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Inmediato funcionamiento del sistema de gestión del reciclado de embalajes

1999/01/01 Etxaide, Maider Iturria: Elhuyar aldizkaria

El embalaje es un producto, por definición legal, elaborado con cualquier materia destinada a contener, proteger, utilizar, distribuir o presentar mercancías. El papel, el cartón, todo tipo de plásticos, el cristal y el tetra-brick son los materiales habituales que los componen. Se trata, por tanto, de materiales muy diferentes en cuanto a sus características y procedencia. Otra característica importante de estas basuras es que constituyen la mayor parte de la bolsa de basura, lo que supone en muchos casos el 50% del volumen de la misma. En realidad, este embalaje es una fracción que ha ido creciendo ininterrumpidamente en las últimas décadas y que sigue creciendo: este crecimiento es imparable tanto en los países industrializados como en el resto. Esta situación de difícil retorno es consecuencia directa del extraordinario crecimiento del consumo actual.

No todos los sectores producen igual residuo de embalaje

Por definición legal se entiende por embalaje el producto fabricado con cualquier materia destinada a contener, proteger, utilizar, distribuir o presentar mercancías.

Por otro lado, las cantidades producidas en los núcleos urbanos y en las zonas rurales son muy diferentes. La primera es sin duda mucho más generadora de basura, ya que en los caseríos se han producido y reciclado muchos productos. Sin embargo, en los últimos años el plástico en las zonas rurales ha aumentado notablemente debido a los nuevos sistemas de fermentación de hierba y a la proliferación de invernaderos. Para darnos cuenta de ello, sólo hay que fijarnos en cómo las clásicas almejas han ido creciendo paisajísticamente en balas de hierba de plástico.

En las industrias los envases y embalajes son muy utilizados. Aunque normalmente no se menciona, la industria y el comercio son los grandes productores de este tipo de basura. Por otro lado, la gestión conjunta de los embalajes con los residuos urbanos hace que las cifras de producción de los mismos queden dispersas en el total de residuos urbanos.

Los embalajes, uno de los principales apartados de los residuos sólidos urbanos, son también un problema ambiental y no uno de los más pequeños. En muchas ocasiones se han mencionado los impactos producidos por la basura y sus tratamientos y no vamos a repetir lo que siempre se ha dicho aquí, salvo que los embalajes, al igual que la mayoría de la basura, comienzan a generar impacto durante la explotación de la materia prima y en el momento de su fabricación, por lo que no sólo deben tenerse en cuenta los daños producidos por vertederos o plantas de tratamiento en la valoración de los impactos.

Legislación y disposiciones para el reciclado de embalajes

Con el objetivo de buscar una solución al problema de los embalajes, la Unión Europea publicó en 1994 una directiva en la que se establecía que, por un lado, todos los residuos de embalaje se reciclaran entre un 25% y un 45% de los materiales y, por otro, que se reciclara al menos un 15% del peso de cada material. Esta directiva establece que dichos objetivos se cumplan para el año 2001. Esto se ha mantenido en 1997 a la legislación española con un pequeño suplemento que supone una reducción del 10% en el número de embalajes. Sin embargo, en el desarrollo de la Ley no aparece este punto.

La ley y su reglamento establecen que la gestión de los embalajes debe construirse en torno al denominado Punto Verde o Sistema Integrado. De acuerdo con ello, los fabricantes de embalajes, las empresas que utilicen embalajes y los recicladores crearán una empresa que gestionará el Sistema Integrado y pagarán el precio de la gestión. En España nace Ecoembes. Sin embargo, la ley deja libre a los sectores que trabajan con un determinado material para que por separado creen su propio sistema. Las empresas dedicadas al vidrio y el latón, por ejemplo, han trabajado en este camino y ya han creado un sistema propio.

Como ya se ha indicado, a finales de 1997 se creó la empresa Ecoembes, entre la mayoría de los fabricantes, usuarios y recicladores de embalajes de España, para la gestión del sistema general. Los participantes deberán abonar anualmente la cuota establecida en función de su facturación y declaración, previa imposición por parte de la Administración Ambiental del importe del kilo de cada material.

Dando los primeros pasos en el territorio vasco

La gestión de las basuras corresponde legalmente a los ayuntamientos o mancomunidades de basuras. Sin embargo, se pueden utilizar distintas vías para transferir dinero del Sistema Integrado. En la Comunidad Autónoma del País Vasco, por ejemplo, el dinero pasa por la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco. Para ello han firmado un acuerdo entre el Gobierno de la Comunidad y Ecoembes.

Los Ayuntamientos y Mancomunidades deberán adherirse a este convenio si desean recibir fondos. El premio a cada uno se calculará en función de la cantidad reciclada. Cada Territorio Histórico está haciendo su propio camino: En Gipuzkoa, por ejemplo, si en un principio se pensaba que todas las mancomunidades y ayuntamientos estuvieran agrupados en torno al Impuesto, en el último momento la mancomunidad de San Marcos ha decidido actuar por su cuenta.

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