¿Conservación, recuerdo o presalición de frutales antiguos?
1993/08/01 Grabieres, Ganix Iturria: Elhuyar aldizkaria
En la zona de Abbadia se concentran una hectárea de frutales que antiguamente se cultivaron principalmente en el País Vasco Norte y Biarnon. Este seminario forma parte del Conservatorio de Plantas de Aquitania.
Patrimonio perdido
Responsables de los semilleros, forestalistas y agricultores han abandonado el cultivo de variedades autóctonas y han optado por nuevas variedades.
Cada provincia aquitana, hace menos de 20 años, tenía una producción de fruta orientada a la venta regional y nacional. Lo mismo pasaba Itsasun, en el cantón de Ezpeleta.
Desgraciadamente, la mayoría de las variedades de manzano recogidas y estudiadas por el Instituto Nacional de Investigación Agronómica entre 1945 y 1960 han desaparecido de las plantaciones de manzanales y semilleros, mientras que de otras sólo hay ejemplares aislados.
Para combatir el empobrecimiento del patrimonio rural se decidió crear un conservatorio vegetal.
Antes de que fuera demasiado tarde era necesario recoger las variedades más representativas o minoritarias.
Actividades en el Conservatorio de Variedades de Frutales
* Inventarios y descripciones
Si bien las prospecciones iniciales se hicieron de tal manera, ahora las personas que se ponen en contacto con el Conservatorio de Variedades Frutales tienen interés o conocen variedades antiguas.
Esto ha permitido completar un gran número de muestras con descripciones de especies y fotografías. Más de 500 fichas de manzano, por ejemplo, se encuentran en los archivos.
No sólo se guardan sino que se conocen mejor.
* Trabajos de investigación
Para descubrir las ventajas y debilidades agronómicas y genéticas de estas variedades, hoy desconocidas, se están llevando a cabo numerosas investigaciones: el comportamiento de la lámina vegetal frágil; la granulación; el blanco; el fuego rojo; el estudio de la floración...
Varios laboratorios participan en esta investigación; unos directamente, otros asesorando y otros prestando su material
* Actividades pedagógicas
El Conservatorio de Especies Frutales organiza anualmente y al público cursos de mentado, poda, abonado o parasitación.
* Difusión de plantas
Junto a la conservación de las especies, es muy importante la revegetación de las plantas que antiguamente estaban en los campos de montaña.
En el Conservatorio crecen algunas de estas especies para su posterior puesta a la venta.
Colecciones actuales
El Conservatorio de Especies Frutales de Aquitania, desde 1982, está situado en el ecomuseo de Sabes, en el centro del Parque Natural Regional de Landeta.
En la actualidad reúne más de 1.000 variedades, de las cuales 600 son manzanos (80% de origen aquitano).
No obstante, conviene duplicar las colecciones para evitar su desaparición total o parcial (enfermedades bacterianas, accidente por clima, ...) y conocer mejor el valor agronómico de estos clones.
De este modo, se ha visto la necesidad de que cada especie de esta colección de especies crezca en una parcela especializada de conservación situada en su territorio de origen.
Desde 1988, la colección de especies vascas y bearnesas se ha duplicado desde la creación del Conservatorio Vegetal “Zona de Abbadia”.
Conservatorio Vegetal de la zona de Abbadia
Aprovechando el cese de la producción de maíz en un terreno bien protegido de los vientos del noroeste (viento fuerte, salinidad) y con el fin de enriquecer sus valores biológicos y patrimoniales, a finales de 1988 se creó el Conservatorio Vegetal de Especies Vascas y Biarnoanas. A finales de 1989 se extendió el conservatorio.
Esta nueva planta cuenta en este momento con más de 500 árboles, entre los que se encuentran más de cien variedades de manzanos, más de cincuenta tipos de cerezos, ciruelos, melocotoneros, mizpiros e incluso vid.
El sistema de plantación utilizado es el correspondiente a la vegetación con recubrimiento de plástico (sólo suelo) y abono verde.
Aunque el recubrimiento de plástico no es estético, hay que tener en cuenta sus ventajas: limita el crecimiento de malas hierbas, dificulta la erosión en suelos empinados, calienta el suelo lentamente, impide la compactación de los suelos debido a las lluvias, limita la evaporación en sequías, favorece la microfauna terrestre y la ventilación.
El fertilizante verde (donde queda toda la materia orgánica y es enterrada regularmente) delimita los fenómenos de lisis producidos por ciertos elementos minerales. Por tanto, el enterramiento y el paso periódico son métodos para enriquecer el suelo. A diferencia del resto del área, contribuye al crecimiento de la diversidad botánica.
Los árboles son conducidos por una poda denominada “baja forma de dedal”. Si bien lo más habitual en Euskal Herria ha sido la “forma para los cuatro vientos”, la cercanía a la costa ha obligado a hacer frente a los efectos nocivos del viento.
A pesar de su reciente apertura, el Conservatorio Vegetal de la zona de Abbadia participa en la conservación de su patrimonio, no sólo preservando las variedades antiguas y la conciencia colectiva, sino también mostrando a un público amplio.
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