésticos. Y con ese reto nació Ibercivis.
Por ejemplo, para ver cómo reaccionan las moléculas es necesario realizar millones de ensayos virtuales, para lo que se necesitaría un caro “super-ordenador” de gran potencia. Pues bien, en lugar de realizar cualquier cálculo en un solo dispositivo, el proyecto se puede dividir en pequeñas partes, y los trabajos a realizar ahora se pueden transferir a los ordenadores de los ciudadanos a través de un programa informático.
Funcionamiento no complejo. Quien desee participar puede inscribirse en la página web de Ibercivis, descargar un programa y seleccionar la investigación que le interese. Incluye nueve aplicaciones científicas de fusión, materiales, proteínas, neurociencias, salud o física cuántica.
Tampoco faltan estudios que buscan fármacos para combatir enfermedades como el cáncer, a las que corresponde esta imagen virtual. (Foto: Ibercivis ) .
Una vez realizada la selección, el usuario pasa a formar parte de una base de datos de clientes. En Zaragoza y Lisboa estos “clientes” disponen de ordenadores capaces de saber cuándo se conecta a Internet y cuándo no utiliza el dispositivo. Y entonces se le encamina su papel.
Por ejemplo, si el ciudadano ha decidido trabajar en el proyecto de búsqueda de medicamentos contra el cáncer, le envían una molécula virtual para ver si es viable o no, para que el ordenador pueda realizar todas las pruebas necesarias sobre el mismo. El proceso dura cinco minutos y el ordenador personal envía los resultados a un centro de Cáceres encargado de recopilar todos los datos.
Ibercivis trabaja en momentos en los que no se utiliza el ordenador de casa y está preparado para no afectar al rendimiento de los dispositivos. “Por eso decimos que es una pequeña aportación para un gran fin”, han señalado los promotores.
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