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Siniestros de verano

2003/07/07 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia

Es ideal para relajar la época estival y para reducir ligeramente el ritmo rápido de los meses de trabajo. Sin embargo, en algunos casos se producen accidentes que pueden romperse esta tranquilidad, pero pueden ocurrir de otra manera, pero si se producen en vacaciones, dan más rabia. A veces son ligeros y se olvidan en pocos días o en pocas horas, mientras que en otras ocasiones los períodos vacacionales pueden llegar a ser de tal magnitud.

La mayoría de los pequeños accidentes se producen en los meses de verano y no es casualidad. Mayor dedicación de horas fuera de casa en lugares desconocidos, lo que provoca una mayor incidencia de riesgos externos. Por otro lado, la tranquilidad que suponen los periodos vacacionales hace que se den menos importancia a todas las cosas y a menudo se den sorpresas. En otras ocasiones, sin embargo, los accidentes son consecuencia de la mala suerte.

¿Y qué hacer en estos casos?

Relativos al baño

Para pasar un día agradable en la playa, en la piscina o en la orilla del río, sobre todo si hay niños pequeños, lo mejor es tener en cuenta unas sencillas normas.

  • Independientemente de si saben nadar o no, los niños menores de 6 años deberían estar siempre bajo la supervisión de sus padres o cuidadores. Y también se recomienda estar atentos a los niños más curiosos.
  • La mayoría de los accidentes en las piscinas se producen por saltos y juegos acuáticos. Los niños, adolescentes y jóvenes, sobre todo, no deberían correr en la piscina ni empujarse en la orilla del agua, saltarse de espaldas o hacer silbatos, etc.
  • Al ir a la piscina y, por supuesto, a la orilla del mar, ver al socorrista no es razón suficiente para olvidar a padres y cuidadores de la responsabilidad de los niños. A menudo, los socorristas se dedican a otras cosas; además, su trabajo no es evitar las ridículas de niños o jóvenes, sino ayudar a los que están en peligro.
  • La mejor forma de entrar en el agua es hacerlo poco a poco. Empapar primero la parte del cuello, después los brazos y las piernas y por último todo el cuerpo. Después de comer, lo más prudente es esperar hora y media antes del baño, ya que de lo contrario se puede interrumpir la digestión. Esta interrupción aparece inmediatamente y aunque se notan fuertes picaduras que impiden nadar, en ocasiones no suele haber tiempo para reaccionar. En los niños puede ser aún más grave, porque a pesar de sentir dolor en la cabeza y en la zona del cuello, pueden no dar importancia y seguir buceando o jugando hasta perder el conocimiento. Asimismo, los cambios bruscos de temperatura (por ejemplo, la irrupción en las aguas frías tras una exposición prolongada de sol) pueden provocar mareos o dolores de cabeza.
  • Si estando en el agua notas escalofríos, cansancio, dolor de cabeza, picores y mareos sin pasar el tiempo de descanso para la digestión, lo mejor es salir del agua y ir a la sombra. Si continúan los escalofríos, cubrir el cuerpo con lo que tengas a mano (toalla, o cualquier otra ropa). Bebe agua en pequeños sorbos y si tras una hora persiste el malestar, acuda al médico.
  • Los saltos de inmersión también pueden ocasionar problemas, sobre todo si se realizan de forma peligrosa (y a los chavales les gusta más hacer una pequeña carrera por delante y de cabeza abajo, incluso sin ayuda de las manos, o con los brazos doblados detrás). Antes de sumergirse en el agua, analizar la profundidad del fondo y, si es posible, no saltar de arriba abajo, sino hacia delante. Los brazos deben colocarse delante, como continuación del cuerpo, protegiendo el cuello y la cabeza.
  • Si tú o alguien te sacaran del agua medio asfixiado, deberíais hacer inmediatamente una respiración boca a boca: tumbarlo en el suelo, boca arriba, con la cabeza inclinada hacia atrás y ponte manos a la obra. Debe tener la boca libre hasta la garganta y el cencerro; si tiene dentadura o prótesis, retírela. Cerrar las fosas nasales y soplar cada cinco segundos dentro de su boca hasta que vuelva a respirar. Si lo desea, mientras sopla, puede aplastar su pecho y su abdomen. Una vez realizado el ensayo, colócalo sobre una costilla y manténgalo lo más protegido posible, cubierto de ropa. No obstante, alguna persona adiestrada debería cuidarla lo antes posible.
  • Si vas a tomar el sol, no olvides ponerte la crema.

