"Sin una base científica y tecnológica apropiada, un país no puede competir eficazmente"
Es un honor y sentí mucha alegría. Es el resultado de un trabajo individual y de equipo, realizado por investigadores que durante muchos años han trabajado y trabajan en el equipo que presido. Todos estos investigadores han contribuido al desarrollo de la química orgánica en Euskadi, situándola en los niveles más prestigiosos. Es un estímulo para seguir investigando, tanto para todos los investigadores que forman parte del equipo de investigación como para aquellos que en un futuro puedan incorporarse al mismo.
Creo que es una combinación de ambos aspectos. Es decir, en general, los premios otorgan un premio a trabajos realizados con anterioridad, en este caso de investigación sobre química orgánica, pero al mismo tiempo dan fuerza y fuerza para continuar con esa labor.
Gran trabajo. La investigación, al igual que otras actividades de conocimiento, requiere un esfuerzo continuado. La mayor recompensa de este esfuerzo es que los resultados de las investigaciones propias tengan una gran repercusión y que los científicos valoren bien. Los premios son, en parte, el fruto de ese esfuerzo constante de cada uno de los investigadores citados en su campo. Todos juntos hemos trabajado mucho en la facultad. Nosotros trabajamos especialmente en el campo de la química orgánica.

Según los libros de texto, la química orgánica es la química del carbono y sus compuestos. Los componentes básicos de la vida son, en gran medida, moléculas orgánicas: lípidos, hidratos de carbono, proteínas y ácidos nucleicos. La química orgánica es atractiva sobre todo porque explica cómo se forman estos compuestos en la naturaleza. Además, la naturaleza permite desarrollar herramientas para construir moléculas con características más apropiadas que no pueden crear con sus propios recursos. La química orgánica, además de observar los procesos que tienen lugar en la naturaleza, puede transformarlos y generar nuevos procesos y productos. Todo esto es muy atractivo. Es más, esa es una de las cosas que diferencia del resto de las ciencias básicas. Si nos fijamos en el entorno, podemos observar que debemos a la química una parte fundamental del bienestar.
Sí, mi padre, Antonio Luis, estudió química orgánica y tres de sus cinco hermanos. Todas ellas fueron fundadoras de empresas del sector farmacéutico y, en particular, fundadoras de una empresa catalana --junto con otras otras-. Biochemie, empresa líder en la producción de antibióticos beta-lactámicos. Hoy, afortunadamente o por desgracia, forma parte del grupo Novartis. Seguramente esa situación familiar me llevó a estudiar Química.
Es algo que hay que hacer y lo están haciendo, y bien. La educación, la ciencia y la tecnología propias deben ser la base de todos los países. Sin estos tres hitos no es posible competir. Es decir, no se puede competir en un mundo globalizado en constante crecimiento. La construcción de nuevos CIC emergentes en biociencias y nanotecnologías está cimentando el avance de la CAPV. Quizá sea mi preocupación que las ayudas se destinen principalmente a este sector, olvidando las universidades, en nuestro caso la UPV.
Sin duda hay que hacer un esfuerzo especial en este campo, pero sin perder de vista la universidad. La Universidad es una institución generadora de conocimiento. Además, es un centro de formación de futuros profesionales e investigadores que todo país necesita. Para ello es necesaria una financiación adecuada y, como es sabido, en general, las primeras instituciones que sufren recortes presupuestarios son las instituciones públicas de investigación. En cualquier caso, espero que el Gobierno Vasco y la UPV continúen subvencionando a los grupos de investigación.

Es posible que el número de alumnos disminuya debido a la crisis actual, a la falta de motivación, a los constantes cambios en la educación, etc. La verdad es que no es fácil prever el futuro. Como he mencionado anteriormente, es muy importante formar a jóvenes investigadores. Ellos serán los que sustituirán a los actuales investigadores. Insisto en lo anteriormente dicho: sin una base científica y tecnológica apropiada, un país no puede competir eficazmente. Es imprescindible fomentar los estudios científicos y tecnológicos (sin olvidar las humanidades). Asimismo, debe prestarse especial atención a los grupos de investigadores.
Desgraciadamente, la química no siempre ha tenido la fama que debería tener. De hecho, en las dos últimas décadas se ha impuesto, entre otras cosas, la idea de que la química es la responsable de la contaminación ambiental. Además, durante estos años algunas pequeñas y medianas empresas se han hundido, sobre todo porque no podían competir con los mercados de China e India. Por el contrario, la química es una ciencia creativa imprescindible para incrementar la producción de un país y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

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