Cáncer de mama: ¿qué hacer?
1995/05/01 Agirre, Jabier - Medikua eta OEEko kidea Iturria: Elhuyar aldizkaria
Hoy en día la mujer visita al ginecólogo con bastante asiduidad y ha escuchado muchas palabras y pruebas. Pero, ¿qué es la mamografía? ¿En qué consiste la auto exploración del pecho? ¿Es cierto que la mamografía utiliza rayos X? Antes de nada, y para situar las cosas en su lugar, hay que decir que en las mujeres
18 de cada 100 tumores son de mama. Por lo tanto, el tumor es usual. Pero el cáncer de mama, en una fase temprana, es el tumor con mayor proporción de curación. ¡Y no sólo eso! Muchos especialistas afirman que si se trata a tiempo, con una intervención quirúrgica limitada, se consigue mantener el pecho como antes.
Veamos, pues, estudios que nos permiten detectar a tiempo el cáncer de mama o el tumor.
Ecografía
Es una técnica que utiliza ultrasonidos. Es provechoso para las mujeres en menopausia o en una etapa posterior. La ecografía permite interpretar de forma precisa y adecuada los cambios que sufre el tejido mamario en esta fase tan frecuente de cambios hormonales. Este estudio suele utilizarse como complemento a la mamografía, pero también puede utilizarse antes de la realización de la misma.
Auto-análisis
Palpación o palpación de los pechos, de los dos pechos, mediante notas y instrucciones claras (ver figuras superiores).
Ante un espejo, y en distintas posturas (de pie, tumbado), la mujer debe tocar los dos pechos con la mano abierta. Las caducas u otras cosas raras que pueda encontrar así serán confirmadas o canceladas posteriormente mediante otros estudios. Esta auto-exploración se recomienda a todas las mujeres.
Mamografía
Es un estudio radiológico directo del pecho que pone de manifiesto posibles alteraciones de los tejidos mamarios. Se realiza cuando se detecta previamente algún hocico o bulto y para saber si su naturaleza es benigna o maligna. Siguiendo las indicaciones del médico, se realizará anualmente o cada dos años, dependiendo de la edad de la mujer, así como de los resultados de las mamografías anteriores. Se recomienda especialmente en mujeres mayores de 35 años y es un medio muy eficaz para el diagnóstico precoz.
Factores de riesgo y protectores
Se investiga mucho sobre este tema, y lo que se decía y predicaba hace unos años puede ser que los trabajos de mañana se negaran por completo, pero hoy en día se cree que hay factores de riesgo que pueden convertirse en factores protectores en determinadas edades o por otras razones.
- Se ha detectado que la presencia de muchos embarazos podría facilitar la aparición del tumor antes de la menopausia, pero este hecho actúa como factor protector en la menopausia.
- Una dieta rica en grasas (y así suelen ser las de los países desarrollados) puede ser un factor de riesgo. Y por lo tanto, una menor cantidad de grasa de alimentación lo protegería.
- Otro factor protector es el diagnóstico precoz, ya que permite “tomar a tiempo” el cáncer de mama, incluyendo mamografía, auto-exploración y otras pruebas.
¿Cuáles son las edades de riesgo? El riesgo de sufrir este tipo de cáncer aumenta con la edad biológica de la persona. Así, antes de los 25 años, una de cada 20.000 mujeres padecerá cáncer de mama y una de cada 10 mujeres entre los 80 años.
Si analizamos las edades comprendidas entre la fecundidad y la menopausia podemos observar:
- Con 40 años se produce un caso de cáncer por cada 200 mujeres.
- A los 45 años se produce un caso de cáncer por cada 93 mujeres.
- A los 50 años se produce un caso de cáncer por cada 50 mujeres.
- Con 55 años se produce un caso de cáncer por cada 30 mujeres.
Estos datos, elaborados por el National Cancer Institute de los EEUU, nos muestran la importancia que tiene, sobre todo a partir de cierta edad, realizar controles y estudios con frecuencia.
Los cánceres de mama no suelen disminuir de tamaño, sino que tienden a crecer a partir de cierta edad. Por ello, muchos expertos recomiendan a las mujeres de cualquier edad la realización de mamografías, siempre bajo las órdenes de sus ginecólogos. Pero en la actualidad, la opinión más extendida no va por ese camino; en lugar de hacer mamografías de forma indiscriminada, se recomienda que estos controles se realicen en función de la edad de la mujer: Entre 35 y 50 años la mamografía debería realizarse cada 2-3 años y a partir de 50 años cada año.
Como ya se ha comentado, no todos los expertos coinciden, pero el consenso es total: se ha demostrado que la lucha contra el cáncer de mama, sobre todo desde el punto de vista preventivo, en los países más avanzados, la enfermedad ha disminuido, por lo que la práctica temprana de la auto-revisión en el pecho es sin duda una norma de oro.
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