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Cultivos modificados genéticamente en el mercado

2003/04/03 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

La semana pasada el Senado español aprobó el proyecto de ley que regula el uso y comercialización de organismos modificados genéticamente.

De las enmiendas presentadas, sólo se aprobaron cinco, tres del Partido Popular y dos del Partido Nacionalista Vasco, todas ellas aprobadas antes de que el proyecto llegue a pleno, por lo que el proyecto volverá al congreso con pocos cambios. El Partido Popular desestimó todas las enmiendas presentadas por la oposición, en su mayoría favorables al aumento de controles y garantías y al aumento de la competencia autonómica.

El proyecto de ley deroga la legislación actual. La actual sigue la ley de la Unión Europea y con la nueva ley se pretende una mejor adaptación a la misma. Además, pretenden dar respuesta a las nuevas demandas de uso y comercialización de transgénicos. Sin embargo, no hay grandes cambios respecto a la ley actual.

El proyecto de ley se basa en los principios de prevención y cautela, es decir, en que se actuará con diligencia para evitar cualquier daño a la salud del consumidor y al medio ambiente. Para ello, se analizará cada solicitud, cada caso y paso a paso, nunca se autorizará un paso hasta garantizar la seguridad del anterior.

Cultivos transgénicos en España

En el registro de variedades vegetales comerciales de España existen dos variedades de maíz genéticamente modificadas: Compa CB y Jordi CB. Aprobados en 1998 y comercializados por Sygenta. Ambas tienen la misma transformación genética para ser resistentes al agujero del maíz.

Los tratamientos convencionales contra el agujero del maíz son poco efectivos, lo que la convierte en una de las plagas más dañinas de las plantaciones de maíz y genera importantes pérdidas económicas. En los casos más graves, el agricultor pierde el 30% de la cosecha por culpa del agujerero.

El maíz resistente al agujerero se cultiva principalmente en el valle del Ebro, Albacete, Toledo y Badajoz, es decir, en los lugares donde el agujerero es más problemático. En menor medida también se cultiva en Navarra, Madrid y Girona. En total, en España se cultivan unas 20.000 hectáreas.

Además del maíz, se puede importar y comercializar en España y en la Unión Europea una soja transgénica producida por la empresa Monsanto. Esta soja ha sido transformada para ser tolerante al glifosato herbicida y vendida desde 1996 por varias compañías norteamericanas.

¿Qué normas debe cumplir la planta transgénica?

Las leyes que regulan las plantas transgénicas son muy estrictas en la Unión Europea y en España. Para la aceptación de nuevas variedades siempre se establece el principio de precaución, por lo que un organismo genéticamente modificado debe contar con varias autorizaciones antes de su comercialización.

En primer lugar, la Comisión debe adoptar una decisión favorable y publicarla en el diario oficial de las Comunidades Europeas. Para ello, el comité de expertos debe realizar un estudio y comprobar que no produce ningún daño para la salud humana y el medio ambiente.

También debe cumplir el reglamento de nuevos alimentos y componentes y, en su caso, se publica en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. Este reglamento regula tanto la autorización como el etiquetado. En cuanto a la etiqueta, hay que tener en cuenta que cuando se produce una contaminación accidental, la parte o componente genéticamente modificados es inferior al 1%, no tiene por qué figurar en la etiqueta.

Por otro lado, para comercializar nuevas variedades genéticamente modificadas, deberá figurar en el registro de variedades comerciales. Previamente, la orden que lo autorice deberá figurar en el Boletín Oficial del Estado publicado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. A diferencia de las variedades mejoradas por otras vías, las variedades modificadas genéticamente requieren un plan de seguimiento. De esta forma se controla, por un lado, el cumplimiento de los objetivos de la transformación genética y, por otro, la influencia en otras especies.

Por último, si las nuevas variedades necesitan un nuevo herbicida, deberán obtener la autorización previa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Para la concesión de este permiso se deciden las dosis y el uso del herbicida, con el fin de que la dosis de herbicida sea eficaz, pero garantizando su inocuidad para el medio ambiente y la salud animal y humana.

Transgénicos en el mundo

La organización encargada de las aplicaciones de la biotecnología en la agricultura, ISAAA, realiza un seguimiento de los cultivos transgénicos. Según los datos aportados por esta organización, la superficie ocupada por los cultivos transgénicos creció un 12% entre 2001 y 2002, lo que supone un incremento de aproximadamente 6,1 millones de hectáreas con variedades modificadas genéticamente. La superficie total plantada es de 58,7 millones de hectáreas; teniendo en cuenta que en 1996 se plantaban 1,7 millones de hectáreas, los cultivos transgénicos han crecido considerablemente.

En proporción, los cultivos de transgénicos han crecido en China, con un incremento del 40% en la superficie ocupada por los transgénicos. Plantan principalmente algodón transgénico, que ya ocupa más superficie que el algodón convencional. En India, Colombia y Honduras la superficie ocupada por las plantas trangénicas también ha crecido proporcionalmente, pero hay que tener en cuenta que ya no se cultivaban transgénicos en estos países.

En hectáreas, los países que más superficie han plantado han sido EEUU y Argentina. En EE.UU. se cultivaban 35,7 millones de hectáreas en 2001 y 39 en 2002. En Argentina, a pesar del empeoramiento de la situación económica, se cultivan ya 13,5 millones de hectáreas, frente a las 11,8 del año 2001. Entre estos dos países, más Canadá y China, ocupan el 99% de la tierra plantada con transgénicos ( ver mapa ).

Europa continúa en los últimos puestos. En 2001 no hubo cambios en España, Francia y Alemania. Fuera de la Unión Europea, Rumania y Bulgaria plantaron variedades de soja y maíz transgénicos.

En cuanto a las especies de transgénicos que se cultivan, la más cultivada es la soja (63% de los transgénicos). Le siguen el maíz (19%), el algodón (13%) y la colza (5%). La mayoría de ellas, un 75%, son variedades transformadas para ser tolerantes a herbicidas y un 15% para ser resistentes a insectos. El 8% de las variedades reúne ambas características.

Además, por primera vez la soja transgénica se ha adelantado a la soja común, que representa el 51% de la soja que se cultiva en el mundo. Por su parte, el transgénico representa el 20% del algodón cultivado y el maíz transgénico ha pasado del 7% en 2001 al 9% en 2002.

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