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Ballenas pescadoras

1991/07/01 Egaña Goia, Miren Iturria: Elhuyar aldizkaria

Una de las profesiones tradicionales de GURE Herria, si tenemos en cuenta su ubicación, ha sido car y pescar.
Detalle del mapa realizado por Pierre Desceliers en 1546: En ella se puede ver el nombre de lugar B. de Seria.

Una profesión tradicional de GURE Herria, si tenemos en cuenta su ubicación, ha sido la de embarcar y pescar. A lo largo de los siglos, pues, han estado presentes en esta actividad y, al mismo tiempo, nuestros predecesores también se dedicaron al comercio a través del mar, un medio de transporte rápido y barato. Con el paso del tiempo se olvidan innumerables acciones de nuestros arrantzales y marineros.

Sabemos que la aventura marítima comenzó muy tempranamente con nuestros antepasados, y que con ella también adaptaron la construcción naval y las técnicas de caza de ballenas. De hecho, XVII. las ballenas pescadoras vascas predominaron en el siglo XIX en comparación con otros países europeos, con el objetivo de capturar y obtener beneficios a este animal.

Parece que EUBALAENA era la subespecie GLACIALIS o Balaena biscayensis en nuestra orilla del mar XIV. y XV. el que solía llegar hasta el puerto. En esa época, la reducción de la cantidad de ballenas, o, según se cree, empujaron a atravesar el océano Atlántico y a emprender las aguas frías de Terranova.

Ha tenido y tiene otro nombre vasco, que no es un préstamo, en los pueblos costeros. Hace unos cuatro años ceria, seria, seroie, seri, etc. desde Hondarribia hasta Bermeo. No encontramos nada parecido en la costa de Lapurdi. En Lekeitio un viejo pescador me dijo: serí y una ballena ‘ok’, y es evidente la casa que lleva la inscripción ZERIA 1575 en Hondarribia, en el barrio de Marina. Pero no ha quedado aquí solo este nombre.

Chateau Bay, Labrador. Nuestros antepasados pudieron encontrar este tipo de hielos poniendo en peligro sus barcos.

El prestigioso mapuche DESCELIERS, en su mapa americano de 1546, describe un lugar llamado B. de Seria en la costa actual del Labrador. Hicieron lo mismo N. Mapa norteamericano realizado por VALLARD en 1547 y F. de 1576. También en el mapa anónimo portugués atribuido a VAZ DOURADO. J. Este nombre aparece también en el portulano de mapas realizado por VAZ DEUTECUM en 1594 o aproximadamente en el lugar indicado por los anteriores. Estos tres últimos mapas parecen b. de serra y no B. de seria como dice el primero, pero eso no es sorprendente en nuestros nombres, apellidos, nombres, etc. si tenemos en cuenta los deformes que aparecen hoy en día.

Un punto sorprendente en este problema es que en el documento no se menciona este tipo de nombres de lugar y no aparece ni en el libro de atenciones de HOYARSABAL ni en el de DETCHEVERRE.

¿Cuáles son los dos escritores?. Sabemos muy poco de estos escritores que nos dejaron dos magníficos libros y a menudo hemos olvidado a nuestro Pueblo, porque nos han dejado los libros técnicos.

Red Bay, Labrador. En la parte delantera se encuentran los montones de tejas y bajo el segundo barco, el San Juan de 1565.

Es conocido que los vascos han sido prácticos y esa practicidad fue la que probablemente impulsó al capitán OIARZABAL a escribir una escuadra o un libro de guías para navegar. Desgraciadamente nos dejó escrito en francés Les voyages aventureux du Capitaine Martin de Hoyarsal, habitant du çubiburu, aunque el impresor no dijo que el escritor era francés, sino vasco. Buscando sus huellas, en Oiartzun hemos podido comprobar que en la actualidad el caserío Oiartzabal sigue en pie. También en 1579, cuando era nuestro capitán.

El otro libro, nombrado por Piarres DETCHEVERRY, fue: Este libvrv es el Ixasoco Navacioneco, Martin de Hoyarzabalec egiña Francéses. Y Piarres Detcheverry, o Dorrec escararat, y más adelante la abançatuba. Burdeos 1677. Dice claramente que Detxeberri parece más que sus predecesores.