Pequeños cortes

Herir con una punta afilada, semi-oculta en la arena, o con alguna lata de conservas de la cocina es algo corriente. Si la hemorragia es leve, limpiar la herida con agua y jabón y después de aplicar yodo o antiséptico. Por último, cubrir la herida con una venda. Si no hay sangre y la herida no es muy grande, lo mejor es dejarla sin tapar. En caso de que el aparato causante de la herida esté sucio u oxidado, es preferible acudir al médico para que decida sobre la necesidad o no de vacunación antitetánica.

Hemorragias

La mejor medida ante una hemorragia relativamente grande es acudir al médico de urgencias. Mientras tanto, la herida puede apretarse con gas o con un trozo de tela. Si no es suficiente, apretar una arteria importante por encima de la herida. Si la herida que produce la hemorragia se encuentra en el brazo, deberá comprimir la arteria braquial, la arteria del brazo, en el interior del brazo, entre la axila y el codo. Si la hemorragia es en la pierna, hay que comprimir la arteria femoral en el paso por el muslo. En ese lugar hay que pulsar con fuerza, poniendo los dos pulgares a la vez. Si aún así no fuera suficiente y todavía no ha aparecido ningún médico, se deberá realizar un torniquete en dichas zonas y cada 5 minutos o tranquilizarlo para permitir el vertido de la sangre acumulada.

Si la hemorragia es nasal, y a pesar de haber oído lo contrario aquí o allá, lo que hay que hacer es sentarse y tirar la cabeza hacia delante apretando la fosa con la pulpa de pulgar en unos diez minutos. También sería conveniente colocar compresas de agua fría en la nuca o frente.

Fracturas y luxaciones

Cuando se produce un golpe o accidente de este tipo, es relativamente difícil saber si se ha roto un hueso a primera vista. En caso de duda, es mejor pensar que sí y no provocar más daños. No forzar ninguna articulación dolorosa ni dar comida ni bebida al herido, tal vez sea necesario que posteriormente sea anestesiado en el hospital para traer los huesos a su sitio. Si la parte afectada empieza a crecer, quítese cualquier cosa que apriete y aplique hielo para bajar la inflamación. Si el dolor se ha producido en el brazo o en el hombro, inmovilizar la extremidad con una toalla, por ejemplo, y luego acudir al servicio de urgencias. Si el golpe se ha producido en la pierna o en el respaldo, es mejor esperar a la ayuda sin mover el afectado.

Calambres

Para combatirlos y eliminarlos conviene tomar alimentos o bebidas con sal. Frotar toda la parte del cuerpo con agua fría, por ejemplo, si las calambres se sienten en un pie, el masaje se extenderá a toda la pierna. Por otro lado, mantener el cuerpo en reposo es también un buen remedio para ahuyentar las calambres.

Cuerpos extraños en vías respiratorias

Si el objeto (por ejemplo, la canica, el botón o cualquier objeto que haya sido tragado por el niño) se encuentra en la garganta, y le resulta imposible respirar, hay que sacarlo inmediatamente. Una vez inclinado el cuerpo, un fuerte golpe en la espalda puede expulsar el objeto. Si el niño es pequeño, coge de los pies y con la cabeza abajo, dale un golpe con la mano abierta en el centro del hombro. Si ha metido el objeto en la nariz y lo ves, cubrir la fosa nasal que tiene libre y, una vez cerrada la boca, decirle que sople: puede ser suficiente. Pero si el objeto está más alto o ha entrado en el oído, no intente salir y acuda al médico.

