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Mito de la clonación terapéutica: verdades y mentiras

2002/02/01 Escajedo San Epifanio, Leire - Konstituzio Zuzenbideko IrakasleaEHU Iturria: Elhuyar aldizkaria

El año 2001 nos ha traído numerosas noticias sobre el genoma humano. A principios de año se publicó en las revistas Nature y Science el Libro de la Vida, representación gráfica del genoma humano. Oímos de todo.

Cuando todo esto estaba a punto de relajarse, Antino dijo a la Academia Americana de Ciencias que antes de que terminara este año (2001), el hombre clonado sería creado. Como es sabido, este proyecto recibió críticas severas, pero al final ha llegado el día de Antino: Advanced Cell Technology (ACT) ha afirmado que ha conseguido clonar un embrión humano. Pero, ¿dónde están ahora tanto y tanto contra la clonación? Según la ACT, se trata de una clonación "terapéutica" que no debe confundirse con la "clonación repetitiva humana". Esta explicación ha calmado por momentos las críticas.

Pero, si es tan bueno, ¿por qué está prohibido en la mayoría de los países europeos? Creemos que hay poca verdad y muchas confusiones entre las que se han dicho sobre la clonación "terapéutica". La confusión ha surgido, además, intencionadamente, porque detrás de ella hay, además del interés científico, importantes intereses económicos. Nos gustaría hacer un poco de luz al respecto, aportar unos datos para que la sociedad tenga las herramientas adecuadas en su reflexión ética.

¿Qué es la clonación 'terapéutica'?


Embrión humano.

Al procedimiento de clonación se le ha añadido el nombre de terapeútico para diferenciarlo de las clonaciones que se realizan con fines de regeneración. En cuanto al procedimiento de clonación, sin embargo, la clonación 'terapéutica' utilizada por la ACT se realizó mediante la inserción nuclear, es decir, la misma técnica utilizada para la creación de la oveja Dolly. No se puede decir, por tanto, que estamos ante dos tipos diferentes de clonación. El procedimiento es único y consiste en sustituir el núcleo de un embrión por el núcleo de una célula adulta. Lo que ha conseguido la ACT hasta ahora se puede comparar con la primera fase del proceso de creación de Dolly. La diferencia, por tanto, estaría en la segunda fase. Es decir, en el uso posterior del embrión clonado.

Si el embrión clonado fuera viable, se podría implantar en el vientre de una mujer y desarrollar un niño clonado. El embrión clonado puede, por tanto, ser utilizado para la ‘regeneración’. Otra opción es sacar células a este embrión clonado y desarrollar con ellas una terapia para la persona clonada. Más que una clonación terapéutica, deberíamos hablar de la clonación para la terapia.

Clonación para regeneración XIX. Hay científicos que desde el siglo XX han querido equipararse a muchas otras técnicas que se han creado para hacer frente a la esterilidad de las parejas, pero hay que decir que son una minoría dentro de la sociedad científica. Técnicas de fecundación artificial más antiguas XIX. Son del siglo XX. Estas técnicas conocieron importantes avances en el siglo XX, como el nacimiento de Louise Brown y el 'niño que nos ha venido del frío', nacido de un embrión crioconservado. La particularidad de la clonación es que se pueden elegir todas las características del niño, ya que por clonación se pretende dar todas las características genéticas de otra persona que ya ha existido. Desde el nacimiento de Dolly esta técnica se cree que algún día será aplicable a los seres humanos.

Dolly, primera oveja clonada.
NATURE

Sin embargo, la clonación terapéutica pretende desarrollar el embrión clonado, pero no desde él hasta el nacimiento de un niño. Cuando del preembrión se forma el blastociisto, en su interior se recogen algunas células: embrionic stem cells o células madre de embriones. Se cree que con estas células se pueden desarrollar terapias para curar o sustituir células enfermas en algunos seres humanos. Una vez tomadas las células, el embrión clonado no nos sirve para nada y si se quiere se puede eliminar.