Este punto no siempre se ha tenido en cuenta a la hora de analizar nuestros problemas literarios, ya que no han dudado. J. Empezando por VINSON y a continuación el resto nos indica que sólo es traducción. La equiparación de ambos libros permite apreciar que no es así. Los tramos analizados han sido el litoral vasco y el de Terranova. Hay descripciones similares (por no decir las mismas), pero también hay anécdotas que aparecen en una y no en la otra. Cabe destacar el caso occidental de Terranova. Oiarzabal no menciona nada.

Red Bay, Labrador. Cementerio de Saddle Island.

Parece que en el oeste del actual Port aux Basques no había nada en la época de OIARZABAL, ya que apenas aparecen nombres en el XVI. En el siglo XX, no en los mapas de los portugueses, ni en los españoles, ni en los italianos o holandeses. Lo contrario ocurre en el libro de DETXEBERRI. Muy bien, describe con tanta precisión esta costa occidental, en la que es fácil seguir a toda costa con un mapa actual.

Esto significa que los vascos conocían muy bien esta costa occidental y, si es necesario, su lugar de pesca, con el objetivo de mantenerla oculta para valerse por sí mismos o, sin embargo, no era el XVII. Queremos dar a conocer esta costa hasta el siglo XIX. Hay documentos en los que se dice que los vascos sabían desde hace tiempo el secreto de Terranova y lo guardaban en el silencio. Además es conocido en el XVIII. a esta costa de arte se le llamaba La côte des Basques.

Antes hemos mencionado que los vascos eran prácticos y quiero decir dos palabras al respecto. Por un lado, el libro que dejaron nuestros dos capitanes, sobre todo el que escribió OIARZABAL, no tiene nada parecido con el que escribió en su día. He tenido la oportunidad de leer lo del famoso Jean ALPHONSE y es mucho más exacto nuestro capitán, aunque también lo hace en francés, como Senct Sebastien, Figuier, etc. Este libro se vende en el XVIII en La Rochelle.

Hoy en día los pescadores de la zona siguen saliendo a bacalao en motos pequeñas.

Pocos investigadores han tenido en cuenta la obra de OIARZABAL. Otro tanto ocurre con Detxeberri. Su libro apenas ha sido leído por nadie y, por supuesto, no aparece en la bibliografía básica en investigaciones relacionadas con temas marinos. Por supuesto, en el caso de América serían imprescindibles, pero parece que nadie los conoce. Hay excepciones. Los investigadores PROWSE y HARRISSE conocieron a principios de siglo algunos mapas elaborados por DETXEBERRI.

Siguiendo con la técnica, no podemos callar ante las declaraciones de los investigadores canadienses. Es conocido que en 1977, en la actual Red Bay de Labrador, se encuentra bajo el agua un ballenero de vascos y se están realizando investigaciones en profundidad, tanto en el subsuelo como en tierra. Tras el estudio del barco, parece que puede ser el San Juan, sumergido en 1565. Según los investigadores, este barco tenía grandes avances, equiparándose a los de su época, los que se hacían en Holanda o Inglaterra.

XVI. En el siglo XX, el comercio vasco parecía tener mucha fuerza. Por un lado, controlaba la construcción naval y, como consecuencia de la pesca de ballenas, controlaban también el mercado de la grasa de la ballena o de la saina, ya que hemos dicho que los problemas de pesca eran los principales. ¿Qué diferenciaba a nuestros balleneros de los demás? La técnica ideada por los vascos era ir en barco en busca de ballenas y atrapar con un arpón sujeto a una larga cuerda. Eso no lo hacía nadie en Europa en aquella época; XVI y XVII. Queremos decir en siglos.

Red Bay, Labrador. En las excavaciones de Saddle Island han aparecido numerosas tejas y hornos que utilizaban para fundir el caña.

La ballena sale tras su muerte y es fácilmente transportable a tierra. Nuestros pescadores elegían lugares especiales para llevar a cabo las acciones que se describen a continuación. No estaban en tierra, en el continente, sino en islas. Los hornos se instalaban en islas tan abundantes como las anteriores a la bahía. Allí se trituran las ballenas y luego se cuecen en unos grandes cubos de cobre y se funden. Luego entraban en las cubas de roble y cuando el barco se llenaba se volvían a casa en diciembre o, como dicen los historiadores de entonces, después de vender su mercancía en muchos lugares.

