Penitentes blancos


Los penitentes blancos de hielo pueden ser de unos pocos centímetros a cinco metros. Se les llama así porque evocan penitentes cubiertos de gorro blanco que van en procesión. Se producen a altas altitudes, como las de estas fotos, en medio del desierto de Atacama, en Chile, a más de 4.000 metros.

El primero que describió a los penitentes fue Darwin, de camino de Santiago de Chile a Argentina, que tuvo que pasar por una zona llena de penitentes. Escribió que los habitantes creían que aquellas curiosas estructuras se debían a los fuertes vientos.

Pero, como se ha demostrado más tarde, el viento no tiene nada que ver en el origen de los penitentes, sino con el sol. En primer lugar, los rayos de sol provocan pequeños agujeros en la nieve helada. Una vez formados estos orificios, la radiación se concentra en el interior del agujero reflejando los rayos del sol en las paredes del agujero. Como resultado, la sublimación se acelera dentro del agujero. Así, el agujero se hace cada vez más profundo y entre los agujeros quedan erguidos los picos de hielo, los penitentes blancos.

Buletina

Bidali zure helbide elektronikoa eta jaso asteroko buletina zure sarrera-ontzian

Bidali