Nuevo detector de paquetes de bombas
1999/04/18 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia
El nuevo dispositivo, de origen militar, que permite conocer qué hay en el interior de objetos raros de forma segura, puede ayudar a decidir si hay o no explosivos.
Cuando se encuentra con una bolsa que no es de nadie, más de uno tiene la tentación de abrirla. Normalmente no pasa nada, pero ¡ojo! puede haber algo que no se espera dentro. Y si algo fuera una bomba, ¿qué? Es cierto que en este tipo de situaciones la mayoría no somos capaces de caminar con este tipo de pensamientos, pero algunos sí. Como consecuencia de ello ha venido el nuevo dispositivo de detección de paquetes de bombas.
¿Y cómo saber qué hay dentro de los paquetes o bolsas? Hay pocas formas de resolver las dudas y algunas pueden ser peligrosas. Por tanto, es imprescindible utilizar técnicas artificiales para escapar de imprevistos. La policía, por ejemplo, utiliza los rayos X para ver lo que hay en el interior del objeto con una membrana o película que muestra la imagen interior alrededor del objeto. El problema es que a veces esta película puede ser peligrosa. Por ello, en la mayoría de los casos, se realiza una limpieza masiva de la zona y se recurre a la explosión del paquete sospechoso, con o sin bomba en su interior. Lógicamente, en estos casos, además de perder el tiempo, se pueden dañar los bienes privados y, en su caso, causar daños innecesarios. Para hacer frente a situaciones similares, el laboratorio estadounidense Sandia National ha desarrollado una nueva versión de un dispositivo de detección de minas.
El detector es un dispositivo portátil capaz de analizar los rayos X que se producen por reflexión, por lo que no es necesario colocar membranas sensibles en la parte posterior del objeto sospechoso. Investigadores del laboratorio Sandia han realizado un nuevo filamento capaz de producir rayos X que se puedan reflejar en cualquier objeto cuando se calienta con electricidad. Entonces un sensor puede dar la imagen interior del objeto. A su vez, mediante un programa de ordenador, se puede ver con precisión lo que hay dentro.
Según los científicos, el dispositivo puede estar a la venta antes de dos años. Cuando sea necesario usarlo, la policía puede colocar el detector y la cámara de vídeo en una plataforma que pueda moverse por un robot para que éste llegue a donde se necesite. El robot es movido a distancia por el ser humano mediante un monitor de televisión. Las imágenes obtenidas con rayos X se envían por cable, por lo que en caso de una explosión prematura se perdería el aparato pero no la información. A la vista de lo visto, todos los agentes del mundo esperan el lanzamiento del detector.
Aunque parezca lo contrario, y aunque lo hayan querido vender así, la herramienta no es sin errores. Un dato: Desde el comienzo de la lectura del paquete o bolsa con rayos X hasta la obtención de la imagen completa pueden transcurrir unos cuarenta minutos. Obviamente, si el artefacto está preparado para el control remoto o para la explosión en un tiempo determinado, el detector puede tener pocas posibilidades de completar su trabajo. Según los autores de la nueva herramienta, la lectura para lo que se comercialice será mucho más rápida.
Al igual que ocurre cada vez que sale algún invento de este tipo, por motivos de marketing y de imagen, los inventores han mencionado otras aplicaciones que van más allá del uso policial, como por ejemplo la búsqueda de posibles prisiones en los pilares y paredes de todo tipo de edificios, la detección de posibles líneas eléctricas subterráneas, etc.
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