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Células inmunológicas producidas en la piel

2002/11/06 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

Además de en la médula ósea, en la piel también pueden formarse células del sistema inmunológico.

Las células del sistema inmunológico distribuyen sangre por todas las partes del cuerpo. Originalmente en la médula ósea, los glóbulos blancos llegan a cualquier punto de la infección gracias al sistema circulatorio. Así actúan, entre otras cosas, las células que trabajan específicamente en determinados órganos.

Por ejemplo, la piel necesita células dendríticas específicas para protegerse de ataques externos: Células Langerhans. Estas células detectan ataques externos y, si es necesario, "llaman" a las células T para poner en marcha un sólido sistema de defensa. Pero, ¿cómo se suministra la piel a las células de Langerhans? ¿Llegan de la sangre o se forman nuevas células en la propia piel?

Como respuesta, un equipo de la Universidad Stanford de Estados Unidos diseñó un experimento. Se unieron los sistemas circulatorios de dos ratones para que ambos tengan el mismo flujo de sangre. Así, lo que transportaba la sangre llegaba a dos ratones, mientras que la piel era de cada ratón y lo que ocurría en uno no tenía por qué suceder en el otro. Además, había cambiado un gen de ratón. Este gen participa en la creación de las células de Langerhans, por lo que una de ellas generaba células modificadas, por lo que los científicos podían saber quién era el propietario de cada una de las células generadas.

A los 10 días de comenzar el experimento, los glóbulos blancos estaban en dos ratones arrastrados por la sangre. Sin embargo, seis meses después, cada ratón tenía sus propias células Langerhans. Por lo tanto, los científicos han llegado a la conclusión de que las células madre de las células dendríticas se encuentran en la piel y no en la médula ósea, y, cuando es necesario, son producidas en la misma. No obstante, en caso de lesión de la piel, las células de Langerhans se renuevan a partir del flujo sanguíneo.

Según los científicos, esta característica de la piel es muy interesante para los que necesitan trasplante de médula ósea, ya que la médula extraña puede atacar al sistema inmunológico, en cuyo caso la piel generaría nuevas células de Langerhans.

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