"La medicina es muy interesante, pero yo necesitaba algo más"

"La medicina es muy interesante, pero yo necesitaba algo más"
Sí, es cierto. A la gente le interesaba sobre todo la síntesis de proteínas, la genética: cómo el ADN produce las proteínas necesarias para formar este cuerpo admirable. Y durante muchos años se ha considerado que la degradación y destrucción de proteínas no es importante. Algo parecido ocurre cuando comemos una chuleta o un marisco o lo que sea. Lo echamos al estómago y desaparece. La gente no tenía ninguna importancia.
Nosotros, sin embargo, pensábamos que sí, porque teníamos sospechas de esa importancia. Y al final se ha visto que es una cuestión muy importante. Principalmente para control de calidad. Las proteínas son estructuras muy complejas que se ven afectadas por la temperatura, el oxígeno, los productos químicos y la contaminación, dejan de funcionar y se pliegan mal, por lo que debemos descartarlas. No podemos apilarlos en el cuerpo.
Es como la basura; si se acumula la basura de Donostia, pondrá patas arriba la ciudad. No importa que sea un día, no importa que sea dos días, pero si ocurre tres, cuatro o cinco días, se acumulará basura, se extenderá el olor a la ciudad, se extenderán enfermedades, acudirán gatos y perros y será un desastre. En el cuerpo es lo mismo. Si se acumulan proteínas malas, causarán muchas enfermedades y por eso debemos destruirlas constantemente.
Sí, eso es. Hay que marcar las proteínas para que el sistema pueda diferenciar entre proteínas buenas y malas. Comparable con el ejemplo de basura. Pones la basura en bolsas de plástico y los basureros saben que tienen que tirarla. Pero no tirarán a la basura, por ejemplo, un coche que se encuentra a su lado. Gracias a la marca, los recogedores saben qué es la basura y qué no.
Y con las proteínas pasa lo mismo. El cuerpo pone una marca "roja" llamada ubiquitina (una proteína también). Y el sistema sabe que debe destruir todas las proteínas que tienen la ubiquitina a la espalda. Esa es la idea principal. Es un sistema de selección. En la vida tenemos que ser muy específicos. No podemos destruirlo todo o construirlo todo. Necesitamos ser específicos. Y en este caso debemos llevar a la reducción de proteínas.

Y yo soy médico. Soy doctor.
Convencido, además. La medicina es muy interesante y tiene grandes retos, pero yo necesitaba algo más: necesitaba entender los mecanismos de las enfermedades. Los médicos tratan las enfermedades, pero mi interés es saber cómo se producen. Es un interés personal, no es algo mejor que el otro, es fruto de mi curiosidad.
Hay varias respuestas para esta pregunta. El primero es que el Premio Nobel se creó a voluntad de Alfred Nobel. Se trata del dinero de una persona que la adquirió de la venta de la dinamita y que quiso premiar los grandes logros. Y decidió premiar los logros en: Física, Química, Medicina, Paz y Literatura. Luego vino el premio de Economía, pero no fue su decisión. De hecho, el de Economía no es un premio Nobel, aunque está mezclado con otros (el nombre completo es el del Banco de Suecia en homenaje a Alfred Nobel). No puedes decidir qué tiene que premiar la comunidad de las Novelas porque es una decisión a la carta de Alfred Nobel.
Esta es una parte de la respuesta. La otra parte es que los premios no son un objetivo de la vida. Quiero decir que la gente trabaja para hacer descubrimientos, para avanzar; no trabajas para ganar un premio. Cuando nací y empecé a estudiar, y empecé a trabajar, no tenía premios en mente. Claro, después me vinieron los premios, pero no fueron un objetivo en mi vida. Los premios son un reconocimiento social a nuestros descubrimientos. Y hay premios para el reconocimiento de ámbitos en los que no se otorgan otros premios. Hay premios periodísticos como el premio Pulitzer, hay premios de arquitectura como el premio Pritzker, premios de ciencias de la computación como el premio Turing, premios de matemáticas como las medallas Fields, etc. La gente sabe cómo reconocer el buen trabajo. Creo que esa es la respuesta: se reconoce también lo que se consigue en otros ámbitos. Pero no trabajamos para ganar premios, trabajamos para mejorar la vida humana. Los premios son una cuestión secundaria.

Sí, sin duda, sí. Los premios Nobel enseñan al público física, química o medicina.
Sí, claro. Pero una vez más debemos entender que la sociedad crea premios como reconocimiento a un descubrimiento. Y que lo importante es el mismo descubrimiento y no el reconocimiento.
Es un juego. Una declaración. Está muy bien recoger el premio, está muy bien el reconocimiento, pero en muchos otros ámbitos quedan sin sitio. Es posible que tengan que dar dos o tres Nobel al año y así poder premiar muchos campos. Los premios Nobel no llegan a todos los ámbitos y quedan muchos ámbitos sin premiar, y sin embargo son ámbitos importantes.
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