Pocas cosas nos han quedado entre nosotros tras un comercio tan importante. En cualquier caso, prácticamente todos los pueblos costeros tienen en su escudo o sello la presentación de esta acción, ya que casi todos tienen embarcación (como la de Donostia o la de Zumaia) o ballena (como Biarritz, Hondarribia, Getaria, Bermeo o Lekeitio, por citar algunos).

Por su parte, en Canadá, hasta la fecha se han enterrado varios nombres de lugar, lápidas y recipientes sumergidos y hornos, tejas, cerámica y cuerpos.

Torre de los Loiola, Azpeitia. En la última reparación de la casa aparece esta imagen de barco a modo de grafiti. Puede ser de la época de San Ignacio.

Nuestro estudio se ha realizado desde el punto de vista lingüístico y para ello hemos tomado como base los libros de ambientación marina antes mencionados y analizado los mapas elaborados entonces. Es evidente que los vascos iban a Terranova y volvían a trabajar. Los desplazamientos por cuenta ajena y por cuenta propia nunca tuvieron intención de hacerse suyos. Tuvieron relaciones con los locales (a veces buenas, otras no), pero Lope de ISASTI XVII. Lo dicho por el historiador del siglo XX nos indica perfectamente cómo eran esas relaciones en su día. Los vascos enseñaron a los indios y esquimales (inuit) a decir adiós: ¿Qué tal? –El cura mejor.

Según el investigador HARRISSE, H., los vascos y canadienses tenían muy buenas relaciones. Pierre de LANCRE afirmaba en 1613 que:

... les Basques y trafiquoient si bien les Canadois ne traictient parmy les François en autre langage qu’en celle des Basques.

Ha quedado, pues, muy pocas cosas en esos territorios hasta la fecha. A pesar de su popularidad, no se puede obviar que la palabra orein sigue en forma de oregal hasta hoy, y para nombrarla, se ha convertido en un nombre común en el francés de Québec. En los nombres de lugar que hemos analizado de cerca, hemos visto que uno de ellos se ha mantenido convertido en un nombre común, tanto en su forma francesa como inglesa. Cualquier persona del litoral sabe lo que es la barra (acumulación de arena) y lo que es la barrita, es decir, la pequeña barra.

Escudo de Hondarribia en el muro de la iglesia. En la parte inferior izquierda se ve claramente el cerco herido con arpón.

Este nombre, convertido en común, aparece de dos formas distintas: Barachoix en los territorios ocupados por los franceses y Barrasway en los ingleses. Además de estos, y dado que los dos libros de mar que analizamos son tan ricos (entre ellos se pueden agrupar alrededor de 60 nombres de lugares vascos), sólo unos pocos han llegado hasta hoy. Queremos dejar a un lado los nombres que hacen referencia a nosotros, como port aux Basques, Echaffaud aux Basques, Ile aux Basques, Biscay Bay, etc. y veremos las que tienen más relación con el euskera.

Placentia se ha mantenido hasta la fecha, pudiendo ser como la Plentzia en Bizkaia: Burin puede ser una variante de Buru. DETXEBERRI utiliza con frecuencia el término cabeza para designar el extremo terrestre que avanza por el mar.

Vacaciones puertos

Hoy Port au Port es y hay que tener en cuenta el significado de Oppor, Ophor en diferentes radas, extremos, etc. que le rodean. Era de San Juan de Luz (costero por tanto), según Pierre d’URTE, un tipo de barco de madera. Nuestro Puerto de Vacaciones sería un puerto donde había barcos. En la actualidad no tiene ninguna explicación Port au port y, si es necesario, fue francés mediante una metátesis.

La Bella Baya, a la que alude Detxeberri, es sin duda la Bonnea Bay de hoy, situada en el centro occidental.

Nuestro escritor, que dio como puerto charreco a su Manual navegacioneco, lo interpreta como Anngurachar en un mapa realizado por el mismo autor en 1689, y en el mapa realizado por Denis de ROTIS, de Fonachar San Juan de Luz en 1674. Actualmente se conoce como Ingornachoix Bay. Este nombre de lugar parece ser tratado como otros. -mala y mala parece que los finales han funcionado como si fueran uno, ya que en ambos casos aparece -choix. Aquí nos parece que hay que ver la influencia del francés; -oa, -ua, diptongo es como -oir en francés.

