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Redes de ADN para protección

2006/04/30 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Pocas moléculas serán más conocidas que el ADN. Es famoso por ser depósito de información genética. Es más, para algunos, es él quien guarda las respuestas a las preguntas básicas: quién somos, por qué somos así… como si fuera un libro sagrado. Pero también puede ser un pañuelo de papel. Y es que tiene otras funciones, no tan sagradas, pero sí importantes. Participa en el sistema inmunitario.
Para algunos, el ADN es como un libro sagrado.

El sistema inmunitario se encarga de hacer frente a los continuos ataques del cuerpo, tanto por parte de agentes externos como internos. Para ello utiliza diferentes mecanismos y estrategias. Entre ellas se encuentran las células especializadas para la captura y destrucción de agresores, entre las que se encuentran los neutrófilos.

Los neutrófilos luchan contra las bacterias que entran en el cuerpo de dos maneras: por un lado, liberan sustancias tóxicas que les rodean, pero sobre todo fagocitan las bacterias. Es decir, rodean, internalizan y digeren bacterias patógenas. Comen, tragan, comen al enemigo.

Red ADN

Los neutrófilos lanzan el ADN dentro del núcleo para luchar contra los agresores.
Instituto Max Planck

Pero no es todo eso. En 2004, investigadores del Instituto Max Planck descubrieron que los neutrófilos utilizan otro mecanismo. Hasta entonces nadie se había dado cuenta de ello y los investigadores le sorprendieron al principio. De hecho, demostraron que los neutrófilos lanzan redes para atrapar a los agresores. Y estas redes están fabricadas con ADN y proteínas. En concreto, los neutrófilos utilizan el ADN de su núcleo para tejer estas redes.

Los investigadores ya se dieron cuenta de que los hilos de ADN estaban presentes en las muestras que usaban el laboratorio, pero creían que se extraía al romper las células. Ni siquiera sospechaban que la propia célula lanza su ADN. Profundizando en la investigación, descubrieron que las redes de ADN son realmente efectivas en la destrucción de microorganismos.

La molécula de ADN no presenta una actividad intrínseca contra los microorganismos, sino que sus características físicas le confieren la capacidad de protección al no formar un malla viscosa de dos metros. Además, algunas proteínas se intercalan en la red. Son histonas.

Los histonas, que acompañan al ADN en el núcleo de las células, permiten que el ADN adquiera la forma de cromosoma. Pero no sólo eso, a diferencia del ADN, las histonas tienen poder microbicida.

La red de ADN sirve también para evitar la dispersión de sustancias tóxicas liberadas por neutrófilos. Aunque libera estas sustancias contra los microorganismos, también dañan las células del cuerpo, por lo que conviene no extenderlas en exceso.

Seguir investigando

La red de ADN captura bacterias.
(Foto: Instituto Max Planck)

El año pasado, investigadores de la Universidad de Minnesota descubrieron que en la fecundación los neutrófilos utilizan su ADN para capturar los microorganismos espermáticos. También captura espermatozoides, pero éstos tienen una enzima que destruye el ADN y por tanto se liberan de la red. Algunos casos de esterilidad se deben al exceso de ADN.

Los investigadores siguen teniendo muchas preguntas pendientes. Entre otras cosas, quieren saber cómo sale del núcleo y si tiene relación con las enfermedades autoinmunes. Y, yendo un paso más allá, empiezan a analizar si se puede utilizar para curar algunas enfermedades.

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