David Southwood: “En EEUU asocian NASA al interés nacional. Eso no ocurre con la ESA”

En una época en la que no era habitual investigar la magnetosfera, estuviste investigando. ¿Qué tiene especial esta región entre la Tierra y el Sol?
La magnetosfera es el lugar donde confluyen el espacio exterior y la Tierra, donde se pueden observar las interacciones entre el Sol, la Tierra y la atmósfera terrestre.
La misión Cluster II, dedicada a la investigación de la magnetosfera, está en marcha. ¿Cuál es la importancia de esta misión? ¿A qué está buscando? ¿Qué se espera de esta misión?
La magnetosfera es prácticamente invisible y la única forma de detectarla es mediante la realización de mediciones a través de la magnetosfera. La información se recibe punto por punto y después los científicos deben utilizar la imaginación para crear una imagen tridimensional de lo que sucede en el espacio. Se trata de la primera misión preparada por la misión Cluster II para comprobar la imagen tridimensional de la magnetosfera. Realiza las medidas en tres dimensiones, ya que la medición sólo en un punto no permite diferenciar las variaciones espaciales y temporales a medida que se mueve. El Cluster II se ha diseñado para evitar la incertidumbre del tiempo y del espacio.
Como dices, hace 30 años ni imaginabas que alguna vez estarías en la zona de lanzamiento de Baikon y mucho menos en el espacio de la misión Cluster II. ¿Te pasó por la cabeza que fuera director científico de la ESA?
Cuando era niño, soñaba con el espacio, pero nunca imaginé que me iba a encargar de investigar el espacio y mucho menos de ser responsable de la principal organización europea para investigar el espacio. Si alguien hubiera anunciado lo que le iba a suceder en el futuro, le hubiera sorprendido. De hecho, mis primeros pasos en ciencia fueron en gran medida aleatorios, aunque en los últimos años parecía posible ser director científico de la ESA.
La ESA cuenta con un amplio y denso programa de misión para los próximos años. ¿Cuáles son las estrellas?

Europa es tan grande que, a pesar de la necesidad de trabajar todos los sectores científicos, no es posible hacerlo todos a la vez. Por ello, el programa es muy amplio y en un plazo de 10 años, supongamos, supondrá un avance en muchos campos científicos. Sin embargo, las estrellas cambian con el tiempo. Al igual que los actores, las misiones entran en el escenario cuando salen al espacio, pero llegan más tarde al centro del escenario cuando tienen toda la capacidad de innovar en temas científicos. En estos momentos, por ejemplo, nos parecen impresionantes las demostraciones del observatorio SOHO sobre el Sol que hace cinco años se lanzó al espacio. Por un lado, el SOHO ha permitido investigar con precisión los episodios violentos que ocurren en la superficie del Sol, y por otro lado, aprovechando la helioseismología, se ha podido observar el corazón del Sol para conocer su estructura interna. Espero que la misión Cluster II vaya a mostrar en breve todo su potencial. Por otro lado, el observatorio XMM-Newton lanzado hace un año está utilizando rayos X para mostrar lo que ocurre en las fronteras del universo.
Entre otras cosas, pondréis en marcha el proyecto Galileo, una red europea equivalente a la red GPS de Estados Unidos. El objetivo es superar la dependencia de Estados Unidos. ¿No es más una decisión política que científica?
La verdad es que este proyecto no depende de mí, sino del director de aplicaciones de la ESA, Claudio Mastracci. Y como todos los gestionados por él, Galileo no es un proyecto de gran contenido científico, es un proyecto orientado a aplicaciones prácticas, y tiene un componente político imprescindible. En estos momentos, la navegación por satélite, con el sistema GPS, está totalmente en manos de militares estadounidenses. El sistema propio puesto en marcha por Europa para ser independiente debe, por tanto, ser una decisión política.
De hecho, hace unos meses se publicó el informe “Hacia la Agencia Espacial para la Unión Europea”. En el mismo se destacó la necesidad de reforzar la vinculación entre la actividad científica de la ESA y el interés político, estratégico y económico de Europa. ¿Qué le parece?
Estoy totalmente de acuerdo con lo dicho en el informe. Las naciones europeas, actuando conjuntamente, son mucho más fuertes que actuando por separado. La ciencia mantiene la creatividad y la salud que sustentan las sociedades desarrolladas modernas.
A la ESA se le exige un mayor compromiso con los intereses políticos y económicos europeos, pero ¿los países europeos se comprometen lo suficiente en los proyectos de la ESA?
Sí. Los nacionalismos son en cierta medida sanos y naturales, pero el compromiso con los programas europeos es imprescindible por parte de todos los participantes en la Agencia Espacial Europea. El equilibrio entre individualidad y grupo es imprescindible.
Por otra parte, cada vez que se habla de ESA se compara inevitablemente con la NASA. ¿Qué necesita la ESA para ahuyentar al fantasma de la NASA? Ahuyentar si es necesario. ¿Cuáles son las diferencias?
Una de las mayores diferencias es el presupuesto. Según la forma de cálculo se pueden realizar varias comparaciones, pero todos los análisis concluyen que Estados Unidos gasta entre 5 y 7 veces más espacio que Europa. Y eso es un dato objetivo. Sin embargo, existen otras diferencias. Los estadounidenses identifican sin duda al NASA con su interés nacional. Sin embargo, con la ESA no sucede. A pesar de contar con un excelente ejemplo de cómo pueden trabajar conjuntamente los pueblos de Europa y de que las naciones pueden alcanzar objetivos que no pueden conseguir por sí mismas, los ciudadanos europeos todavía no se identifican con Europa y, por tanto, tampoco con la ESA.
También se acusa a la ESA de no apoyar misiones tripuladas por el hombre. A pesar de su fortaleza en el ámbito de los satélites comerciales, se trata de una debilidad evidente en la exploración del espacio y de los nuevos planetas.

