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Jugando con los componentes de la estructura de la vida

2001/04/04 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

Un grupo de científicos estadounidenses de Buffalo han desarrollado un método para introducir en las proteínas nuevos aminoácidos de laboratorio. Estos aminoácidos son nuevos porque no son naturales. Los aminoácidos inventados pueden actuar como marcadores de proteínas. Además, es posible que se puedan elaborar proteínas artificiales para el desempeño de funciones que no desempeñan en la naturaleza. Puede ser una oportunidad de ingeniería bioquímica.

El problema es que las proteínas naturales están codificadas en los genes. Las proteínas artificiales también deberían tener su propio código genético para poder sintetizar cuerpos como naturales. Organizarlo no es tarea fácil.

En el sistema natural la información está almacenada en la molécula de ADN (genoma). La información se copia y se lleva a los ribosomas, donde se producen las proteínas. Los aminoácidos se toman uno a uno y, interconectados con el anterior, la cadena de proteínas se forma en el orden adecuado. Este trabajo lo realizan las moléculas de ARN. Por lo tanto, el reto de los científicos era buscar un método de asociación natural entre los aminoácidos artificiales y el ARN.

Existen varios tipos de ARN. Uno de ellos, el ARN de transferencia, toma el aminoácido apropiado y lo transporta a los ribosomas. En ellos se asocia a la cadena proteica. Científicos de la Universidad de Buffalo han descubierto que los aminoácidos no naturales pueden seguir el mismo proceso a través de otro fragmento de arnés.

Este trabajo ha supuesto una importante consecuencia, ya que en este caso, al menos, no es necesaria la información contenida en el ADN. Esta conclusión se corresponde con una idea que últimamente está en los debates científicos. ¿Cuál fue la primera molécula de la vida?

A nivel bioquímico, la vida requiere una molécula capaz de copiarse a sí misma. La información la tiene la molécula de ADN, pero necesita proteínas para copiarse. Las proteínas pueden trabajar pero no tienen información para hacerlo. El ADN necesita proteínas y las proteínas el ADN. Es el mismo dilema que la gallina y el huevo.

Pero a este dilema se le ha encontrado respuesta. La molécula de ARN no es una simple copia del ADN. También tiene la capacidad de realizar trabajos (lo que los químicos llaman capacidad de catalización). Por tanto, el origen de la vida a nivel molecular podría estar en el ARN. Esta teoría está adquiriendo cada vez más fuerza en la comunidad científica, aunque algunos genetistas todavía no quieren salir del mundo del ADN.

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