Pinchazos

Aparecen con calor y se ocultan con frío. Esta es una de las características más llamativas de los mosquitos. ¿Otro? Puncionan. Y no en cualquier caso. Tras analizar lo que tienen delante, eligen lo que puede ser el mejor para ellos y le pican. Las rojeces, el picor y el dolor son las sensaciones más comunes después de la punción; las más inusuales, sobre todo en caso de alergia, son los escalofríos y la fiebre.

Los mosquitos distinguen el sabor, por lo que algunas personas atacan a otras mientras se encuentran despreciadas. En consecuencia, mientras el resto se encuentra tranquilo, la figura del pobre que recibe todas las punciones es normal si está en familia o en compañía. Muchas veces son escuchadas, frases como "estos me tocan solo a mí" o "a mí no me tocan"; y más a menudo, si es necesario, "tendrás sangre dulce porque todos van a ti".

Si en la historia de la evolución los mosquitos han sido capaces de perdurar millones de años, una de las razones más importantes sería su capacidad para separar bien la sangre fresca. Para hacer la distinción, los mosquitos utilizan primero el olfato. El dióxido de carbono que se genera cada vez que respiramos ligeramente y otras sustancias con olor pasan al aire ambiente. Este aire se mueve y se aleja. Aunque se alejara a 50 kilómetros, los mosquitos serían capaces de oler.

Cuando los mosquitos huelen el aire, dicen que lo hacen inmediatamente, saben que el olor es la fuente del alimento. Para llegar hasta la fuente del olor siguen la corriente del aire en zig-zag. Además de llegar y utilizar el olfato, también utilizan la vista, detectando el calor de los cuerpos circundantes. Los mosquitos, una vez consideradas estas tres variables, deciden a quién dar la punción.

De entre todas las opciones, siempre eligen a personas o animales con signos de las sustancias más atractivas. Estas sustancias son muy diferentes. Pueden ser sustancias naturales que son producidas por el propio cuerpo y que son expulsadas a través de la piel; o productos creados artificialmente por el propio ser humano, como los cosméticos; y el sudor que se recoge en el cuerpo (como se sabe, en el sudor se recogen bacterias que son muy atractivas para los mosquitos).

Al igual que las sustancias que hacen del propio cuerpo atractivo para los mosquitos, también hay sustancias que les dan asco, como los medicamentos utilizados para combatir el colesterol o la hipertensión. Los mosquitos necesitan obligatoriamente colesterol y vitamina B, pero no son capaces de producir por sí mismos, por lo que las personas ricas tanto en colesterol como en vitamina B tienen una alta estimación.

Además de ser punzantes, los mosquitos pueden ser conductores de enfermedades, pero menos de lo que se cree en general. Según Butler, sólo un millar de mosquitos llevan organismos que pueden causar enfermedades. Sin embargo, aunque la proporción sea baja, es evidente que si se detecta una vía para reducir el número de picaduras, las posibilidades de enfermar disminuirán.

Los mosquitos no puncionan de cualquier manera, saben cómo es la reacción humana y, por tanto, eligen el lugar más apropiado para la punción, que difícilmente puede llegar al ser humano a golpe. Una vez seleccionado el lugar más seguro posible, realizan el trabajo de forma rápida, con una punción máxima de 8-10 segundos. Para darse cuenta, normalmente está hecho el trabajo, y la mosquita lejos de nosotros, llena la tripa.

Por si fuera poco, los mosquitos también son coquetos. Y es que cuando se selecciona el lugar y se posa no se empieza a trabajar inmediatamente. En primer lugar, degustan con la boca el lugar elegido hasta encontrar su punto favorito. A la altura de su destino, el aguijón entra con fuerza y se mueve rápidamente en varios ángulos hasta que se encuentran con el capilar para tomar alimento. El proceso es corto pero no instantáneo. No creas que tenemos alguna opción defensiva.