Escudo del Ayuntamiento de Bermeo. En casi todos los pueblos costeros de nuestro País aparecen ballenas y barcos.

Nos habría tocado mucho estudiar uno a uno más de sesenta nombres de lugar, y sólo haremos referencia a los más destacados. Ferrol çahar, el lugar que hoy aparece con una clara traducción de Old Ferrol ha sido, sin embargo, otro nombre: Etchaire Portu. Dicen que un donostiarra descubrió este lugar y le dio su nombre. No obstante, este nombre aparece en las actas de las Juntas Generales del RSBAP 1777. Es muy curioso lo que dice DETXEBERRI: Etchaire Portu está en Ferrol Caharrerat o Españolec... No cabe duda de que estos españoles eran vascos del sur. Si no fuera así, necesitaría puerto (con un diptongo) y además el apellido Etxaire no tiene dudas.

Sólo mencionar las que aparecen hasta el final de la costa noroeste de Terranova: Amuix, Anton Portu, Buruarrassoa, Miariz. Algunos de ellos nos recuerdan el encanto popular de Amuits, en Hondarribia, o Biarritz, en Lapurdi.

Las descripciones de los lugares y la abundancia de nombres vascos nos indican que la zona costera era era utilizada únicamente por los vascos, por lo que no aparece nombre en cartas, mapas y portulanos elaborados por los mapeadores europeos.

Incluso el estrecho de Belle Isle parece que estos pescadores estaban muy contentos, por las huellas que había hasta la fecha y por los nombres de los lugares que aparecen en los libros de mar mencionados. Estos nombres nos indican muy bien la acción de aquellos marineros: capturar ballenas. Por eso nos aparecen Balea Portu, Balea Baya, Baleetaco Baya, Labeac... Hoy en día no encontramos restos de nombres, pero sí muchos cuerpos de tejas, cerámica y barcos sumergidos y enterrados. Todo ello es investigado desde hace unos catorce años por investigadores de Parcs Canadá. Esperamos que las investigaciones se lleven a cabo en breve y que nos descubran parte de nuestra historia.

Red Bay, Labrador. Mano de ala para nadar ballenas. Los balleneros cazaban ballenas a su medida.

El último problema que quiero traer ahora es el que algunos mencionan y que hasta ahora nadie ha tomado en serio. Algunos de los investigadores de principios de siglo hablaron de la existencia de un grupo vasco en la elaboración de mapas de Terranova. Así lo dicen los eruditos PROWSE y HARRISSE al investigar el problema de Terranova.

Desde entonces y hasta 1984 prácticamente nadie ha tenido en cuenta este problema. A nosotros nos ha parecido muy interesante, porque no es fácil encontrar tantas pruebas a la vez. Por un lado, los dos libros de mar y por otro, cuatro mapas de Terranova realizados por vascos: Además del libro, DETXEBERRI nos dejó dos mapas (realizados en el Plasentça en 1689), el Denis de ROTIS nos dejó un mapa (realizado en San Juan de Luz en 1674) y el mapa adquirido recientemente por los Archivos Nacionales canadienses fue el de 1713 o el de Sent Ian de Luz. Había, pues, la costumbre de hacer mapas: también hacía una casa en Donibane. En esta actividad no sólo estuvieron los vascos. Tanto por su aspecto como por su ubicación, se han encontrado al menos siete similares. Algunas son anónimas pero otras tienen propietario, como CHAVITEAU 1698, DE COURCELLE 1675 o DE COUAGNE 1711.

Maqueta del posible buque San Juan, 1565. Parks Canada. Ottawa.

Todo esto nos lleva a una consideración: los mapas elaborados por los vascos eran técnicamente de buena calidad y no de cualquier manera. En la obra antes citada Les Portulans se dice que el mapa realizado por DETXEBERRI es superado únicamente por COOK. En relación a esto, podríamos pensar que en Donibane había una Escuela de Cartógrafos Vascos, la de Donibane, que ha dado el mayor número de resultados.

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