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El astrónomo Carl Sagan dio a conocer los informes secretos

2000/05/09 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

En marzo de 1959 no se conoce quién recibió el Informe que estaba trabajando en el proyecto para estudiar los efectos de las explosiones nucleares en la Luna

En los últimos meses se han publicado dos biografías del prestigioso astrónomo. Keay Davidson escribe que Sagan sacó a la luz unos informes secretos. En la revista Nature de esta semana el jefe de Sagan, Leonard Reiffel, nos cuenta esta historia.

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el centro estadounidense Armour Research Foundation (ARF) investigó los efectos de las explosiones nucleares. En 1958 la Armada Aérea pidió a los de ARF que estudiaran el efecto de una hipotética explosión en la Luna. Se trataba del proyecto A119. Título oficial titulado «Estudio de las Etapas de la Investigación en la Luna». Entre otras cosas querían saber si se iba a ver la explosión desde la Tierra. Por otro lado, querían conocer los datos científicos que podían dar lugar a explosiones. El análisis químico de la Luna, por ejemplo, podría ser una excusa para llevar a cabo este tipo de experimentos.

Acción totalmente estratégica

La Armada Aérea mostró su interés por utilizar la repercusión que un experimento de este tipo podría tener en el ambiente político de la Guerra Fría. No tenía preocupación por las consecuencias de la destrucción del entorno lunar. Sin embargo, los del ARF así lo indicaron.

En aquella época Leonard Reiffel lideraba la investigación en física de ARF. Gerard P, experto en física de planetas por Reiffel. Contrata a Kuiper como asesor. El proyecto incluyó a un joven licenciado en paro. Este joven era Carl Sagan. El trabajo de Sagan no era nada fácil: Su misión era elaborar un modelo matemático de cómo se dispersan los gases liberados en la superficie de la Luna. Este modelo era el primer paso para calcular si la explosión se iba a ver desde la Tierra. ARF recopiló los informes de los trabajos de nueve meses, incluidos los de Sagan.

Después de muchos años

Por imperativo de las leyes estadounidenses, estos informes debían ser destruidos en 1987 y así se presumió. Reiffel afirma que hasta la publicación de la biografía no ha sabido que Sagan envió estos informes a alguien no autorizado. Nadie tiene claro quién los recibió. Quizás Sagan envió a los de ARF entre los informes de Kurriku- Lum para buscar otro trabajo o para ingresar en alguna institución. No obstante, este punto no está confirmado.

El conocimiento de la ubicación actual de estos informes es un problema estadounidense. Sin embargo, el objetivo general de este proyecto ha salido a la luz y es reflejo del ambiente de la Guerra Fría. La actitud hacia el medio ambiente no era consecuencia de una falta de sabiduría.

Cabe destacar lo que dice el propio Reiffel: «En beneficio de la ciencia de la Luna, la competencia entre uno o dos para detonar la explosión nuclear no se hizo nunca». Hoy no debemos sufrir consecuencias inesperadas. Quizá ese es el dato más importante de esta historia.

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