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En el espacio, basura en todas partes

2008/06/17 Lakar Iraizoz, Oihane - Elhuyar Zientzia

El primer satélite artificial fue lanzado en 1957, y desde entonces han sido muchos los que han girado alrededor de la Tierra. Cada uno tiene su obligación cuando lo envían, pero sólo son útiles durante un tiempo. Al cabo de un tiempo de su puesta en marcha, algunas se envejecen y deterioran, otras terminan con lo que hay que hacer, etc. Muchos satélites giran alrededor de la Tierra sin ninguna tarea.
Con esta imagen se ha querido reflejar la cantidad de arena que hay cerca de la Tierra
ANDÉN

Según un cálculo realizado por la Agencia Espacial Europea, sólo utilizamos cerca del 6% del material que gira alrededor de la Tierra. El resto son satélites que ya no utilizamos, cohetes enviados para poner en órbita satélites y restos arrojados en explosiones de naves espaciales.

Algunas partículas son muy pequeñas, como por ejemplo los litts de pintura, pero su pequeño tamaño no significa que no causen daños. Se mueven a gran velocidad, recorriendo unos seis kilómetros por segundo ’, lo que les convierte en algo peligroso tanto para otros satélites en activo como para naves espaciales y astronautas. A esta velocidad pueden causar grandes daños al chocar contra naves espaciales.

Por supuesto, cuanto mayor es la partícula que ha provocado el choque, mayor es el daño causado. Las naves espaciales que llevan a los tripulantes, como el ISS, evitan grandes cantidades de basura que van en su contra, maniobran para evitar que choquen contra las partículas de basura. Sin embargo, las partículas pequeñas no son perceptibles y el choque contra ellas muchas veces es inevitable. Los transbordadores espaciales (vehículos utilizados en Estados Unidos para el transporte de astronautas) suelen tener cráteres provocados por la colisión de pequeñas partículas de basura cuando vuelven a la Tierra.

Limpiemos el espacio

Huella dejada por algo que golpeó la antena del Telescopio Espacial Hubble
ANDÉN

Es lógico pensar que cuantos más satélites y naves espaciales se pongan en órbita, más peligroso será la órbita alrededor de la Tierra. Y está claro que los astrónomos seguirán enviando satélites y naves espaciales para sus investigaciones. Pero no quieren que el espacio alrededor de la Tierra se convierta en un lugar peligroso para las misiones y todas las agencias espaciales del mundo comienzan a trabajar.

Algunos satélites se han acercado hacia la Tierra para que por efecto de la gravedad entren en la atmósfera. En definitiva, cuanto más cerca esté un satélite de la Tierra, más influirá la gravedad de la Tierra sobre ella y será más fácil penetrar en la atmósfera. En el momento de su entrada en la atmósfera, se destruyen mucho, se desintegran debido a la fricción que produce la atmósfera.

Otros, por su parte, son demasiado grandes para destruirse una vez que han entrado en la atmósfera y tienen un alto riesgo de colisión con la Tierra. Para que esto no ocurra hacen lo contrario con objetos grandes: Los alejan de la tierra. La verdad es que lo único que consiguen es no molestar a los satélites en marcha (no se puede decir que sea una solución muy limpia).

La Estación Espacial Internacional (ISS) evita grandes cantidades de basura que van en su contra (Foto: ANDÉN).

Por otro lado, se está pensando en utilizar nuevas tecnologías para hacer satélites. La Agencia Espacial Europea, por ejemplo, ha empezado a crear satélites muy pequeños. Debido a su pequeño tamaño, tienen previsto enviar flotas formadas por muchos satélites para sustituir a los grandes satélites que actualmente están en marcha.

La ventaja de los pequeños satélites frente a los grandes es que, una vez finalizado el trabajo a realizar, los eliminarán mediante su entrada en la atmósfera. Y así, el espacio alrededor de la Tierra estará más limpio. Si bien es a favor del bienestar de nuestros astronautas y satélites, es un tema muy importante.


Publicado en Deia

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