Antonio Hernando: "La nanotecnología crece como nunca"
Antonio Hernando: "La nanotecnología crece como nunca"

Estudiamos principalmente materiales magnéticos, midiendo campos magnéticos, etc. Es decir, nuestro trabajo se basa en la investigación de las características magnéticas de los materiales. Es un área muy interesante para la nanociencia. Y es que va a traer muchas aplicaciones en el futuro.
El tema de las nanopartículas es muy interesante. Además, en los últimos años se han desarrollado diversas técnicas que nos han permitido trabajar nosotros mismos, los científicos, a escala del nanómetro, así como manipular estas partículas mediante métodos físicos o químicos.
Por lo tanto, ante la excelente oportunidad de trabajar a esta escala del nanómetro, nos centramos en el estudio de las propiedades de los materiales a esta escala. Se puede decir que todos los campos de la física, la química, la biología y la medicina se han unido para trabajar en esta pequeña escala. Además, gracias a los descubrimientos de las técnicas mencionadas anteriormente, el crecimiento ha sido espectacular tanto en la investigación en nanotecnología como en la nanociencia.
Por ejemplo, con ayuda de campo magnético, se pretende aumentar la densidad de información en el campo de acumulación y tratamiento de información, es decir, aumentar el número de bits por unidad de superficie. Con todo ello se consigue que tanto los discos duros de mayor memoria como los de lectura y escritura sean más rápidos.

En el campo de la medicina, las nanopartículas magnéticas abren nuevas vías de tratamiento contra el cáncer. Estas partículas pueden penetrar en el cuerpo humano y, gracias a sus características magnéticas, pueden ser adecuadamente observadas y canalizadas únicamente a células cancerígenas, sin causar ningún daño a las células sanas.
Por ejemplo, si hubiera un tumor en la rodilla, lo ideal sería que los medicamentos antitumoral sólo influyeran en este tumor. De esta forma el paciente sufriría menos efectos negativos que los tratamientos actuales. Los tratamientos actuales son altamente agresivos para el organismo. Esta sería una de las principales aportaciones que la nanotecnología haría a la medicina: partículas magnéticas capaces de transportar los medicamentos allí donde hay dolor o daño.
Otra ventaja destacable es que se pueden utilizar para provocar hipertermia. La hipertermia se basa en la acumulación de partículas magnéticas en el tumor; la aplicación de un campo magnético externo de alta frecuencia provocaría el calentamiento de estas partículas, lo que provocaría el calentamiento del tejido en el que se encuentran dichas partículas y la muerte térmica de las células cancerígenas.
En general, la clave del magnetismo radica en la capacidad de acumular partículas en un determinado lugar, tanto en el campo médico (en el caso de los tumores) como en el de la informática (cuantos más partículas, más bits).
En la actualidad, un tema importante sobre el magnetismo es el de los semiconductores magnéticos, lo que se traduce en una sencilla y sencilla explicación: el ordenador tiene, por un lado, una dura memoria, es decir, una memoria magnética; por otro, una memoria ram o de transistores. Este último es electrónico y también se conoce como memoria rápida. La memoria rápida, como su nombre indica, trabaja muy rápido y desaparece cuando no hay energía, como es el caso de la luz. ¿Nunca te ha pasado la luz de repente y pensar "yo no he guardado esto"? La memoria dura lo guarda todo. Son dos mecanismos diferentes.

Estas casillas que se observan al encender el ordenador hacen la conexión entre la memoria dura y la memoria ram. En realidad se trata de una pérdida de tiempo. De hecho, los semiconductores magnéticos podrían hacerlo en un solo paso. Además, serían rápidas y estables a la vez y no necesitaríamos ambos sistemas.
En definitiva, el objetivo de los semiconductores magnéticos sería que el ordenador tuviera un único sistema, en lugar de dos memorias, y que a medida que se vayan generando se almacenara toda la información. Eso es precisamente lo que queremos conseguir once investigadores, entre ellos nosotros, desde el punto de vista de la escala nanométrica.
Hasta ahora hemos encontrado nanopartículas de óxido de zinc. Son semiconductores que pueden transformarse en magnéticos rodeándolos de átomos de azufre, de la misma forma que en el caso del oro. Es posible que pueda ser aplicado en el futuro en materia informática. Quién lo sabe.
Efectivamente. El oro no presenta características magnéticas. Es diamagnético. Es decir, al acercar un imán (un campo magnético) a este material repele. Sin embargo, al rodear las nanopartículas de oro con ciertas moléculas orgánicas, pueden adoptar características magnéticas distintas del oro común que conocemos tanto en anillos como en pendientes.
Las nanopartículas de oro miden dos nanómetros que se convierten en magnéticos mediante enlaces químicos como el azufre. Todavía no conocemos el mecanismo de este sorprendente descubrimiento, pero estamos trabajando en ello. Es un descubrimiento muy importante. El oro no es muy tóxico para el cuerpo humano.

En este momento hay áreas científicas que están enfocadas a la nanotecnología, más atractiva que nunca. Sin duda, todavía hay muchas tareas, pero crece más que nunca; el interés por la nanotecnología es cada vez más evidente.
La medicina, por ejemplo, está investigando todo lo dicho hace años. Varios institutos de nanotecnología han realizado once experimentos con conejos, etc. y algunos estudios se encuentran en fase de pruebas clínicas. Yo no puedo poner una fecha a todo esto porque sería un error, pero estamos y lo están haciendo, y es posible que de ese trabajo se puedan obtener resultados como los que hemos mencionado.

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