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Medicamentos, nuevo tipo de contaminación en ríos y arroyos

2002/03/31 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Según los investigadores alemanes, en cualquier muestra de agua se pueden analizar restos de 30-40 medicamentos diferentes. Por supuesto, hay que tomar tiempo para realizar el análisis.

Cada vez se toman más fármacos para combatir la gripe, el colesterol o cualquier otra enfermedad. Antibióticos, hormonas, sedantes, fármacos utilizados en la quimioterapia para combatir el cáncer… es una lista interminable. El problema es que los medicamentos tomados por seres humanos o animales terminan en el medio ambiente, más concretamente en las aguas de los ríos o arroyos. Y una vez dentro del ciclo del agua quedan ahí. Se sabe que el paciente (humano o animal) expulsa entre el 50 y el 90% de los medicamentos, el resto se vierte como metabolito, es decir, como producto químico que se genera a partir de la interacción entre el cuerpo y el fármaco.

Las investigaciones realizadas han demostrado que en las muestras de agua hay muchos restos de medicamentos.

El problema de los restos de medicamentos de los ríos y arroyos es antiguo, pero en la convicción de que afectaría a los intereses de la industria farmacéutica, fue conocido en la década de los 90. De hecho, el primer estudio que descubrió restos de medicamentos en un río se llevó a cabo en 1976, pero por primera vez se publicaron los resultados en la revista Life Science veinte años más tarde, en 1997. Este estudio se realizó en la depuradora del río Big BLue Rivers (Kansas City). Sin embargo, no fue la única investigación de este tipo publicada en la década de los 90.

En 1992 un grupo de investigadores alemanes identificaron en el agua el ácido clofibórico. El ácido clofibríco se utiliza en medicamentos anti-colesterol y es cercano al conocido herbicida 2-4 D. Desde entonces, el ácido clofibórico y otros medicamentos se han encontrado en investigaciones llevadas a cabo en lagos, arroyos y ríos de Alemania, Suecia y Dinamarca, así como en el Mar del Norte. Pero también ha habido resultados sorprendentes: ¡Los hallazgos en el Mar del Norte no son pistas, sino grandes cantidades! Según estimaciones de los investigadores, en el Mar del Norte hay 48-96 toneladas de ácido clofibórico, y en el Pu de Italia y en el Danubio de Alemania también hay restos de este ácido.

Sin embargo, el agua de los ríos y arroyos, tras pasar por la depuradora, llega a las fuentes de los hogares. Por el momento, no se realizan tratamientos especiales para eliminar restos de medicamentos, por lo que en algunas ciudades el problema es bastante grave. Por ejemplo, en el agua de varios hogares de Berlín, la concentración de este ácido es de 10-165 por millón. Además, advierten que además de este ácido hay más medicamentos. Según los investigadores alemanes, en cualquier muestra de agua hay restos de 30-40 medicamentos diferentes, pero si se encuentran, por supuesto, se debe tomar el tiempo para realizar un análisis adecuado.

Un problema mundial

Los resultados de un estudio publicado han revelado que en los ríos y arroyos de Estados Unidos existen restos de 95 elementos químicos utilizados en medicamentos. Se han encontrado analgésicos, hormonas sexuales humanas, cafeína y un derivado de nicotina, entre otros.

Para la investigación se han analizado 139 arroyos y ríos, encontrándose que el 80% de las muestras contienen uno o varios compuestos orgánicos. Según los científicos, "hay que buscarlo y como hasta ahora no hemos buscado este tipo de elementos en los análisis de agua, no sabemos cuándo es ese tipo de contaminación".

En general, el nivel de concentración encontrado es bajo, pero los científicos temen que se generen derivados de estos elementos más sostenibles y perjudiciales para el medio ambiente. La principal característica de muchos medicamentos es su resistencia, que se mantienen durante bastante tiempo para ejercer un efecto terapéutico. El problema es que aún tienen la capacidad suficiente para influir en la incorporación al ciclo del agua.

Las dosis encontradas son muy pequeñas y no suponen un riesgo para el medio ambiente según los científicos. Pero quizás se hayan extraído conclusiones rápidas, ya que todavía quedan muchas preguntas por responder. Entre otras cosas, se han extendido rumores de que este suceso puede contribuir a que las bacterias sean cada vez más resistentes a los antibióticos, aunque todavía no se ha comprobado nada.

Los científicos estadounidenses se muestran más preocupados por la salud de los consumidores, aunque a este nivel las preguntas son más que respuestas.

Muchos puntos pendientes

Todos los científicos y políticos coinciden en el XXI. El principal problema del siglo XX es el acceso al agua potable. Pues bien, si nos fijamos en la nueva contaminación provocada por los medicamentos, se puede decir que la situación se complica. Y es que, a pesar de que el problema es relativamente nuevo, el uso abusivo de los fármacos puede ser considerado. Además, ¿has pensado alguna vez, por ejemplo, dónde terminan los miles de toneladas de residuos de hospitales microbóticos? ¿Y los medicamentos con fecha de caducidad superada? Por lo tanto, ¿tantos medicamentos no perjudicarán más que el beneficio para la salud?

Publicado en el suplemento Estación de Gara.

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