"Sin una base científica y tecnológica apropiada, un país no puede competir eficazmente"

Claudio Palomo (Barcelona, 1951), catedrático de Química Orgánica de la UPV ha sido galardonado con el Premio Euskadi de Investigación 2008 en la modalidad de Ciencia y Tecnología. Recibió el premio a principios de febrero y dos meses después nos recibe tranquilamente en la oficina.


Claudio Palomo: "Sin una base científica y tecnológica apropiada, un país no puede competir eficazmente"
01/05/2009 | Kortabitarte Egiguren, Irati | Elhuyar Zientzia Komunikazioa
Tras décadas de investigación, su trabajo de investigación ha sido premiado. ¿Te hubiera gustado la noticia?

Es un honor y sentí mucha alegría. Es el resultado de un trabajo individual y de equipo, realizado por investigadores que durante muchos años han trabajado y trabajan en el equipo que presido. Todos estos investigadores han contribuido al desarrollo de la química orgánica en Euskadi, situándola en los niveles más prestigiosos. Es un estímulo para seguir investigando, tanto para todos los investigadores que forman parte del equipo de investigación como para aquellos que en un futuro puedan incorporarse al mismo.

Hay quien opina que los premios premian el trabajo realizado en el pasado y otros lo consideran un impulso para seguir investigando en el futuro. ¿Cuál es su caso?

Creo que es una combinación de ambos aspectos. Es decir, en general, los premios otorgan un premio a trabajos realizados con anterioridad, en este caso de investigación sobre química orgánica, pero al mismo tiempo dan fuerza y fuerza para continuar con esa labor.

Eres el quinto de la misma facultad en recibir el premio Euskadi de investigación. Pedro Miguel Etxenike, Juan Colmero, Jesús Mari Ugalde y José María Asua lo han recogido antes. ¿Qué tiene esa facultad?

Gran trabajo. La investigación, al igual que otras actividades de conocimiento, requiere un esfuerzo continuado. La mayor recompensa de este esfuerzo es que los resultados de las investigaciones propias tengan una gran repercusión y que los científicos valoren bien. Los premios son, en parte, el fruto de ese esfuerzo constante de cada uno de los investigadores citados en su campo. Todos juntos hemos trabajado mucho en la facultad. Nosotros trabajamos especialmente en el campo de la química orgánica.

(Foto: Galería fotográfica)
¿Por qué la química orgánica? ¿Qué atrae la química orgánica?

Según los libros de texto, la química orgánica es la química del carbono y sus compuestos. Los componentes básicos de la vida son, en gran medida, moléculas orgánicas: lípidos, hidratos de carbono, proteínas y ácidos nucleicos. La química orgánica es atractiva sobre todo porque explica cómo se forman estos compuestos en la naturaleza. Además, la naturaleza permite desarrollar herramientas para construir moléculas con características más apropiadas que no pueden crear con sus propios recursos. La química orgánica, además de observar los procesos que tienen lugar en la naturaleza, puede transformarlos y generar nuevos procesos y productos. Todo esto es muy atractivo. Es más, esa es una de las cosas que diferencia del resto de las ciencias básicas. Si nos fijamos en el entorno, podemos observar que debemos a la química una parte fundamental del bienestar.

Tu padre era también químico. ¿Te animó a entrar en el mundo de la química?

Sí, mi padre, Antonio Luis, estudió química orgánica y tres de sus cinco hermanos. Todas ellas fueron fundadoras de empresas del sector farmacéutico y, en particular, fundadoras de una empresa catalana --junto con otras otras-. Biochemie, empresa líder en la producción de antibióticos beta-lactámicos. Hoy, afortunadamente o por desgracia, forma parte del grupo Novartis. Seguramente esa situación familiar me llevó a estudiar Química.

Has recibido el premio Euskadi de investigación de manos del Gobierno Vasco. ¿Cómo ve el trabajo del Gobierno para convertir a Euskadi en un referente europeo en investigación? Entre otros, el CIC está construyendo nuevos centros. Es un plan ambicioso.

Es algo que hay que hacer y lo están haciendo, y bien. La educación, la ciencia y la tecnología propias deben ser la base de todos los países. Sin estos tres hitos no es posible competir. Es decir, no se puede competir en un mundo globalizado en constante crecimiento. La construcción de nuevos CIC emergentes en biociencias y nanotecnologías está cimentando el avance de la CAPV. Quizá sea mi preocupación que las ayudas se destinen principalmente a este sector, olvidando las universidades, en nuestro caso la UPV.