Pertenece a la Estación Espacial Internacional ESA, por lo que participa en proyectos tripulados, si bien es cierto que en la ESA no disponemos de programas exclusivos en materia de viajes tripulados. Quizá si la hegemonía económica de Estados Unidos desciende a lo largo de este siglo, Europa siente la necesidad de disponer de un programa propio para enviar sus astronautas al espacio.
La Luna también está un poco abandonada por las principales agencias espaciales en los planes a corto y medio plazo. ¿No se debería implicar más ESA en la construcción de una base permanente en la Luna?
Para llevar a cabo una idea de este tipo, Europa debería trabajar de forma mucho más amplia sus aspiraciones espaciales.
¿Hay contradicciones entre ir a Marte y volver a la Luna?
No, no hay contradicciones.
Entonces, ¿por qué hemos olvidado la Luna?
Desde el punto de vista de la robótica Marte despierta tanto interés porque es un objetivo muy importante. Sin embargo, merece la pena volver a la Luna. De cara a la estrategia de viajes tripulados que se quiere desarrollar a largo plazo, el regreso a la Luna es un buen paso intermedio para realizar un viaje tripulado a Marte.
Para terminar, otra pregunta política. En la ampliación oriental de la Unión Europea, la organización europea alcanzará pronto las fronteras rusas. ¿Podría pensarse a medio o largo plazo la integración de la Agencia Espacial Rusa en la ESA? ¿No sería una decisión estratégica para equilibrar la fuerza de la NASA?
Está claro que en los próximos años la ESA puede extenderse a los países del este de Europa. Pero el caso de Rusia es diferente, ya que tienen su programa. Por eso, no creo que Rusia sea la primera nación de Europa del Este que se adhiere a la ESA. Sin embargo, la ESA colabora con Rusia. El próximo año, por ejemplo, lanzaremos el observatorio INTEGRAL desde Baiconur, el centro de lanzamiento ruso. El observatorio medirá los rayos gamma y analizará los fenómenos energéticos del universo.
Para la ESA es de gran ayuda desarrollar colaboraciones independientes con otras agencias espaciales, no sólo con Rusia, sino también con Japón. De este modo, podemos equilibrar en parte el liderazgo de la NASA.
Principales proyectos de la ESA
Observatorio del espacio SOHO: Tras su lanzamiento en 1995, investiga el Sol. Proyecto realizado en colaboración con la NASA. Gracias a las piedras, se ha sabido más que nunca del Sol.
Observatorio espacial XMM-Newton: Fue lanzado en 1999. Investiga las fuentes de rayos X en el espacio y ha obtenido muchas explicaciones sobre la materia entre agujeros negros y galaxias.
Cluster II: Tango, Sanba, Rumba y Salsa, que fueron lanzados al espacio en 2000, investigan la magnetosfera de la Tierra.

Rossetta: Esta nave espacial será lanzada en 2003 y estudiará el cometa 46P/Wirtanen, en la zona de Júpiter. Se topará con el cometa en 2011 e investigará durante dos años.
Observatorio espacial Herschel-First: Lanzamiento en 2007 Será capaz de observar las basuras que dejaron las primeras galaxias que nacieron en el universo, lo que ahora es imposible.
Mars Express: Partirá hacia Marte en junio de 2003, llegará en diciembre de 2003 y abandonará el robot Beagle 2 en Marte. Después orbita alrededor de Marte.
BepiColombo: Esta nave espacial investiga el planeta Mercurio y será lanzada en 2009. El proyecto se realizará conjuntamente con Japón.
GAIA Observatorio espacial: Se lanzará en 2012 e investigará la composición, formación y evolución de nuestra galaxia.
Observatorio espacial LISA: Será el primer observatorio que estudiará las ondas gravitatorias. El proyecto se ha elaborado conjuntamente con la NASA y todavía no se ha definido la fecha de lanzamiento.
NGST , telescopio espacial de próxima generación: Lanzamiento 2009 Sustituye a Hubble y junto a FIRST investiga las galaxias más antiguas del universo. Se realizará en colaboración con la NASA.
Solar Orbiter:
Sustituye a SOHO y sigue investigando al Sol. Fecha de lanzamiento no especificada.
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