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Se cumplen 250 años del experimento de Franklin

2002/06/25 Elhuyar Zientzia

Cuenta la leyenda que este mes, pero hace 250 años, Benjamin Franklin ató una llave a un cometa y que los introdujo en el tormentoso cielo de Filadelfia. No era una locura, quería demostrar que los rayos son electricidad.

Franklin, fuertemente criticado por el clero, fue acusado de querer desafiar a Dios, pero tanto en América como en Europa, fue considerado uno de los más claros de su tiempo.

Sin embargo, existe una gran divergencia entre los historiadores: hay quien opina que, a pesar de ser un hecho real, no está claro dónde y cuándo se hizo el ensayo, por lo que no se puede considerar una leyenda cierta, mientras que otros consideran que las evidencias son numerosas.

Según los creyentes de la leyenda, un inventor de 46 años y su hijo de 21 años, William, salieron a probar la teoría de los rayos de Franklin en junio de 1752. La pareja esperó a la tormenta en un campo y una gruesa mata de nubes cargó negativamente el cometa, la cuerda y la llave. La descarga no afectó a Franklin gracias al trozo seco de seda que llevaba en la mano, pero cuando el investigador tocó la llave, una chispa saltó a mano. Los únicos testigos eran Franklin y su hijo, y la historia y todos sus detalles fueron difundidos quince años después por Joseph Priestley, compañero de Franklin.

Para algunos historiadores, Franklin no fue la primera que vio la similitud entre la electricidad estática de la tierra y los rayos, pero sí la que diseñó el primer experimento para demostrar esa semejanza. Además, Franklin demostró con este descubrimiento que los experimentos sobre electricidad estática que se realizaban en los laboratorios eran más que un mero pasatiempo, investigaciones sobre las principales fuerzas de la naturaleza.

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