Uno de ellos son productos para ahuyentar a los mosquitos, que no matan al mosquito pero que obligan a alejarse. Estos productos deben ser eficientes, de larga duración y seguros, no tóxicos.

Si alguna abeja o avispa te ha picado y el punzón ha quedado presente, saca la piel con unas pinzas o rascando suavemente la piel, limpia la herida con agua y jabón y finalmente el hielo en la zona de punción.

Si se trata de una punción del escorpión o una mordedura de serpiente, actuar de la misma manera, pero en caso de aparición de espasmo muscular o inflamación, y en caso contrario, es conveniente que sea visto por un médico para evitar complicaciones.

Si la punción es provocada por una medusa, limpiar la herida con agua de mar, después humedecer la herida con alcohol o amoniaco (tras amortiguar con agua). Se puede sustituir por vinagre. Utilizar compresas frías o hielo para aliviar el picor. Evite el contacto excesivo con la herida para evitar que la infección se extienda a otra parte del cuerpo.

Golpe de calor

Cuando hace mucho calor, estar mucho tiempo al sol, trabajar al aire libre o hacer ejercicio, puede provocar un golpe de calor: el cuerpo se calienta demasiado, pero la persona no suda lo suficiente como para bajar la temperatura. La piel está caliente y enrojecida, se acelera el ritmo cardíaco y también el ritmo respiratorio. Es muy normal que esté confuso o desorientado, que pierda el conocimiento y que tenga temblores. El paciente debe ser trasladado inmediatamente al hospital y, mientras tanto, tapado con sábanas mojadas y/o helado en ropa o en un pañuelo.

Fuera de casa

Si estás de vacaciones con los niños:

  • Intenta localizar en todo momento. No dar nada por sabido o realizado.
  • Si no son muy pequeñas, el primer día las instalaciones (casa, camping, hotel, etc.) muéstrales para que conozcan el entorno y conozcan dónde están los puntos de peligro (piscina, cables eléctricos, insectos...).
  • Al igual que haces en casa, no dejes a disposición de los niños productos de limpieza ni medicamentos.
    • Respeta las banderas de seguridad: VERDE (baño libre); AMARILLO (baño cuidado); ROJO (baño prohibido).
    • Bañarse sólo en zonas vigiladas.
    • Evitar que sólo los niños menores de 12 años se bañen.
    • No saltes de cabeza en un lugar desconocido.
    • No nadar contra corriente ni alrededor de mozos.
    • No avanzar en zonas que no te tocen con el pie.
    • No entrar en el agua inmediatamente después de estar tomando el sol.
    • No bañarse inmediatamente después de comer, esperar hora y media.
    • No bebas bebidas alcohólicas en la playa.
    • Sacar inmediatamente del agua en caso de escalofríos o dolor de cabeza.
    • Seguir siempre las instrucciones de los socorristas. Si vas de viaje
    • Ten cuidado con lo que comes y bebes. Desinfectar el agua con cloro o yodo es eficaz para combatir ciertas bacterias y es imprescindible ponerla a hervir. Las bebidas embotelladas son, en principio, seguras, pero ten cuidado si tienes que echarles el hielo porque no se sabe con qué agua se ha preparado.
    • Si no tienes mucha seguridad con los alimentos, puedes pelarlos, tragarlos o cocinarlos tú mismo.
    • Comer pescado poco elaborado es sano, pero puede ser peligroso porque puede contener parásitos.
    • Los casos de intoxicación por marisco son numerosos.
    • La leche y los productos lácteos deberán estar hervidos, pasteurizados o esterilizados.
    • Evite caminar descalzo y utilice calzado apropiado.

Publicado en el apartado D2 de Deia.

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