Ponte en bici y tranquilo
2000/10/15 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia
Bicicletas, similares a las existentes en la actualidad. Son la invención de finales del siglo XX. Los antecedentes son muy anteriores, como en los dibujos de Leonardo Da Vinci se ve un artilugio propulsado por cadena. La de Da Vinci nunca pasó de ser dibujo.
XV. y XVIII. A pesar de que se inventaron varios carros sin caballos entre los siglos 3 y 17 no hubo revolución. Aquel año un ingeniero alemán inventó un artilugio de dos ruedas de madera propulsada por el hombre. La invención del barón Ludwing von Drais, a diferencia de los artilugios que existían hasta entonces, tenía asidero y asiento, por eso fue revolucionario. En 1838 el escocés Mc Millan dio un nuevo salto a la bicicleta pedal (y por tanto a la tracción). El francés Michaux mejoró la invención al colocar los pedales en la rueda delantera. A continuación se modificó el diseño de las bicicletas y comenzaron a ver bicicletas con rueda delantera grande y trasera pequeña. La velocidad se convirtió en una obsesión porque las bicicletas eran muy lentas. Cada vez que pedaleaba adelantaban unos tres metros. Con la lógica, los constructores de bicicletas empezaron a construir ruedas delanteras cada vez más grandes, pero no sólo aumentaron las dificultades para mantener el equilibrio, sino que las bicicletas adquirieron sobrepeso. Así que, una vez más, empezaron a fabricar bicicletas con ruedas más pequeñas. En toda esta historia, el año 1888 fue importante, después de haber inventado neumáticos que podían ser inflados para sustituir las ruedas de madera y caucho. Poco tiempo en Francia los hermanos Michelin y en Italia Pirelli sacaron un neumático que podía ser montado y desmontado, por lo que con unas cámaras y un poco de humor había que ir a cualquier sitio, aunque en XX. Las bicicletas de principios del siglo XX pesan alrededor de 20 kilos. En la década de 1920 se inventó el variador, que también supuso un gran avance.
Desde entonces hasta la actualidad no se han producido cambios significativos, aunque las bicicletas son cada vez más ligeras y más adecuadas desde el punto de vista aerodinámico. Quizá, por mencionar alguno, habría que recordar la aparición de la bicicleta de montaña y la invención de los variadores automáticos. Gracias a todos estos avances, las bicicletas han conseguido un gran éxito y reconocimiento social, pero no todos los conceptos de bicicleta, como las bicicletas apaisadas, tienen tanto éxito. Y eso es raro, porque tienen muchas características para ser un futuro próspero.
Aunque parezca lo contrario, el diseño de bicicletas apaisadas no es nuevo. XIX. Inventado para el siglo XX, a principios de siglo, grandes constructores de bicicletas, como Peugeot, también lo hacían en líneas de producción. Durante muchos años la industria de las bicicletas convencionales y apaisadas creció juntos hasta que en 1933 el ciclista Francis Faure batió el récord de entonces. El ciclista francés Francis Faure no fue (ni siquiera se le dio agua) uno de los mejores del pelotón. Sin embargo, Faure fue capaz de romper el récord de aquel tiempo que nadie podía superar desde 1913. El récord se situaba en 44 kilómetros y 247 metros, y Faur recorrió 45 kilómetros y 55 metros. Ese mismo año superó los récords de 5, 10, 20, 30, 40 y 50 kilómetros.
Quizá alguien pudiera asociar la hazaña con la repentina recuperación del ciclista francés, pero la clave no era estar en la fuerza de las piernas de Francis Faure, sino que la llevó bajo el culo. De hecho, Francis Faure utilizó la bicicleta tumbada para romper todos los récords. Sin embargo, a los 6 meses de la implantación de los nuevos récords, la UCI los dejó en bancarrota. Faur decidió que la bicicleta usada no era legal y estableció las distancias mínimas entre el sillín, el pedalier y la horquilla. La decisión de la UCI descartó las bicicletas apaisadas.
¿Qué hubiera pasado si no hubiera prohibición? Es difícil imaginar lo que podría ocurrir, pero no explicar lo que ha ocurrido. Durante muchos años (alrededor de 40) el diseño y la industria de las bicicletas apaisadas ha estado paralizada, sin progresar. En uno de estos casos, a finales de los años 70, se resucitó el interés por las bicicletas apaisadas, por lo que salieron del agujero negro que estaban aparcadas. El camino iniciado en la década pasada se reforzó en la década de los 80 y 90 y ya hay marcas que fabrican otras bicicletas como Bavatus o Trek que han empezado a comercializar bicicletas apaisadas. Aquí todavía no se ven, pero allí donde la cultura de la bicicleta es más extendida, como en Holanda, se están convirtiendo en algo habitual.
Hasta ahora, aunque se han considerado de segunda categoría, el futuro puede ser el de las bicicletas tumbadas. Y es que por su diseño son más rápidas que las bicicletas convencionales. El único dato para darse cuenta es que el récord actual de bicicletas apaisadas es de 79 kilómetros y 136 metros, frente a los 56 kilómetros y 375 metros que Chris Boardman realizó en 1996 con la bicicleta convencional. Por lo tanto, la diferencia es notable, y más si se tiene en cuenta que los usuarios de la bicicleta convencional son profesionales (mucho más preparados). Además de la velocidad a la que pueden llegar a llegar, existen otras muchas características para apostar en el futuro por las bicicletas apaisadas:
- Comodidad. La principal ventaja puede ser que la posición sobre la bicicleta es más natural.
- Mejor aerodinámica.
- Gracias a la ayuda de la espalda, mayor transmisión de fuerza a los pedales.
- Mayor velocidad en las curvas. Esto se debe a que no hay peligro de que el pedal toque tierra, por lo que también se pueden pedalear las curvas.
- Menor riesgo de caída ya que el centro de gravedad está más abajo.
No son pequeñas ventajas, pero hay más. Quizás lo más destacable sea la posibilidad de instalar carrocería para mejorar la aerodinámica y protegerla frente al mal tiempo. ¡En Euskal Herria estaríamos muy agradecidos!
Publicado en 7
Gai honi buruzko eduki gehiago
Elhuyarrek garatutako teknologia