Sin duda hay que hacer un esfuerzo especial en este campo, pero sin perder de vista la universidad. La Universidad es una institución generadora de conocimiento. Además, es un centro de formación de futuros profesionales e investigadores que todo país necesita. Para ello es necesaria una financiación adecuada y, como es sabido, en general, las primeras instituciones que sufren recortes presupuestarios son las instituciones públicas de investigación. En cualquier caso, espero que el Gobierno Vasco y la UPV continúen subvencionando a los grupos de investigación.

(Foto: Galería fotográfica)
Ha mencionado la importancia de la universidad, pero en la actualidad está disminuyendo el número de estudiantes que optan por carreras científicas o tecnológicas. ¿Cómo ve el futuro?

Es posible que el número de alumnos disminuya debido a la crisis actual, a la falta de motivación, a los constantes cambios en la educación, etc. La verdad es que no es fácil prever el futuro. Como he mencionado anteriormente, es muy importante formar a jóvenes investigadores. Ellos serán los que sustituirán a los actuales investigadores. Insisto en lo anteriormente dicho: sin una base científica y tecnológica apropiada, un país no puede competir eficazmente. Es imprescindible fomentar los estudios científicos y tecnológicos (sin olvidar las humanidades). Asimismo, debe prestarse especial atención a los grupos de investigadores.

Llama la atención el caso de la licenciatura en Química. Hace diez años, 176 nuevos alumnos se apuntaban a esta carrera, pero en los últimos años es una de las titulaciones con menos alumnos de la UPV. El año pasado sólo 46 alumnos se inscribieron en el primer curso.

Desgraciadamente, la química no siempre ha tenido la fama que debería tener. De hecho, en las dos últimas décadas se ha impuesto, entre otras cosas, la idea de que la química es la responsable de la contaminación ambiental. Además, durante estos años algunas pequeñas y medianas empresas se han hundido, sobre todo porque no podían competir con los mercados de China e India. Por el contrario, la química es una ciencia creativa imprescindible para incrementar la producción de un país y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Aportaciones significativas en síntesis orgánica
El jurado de los Premios Euskadi de Investigación considera que el profesor Palomo ha realizado aportaciones muy importantes en la síntesis orgánica. Estas aportaciones tienen aplicaciones en diferentes ámbitos, especialmente en la producción de compuestos con propiedades biológicas.
El equipo de investigación de Claudio Palomo se centra en el estudio de la síntesis orgánica y el control de la estereoquímica de las reacciones orgánicas. "Es una obra básica y fundamental. Podríamos decir que estamos en el primer nivel de la construcción de un edificio", explica Palomo. "Nuestro trabajo consiste en crear enlaces carbono-carbono en forma estereocontrolada", ha añadido.
(Foto: benjah-bmm 27)
Por ejemplo, muchos medicamentos son quirales. Cuando una molécula no puede superarse con su imagen espejo, es un mango. Los objetos quirales más comunes son las manos. Aunque ambas son muy similares, no pueden superponerse. Los enantiómeros son moléculas que son espejos entre sí --de origen griego, y enantios significa lo contrario. La quiralidad es una de las características más representativas de las moléculas orgánicas, y es fundamental para determinar sus características y aplicaciones, ya que “un enantiómero puede presentar ciertas características y el otro puede no ser, o más bien, tener características muy diferentes. Por eso, solos y no mezclados, tratamos de diseñar o encontrar herramientas para su formación", explica Palomo.
Por ejemplo, la asparagina es un aminoácido natural formado por dos enantiómeros. Uno de los dos enantiómeros tiene sabor dulce y el otro amargo. Estas características contrapuestas son consecuencia de las diferentes configuraciones espaciales de los átomos que ocupan los enantiómeros. Hay ejemplos más trágicos. "Quizás el ejemplo más representativo de la talidomida sea la importancia de preparar un enantiómero en solitario. Este medicamento se administraba como una mezcla inseparable de dos enantiómeros a las mujeres embarazadas en los años 50, con el fin de aliviar los mareos y náuseas que esta situación les ocasionaba. A raíz de este medicamento, algunos niños nacieron con malformaciones congénitas que luego supieron que uno de los dos enantiómeros era el responsable de este fenómeno", ha explicado Palomo, "nosotros estamos desarrollando una metodología para obtener un único enantiómero de una manera sencilla y práctica".
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