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¿Planeta más caliente, hombre o sol?

2000/10/15 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia

No es

necesario decir que el Sol influye en el clima, pero ¿hasta qué punto? ¿Hasta qué punto se reflejan en la Tierra las incidencias que se producen en la actividad de la estrella? Los estudios realizados en los últimos años han demostrado una fuerte relación entre la actividad del Sol y el cambio climático. Esta es, por tanto, otra variable a añadir a la ecuación de calentamiento global de nuestro planeta.


XX. La búsqueda de las causas del rápido calentamiento que está sufriendo la Tierra desde principios del siglo XX es el inicio inmediato de dudas y discusiones. La mayoría afirma que la actividad humana está detrás de todo: la Tierra se está calentando porque hemos emitido millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Hace tiempo que se habla de la necesidad de tomar medidas drásticas. De hecho, aquí también se han mencionado más de una vez el cambio climático y las controversias al respecto.


La Tierra ya había pasado varios ciclos de refrigeración y calentamiento para cuando el hombre apareció y empezó a consumir combustibles fósiles. El clima, por tanto, ha cambiado antes por motivos naturales. Alguien puede preguntarse si lo que está pasando hoy en día no forma parte de uno de esos ciclos naturales y no le faltará razón. Si se desea se pueden encontrar numerosos argumentos y trabajos a favor de esta hipótesis. Pero quien quiere una respuesta redonda tiene fiesta, porque lo único seguro es que estamos hablando de cambio climático.

En
1988 se constituyó un grupo de expertos encargado del cambio climático de la mano de Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial bajo el nombre de Integovernmental Panel on Climate Change (IPCC). El informe, publicado dos años después, arrojó a la atmósfera los gases emitidos por el hombre. Como principal causante del calentamiento del siglo XX. Entonces el Sol también se examinó en busca de responsables, pero al final se desestimó esa razón. En 1996 se ratificaron con un segundo informe los anteriores seis años. Se indicó entonces que cualquier posible cambio en la radiación procedente del sol tenía una influencia mucho menor en el clima que el dióxido de carbono emitido por el hombre. Hace unos días, físicos de todo el mundo se reunieron en el Instituto de Astrofísica de las Islas Canarias para hablar de la relación entre el ciclo solar y el clima terrestre.


Cambios en el Sol

Los datos
obtenidos a través de los satélites han demostrado que, al menos en las dos últimas décadas, se han producido cambios en el Sol que han contribuido a calentar el planeta.


Si viajamos hacia atrás, se puede ver cómo afectan al clima las fluctuaciones del Sol a corto plazo. XVII. En el siglo XVIII, en el período llamado mínimo de Maunder, el Sol tenía una actividad muy reducida y hacía frío en las regiones del norte de Europa. XV. En el siglo XVIII se produjo un fenómeno similar, mientras que en la Edad Media se conoció un período de máxima temperatura y actividad. En aquellos tiempos, por supuesto, no había satélites para medir la actividad del Sol, pero utilizando datos indirectos y extrapolaciones se ha podido establecer una correlación entre las fluctuaciones de temperatura en Europa y las fluctuaciones solares.

Estos estudios
se realizaron y presentaron hace unos 25 años. Ahora toca saber cuánto del calentamiento global que vivimos hoy en día es causado por el Sol, si tiene algo que ver. Para ello se estudia principalmente el brillo del Sol, el campo magnético y las manchas. Más brillo significa más luz y más luz más energía. Así se explica en el trabajo presentado por investigadores del Instituto Suizo de Astronomía (ETHZ) y del Instituto Max Planck de Aeronomía (Alemania), que durante los últimos tres siglos han aumentado considerablemente la cantidad de luz visible y ultravioleta emitida por el Sol.

Por otro
lado, el campo magnético que el Sol ejerce sobre la Tierra también se ha duplicado en el siglo XX. a lo largo del siglo XX. Cuanto mayor es el campo magnético, menor es la cantidad de partículas cargadas que recibe la Tierra, lo que parece afectar negativamente a la formación de las nubes, debido a la menor formación de nubes en la atmósfera. La cadena de fenómenos que comienza a partir de ahí provoca el calentamiento final del planeta.

Todas
estas complejas investigaciones revelan una vez más la complejidad del clima terrestre. No obstante, se han podido recoger algunas conclusiones relevantes. Todos los datos parecen apuntar a XX. El calentamiento de la primera mitad del siglo XX se debe principalmente al Sol y la segunda mitad a la actividad humana. Que quien quiera atribuir la culpa del cambio climático a otra persona, por tanto, no vaya al Sol.


Consecuencias graves

En el
mismo congreso John Houghton presentó el resumen del tercer informe en el Integovernmental Panel on Climate Change (IPCC). John Houghton es el responsable del Centro de Meteorología Hardley Centre de Londres. Aunque el informe se publicará en 2001, los principales contenidos ya se han dado a conocer. Dos serán los principales impactos ambientales del cambio climático en los próximos años: el aumento del nivel del mar y la intensificación del ciclo hidrológico.


XXI. El informe anuncia que el nivel del mar estará medio metro por encima para finales del siglo XX. Bangladesh, los habitantes de las costas del sur de China y Egipto, del Océano Índico y de varias islas del Pacífico, mudarse y muchos países tendrán que construir defensas contra el agua. Por otra parte, como el planeta más caliente supone un planeta más húmedo, las lluvias intensas serán más frecuentes pero también las sequías, los ciclos de sequía/inundación serán más violentos, lo que, como ya se ha visto en África, tendrá una especial incidencia en las regiones subtropicales.


En cuanto al Sol, se mantiene: Aunque hay que tener en cuenta la influencia del sol en el clima, los gases de efecto invernadero son los principales causantes de la situación actual.

Luces del cielo

Las
auroras se observan en torno a los polos magnéticos norte y sur de la Tierra, dentro de la región denominada oval aurora. Este espectáculo se debe al viento solar emitido por el Sol, un grupo de partículas cargadas. Afortunadamente, la magnetosfera, zona protegida por el campo magnético de la Tierra, es capaz de desviar estas partículas, ya que de lo contrario vivir en la Tierra no sería fácil. Pero al mismo tiempo nos permite disfrutar de las auroras, que se producen cuando las partículas cargadas alcanzan los límites de la magnetosfera. Cuando las partículas chocan con el oxígeno a altitudes muy altas se producen auroras rojas que cuando el choque se produce a una altitud menor, las auroras son amarillas y verdes. Estos últimos son los que más se ven. Las partículas al chocar con el nitrógeno dan color azul. Los colores de los bordes de las auroras son también del nitrógeno. Pero es mejor verlo que imaginar. Para ello sólo tienes que acercarte a Islandia, Escandinavia, Alaska o el norte de Canadá, o la Antártida. Las auroras más bonitas se ven en invierno cuando el cielo es oscuro, pero los equinoccios tampoco son malos tiempos de aproximación en marzo y septiembre-octubre.

Publicado en el suplemento Natura de Gara

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