}

El hielo de la Antártida, el archivo del clima de la Tierra

2004/07/04 Rementeria Argote, Nagore - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

En la Antártida hay una gruesa capa de hielo sobre el continente. Esta capa ha sido extraída de una zona más gruesa, perforada hacia abajo, con una médula o cilindro de hielo de más de tres kilómetros de longitud. Este trabajo de varios años ha sido lento y laborioso, pero los científicos creen que ha merecido la pena. De hecho, esperan obtener información relevante sobre el clima y la evolución de la atmósfera a través del análisis de este hielo.
El hielo guarda información importante sobre el clima.

El hielo, una vez formado, conserva la composición de la atmósfera actual y las características del clima. La antártida ha ido acumulándose durante muchos años, por lo que su estudio permite conocer datos de diferentes épocas. La investigación del hielo ha mostrado, entre otras cosas, la estrecha relación entre la cantidad de CO2 presente en la atmósfera y la temperatura. El manto de hielo que han conseguido ahora es el más largo jamás extraído y es el registro perfecto del clima de los últimos 740.000 años.

Para la extracción de este cilindro, sólo han podido trabajar durante dos o tres meses al año, debido al clima duro. La zona de perforación ha sido el lugar denominado Dome C, al este del continente, donde la temperatura es muy baja en algunas épocas del año. Por ello, han tenido que aprovechar el verano de la Antártida para agujerearlo, ya que es cuando tienen el ambiente más "templado", en torno a los -25ºC.

Para combatir el frío exterior, los científicos de Dome C tienen potentes calentadores en tiendas y barracones, pueden coger duchas calientes en cualquier momento y tienen sauna. Pero a pesar de todas estas comodidades, tienen que trabajar duro cuando están perforando fuera.

Trabajo lento y duro

Un tubo metálico es el componente principal del aparato de extracción de hielo. Tiene una longitud de 3,5 metros y una anchura de 10 centímetros y tiene la taladro en su extremo. Cada vez se perforan unos metros y la médula de hielo queda dentro del tubo. A continuación, traen el tubo a la superficie y sacan la médula, la registran y la guardan y vuelven al agujero para sacar de nuevo los siguientes metros.

Los científicos deben trabajar en condiciones extremas en la Antártida.

La perforación debe ser cuidadosa, puede producirse en cualquier momento y problemas técnicos. En los metros iniciales, por ejemplo, hay muchas burbujas de aire, por lo que el hielo es mucho más lento. Cuando afloran, además,

una caída de presión puede provocar la explosión del hielo y reducirlo completamente. Por otra parte, los príncipes de hielo pueden entorpecer todo el mecanismo. Esto ocurrió en Dome C en la época de perforación de 1998-99 y no pudieron recuperar el tubo. En consecuencia, tuvieron que abandonar el agujero y empezar en otro lugar desde el principio, lo que supuso un gran retraso.

A medida que avanza el trabajo, todo el proceso es cada vez más largo. En Dome C, cuando estaban por debajo de los tres mil metros, sólo necesitaban una hora para traer el aparato a superficie.

El objetivo del proyecto era perforar toda la capa de hielo, pero cuando alcanzaron los 3.100 metros tuvieron otro problema. Apenas faltaban unos 100 metros y se vio que el hielo se encontraba cerca del punto de fusión. Al parecer, era la influencia de una fuente de calor geotermal en el suelo.

Investigadores europeos trabajan en diferentes zonas de la Antártida.

Esto suponía un gran riesgo para el taladro, ya que este hielo podía ser recristalizado y bloquear todo el mecanismo. Decidieron entonces suspender los trabajos, pero para el mes de noviembre se prepararán y volverán a sacar los metros que faltan. La investigación está en marcha

Mientras tanto, comienzan a investigar los fragmentos de esos 3,1 kilómetros. Los trabajos se están llevando a cabo dentro del proyecto europeo EPICA, y los trozos de hielo extraídos han sido enviados con mucho cuidado a diversos laboratorios europeos. Una cuarta parte de todos los trozos de cilindro ha quedado en la Antártida para sustituirle en caso de algún problema.

Los científicos de los laboratorios, aunque estén en zonas más templadas, también necesitarán ropa de invierno y material adecuado para trabajar en congeladores gigantes. En el análisis de las muestras cobra especial importancia el aire antiguo atrapado en el hielo. Están midiendo de todo, dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno, isótopos de nitrógeno y oxígeno...

Las investigaciones de laboratorio no han hecho más que empezar, pero ya se han publicado los primeros resultados. Uno de ellos es el tiempo que abarca el hielo, desde hoy hasta hace 740.000 años.

En el campamento Dome C se ha extraído la loma de hielo más larga de la historia.

Además, se han obtenido datos sobre una época especialmente importante. Esta época se extiende entre los 425.000 y los 395.000 años, cuando la órbita de la Tierra fue, por última vez, la misma que la actual.

Los primeros datos muestran que aquella época, al igual que la actual, era un período interglaciar cálido y que el clima y la composición de la atmósfera eran muy similares. Según los investigadores, la cantidad de CO2 por hora era la misma que la de la era industrial. Según la interpretación de estos datos, si no hubiera efectos de calentamiento global, habría que esperar 16.000 años para ver la siguiente glaciación.

Los estudios se prolongarán y los científicos esperan obtener información relevante para futuras predicciones más precisas. Una de sus principales metas será comprender mejor la influencia de los gases de efecto invernadero.

Publicado en 7K.

Gai honi buruzko eduki gehiago

Elhuyarrek garatutako teknologia