Antes de ensayar con células madre procedentes de embriones, los científicos han realizado grandes descubrimientos con células madre procedentes de seres adultos, especialmente de sangre de médula ósea y cordón umbilical. Las células madre son células que tienen los mamíferos. A partir de ellos se puede obtener cualquier célula separada. Por ejemplo, las células obtenidas de la placenta permiten reconstruir la sangre y el sistema inmunitario del niño con leucemia. También pueden restaurarse los hematíes de personas con anemia falciforme y tratar a niños nacidos con una fuerte inmunodeficiencia.

La peculiaridad de las células madre procedentes de los embriones, en comparación con otras, radica en que son totipotentes y pueden ser regeneradas indefinidamente. Por ejemplo, el número de células que se obtienen de la placenta es pequeño para ser utilizadas como terapia de una persona adulta, pero con las células que se recogen de los embriones se podría superar esta escasez debido a la proliferación in vitro de estas últimas. Es el caso de los ensayos con animales.

La realización de estas sesiones con embriones humanos es fundamental para seguir investigando en esta línea, pero hay que decir que el embrión para la obtención de células madre no tiene por qué ser un clon. La investigación de células madre es más amplia que la clonación terapéutica, y así debería expresarse en los debates públicos.

La clonación implica la extracción del material genético de una célula.
J. WILBERTZ

La clonación terapéutica está dirigida a la fase de aplicación de una terapia desarrollada con células madre. Dado que la terapia que se pretende aplicar es, en definitiva, una especie de vacuna celular, se cree que la terapia tendrá más éxito si el origen de las células medicinales es el embrión del clon de una persona. De esta forma se superarían los riesgos de rechazo. Sin embargo, todavía no se ha demostrado suficientemente con los animales. Se desconoce la cantidad de rechazo y si la calidad de las células del embrión clonado puede ser adecuada para superarla. Por otro lado, hay que tener en cuenta que del proceso de clonación pueden derivarse riesgos desconocidos.

En resumen, queremos destacar algunos criterios. En primer lugar, la inadecuada separación entre clonación terapéutica y clonación regenerativa. Se pretende fomentar la distinción entre clonación 'buena' y 'mala', con el fin de lograr la legalización de uno de ellos. Pero creemos que para permitir esta legalización, la sociedad debe tomar esa decisión libremente, con la información adecuada. Antes de juzgar la utilidad de la clonación terapéutica, debemos discutir si el embrión es para nosotros un ser humano, una célula vacía u otra cosa.

Por último, cabe señalar que el embrión clonado de la ACT se ha quedado en las primeras fases de la división celular, sin generar la morula, por lo que no sería viable la creación de un niño. Tampoco sirve para desarrollar terapias por el momento, ya que hay que esperar a que las células madre lleguen a la situación blastocista para recibirlas. ¿Por qué lo han hecho público? Como estas investigaciones sólo se pueden promover en Estados Unidos con subvenciones privadas, quizá un poco de publicidad venga de maravilla.

Posibilidades de avance de la clonación terapéutica en nuestra sociedad


Primeras células de una célula embrionaria.

A excepción del Reino Unido, en todos los países de la Unión Europea sería necesario un profundo cambio legislativo para permitir investigaciones y ensayos con células embrionarias, más aún la creación de embriones clonados.

Cuando nació Dolly en 1997, los fundadores del Convenio de Biomedicina del Consejo de Europa redactaron un Protocolo especial en el que se prohíbe la clonación humana. El Protocolo fue firmado por 19 miembros del Consejo de Europa el 12 de enero de 1998, entre ellos Francia, Portugal e Italia. Son muy pocos los países que han firmado pero ratificado este Convenio, sólo vigente en Grecia, San Marino, Eslovaquia, Eslovenia y España. La prohibición de clonación es, además, muy estrecha. No prohíbe expresamente la clonación, sino que mediante cualquier procedimiento se crea un hombre genéticamente idéntico a una persona, viva o muerta.

Las técnicas de clonación no relacionadas con la regeneración, aunque con las mismas técnicas, no están reguladas por esta ley. Así, de alguna manera, se puede apreciar que la “clonación para la regeneración” y la clonación terapéutica también se quieren separar en leyes. Alemania y Francia han hecho lo mismo en sus legislaciones. Prohiben y castigan la creación de seres humanos idénticos por clonación, pero no hablan de clonación 'terapéutica'.

Si es así, ¿por qué no se investiga la clonación terapéutica en Europa, excepto en el Reino Unido? Fácil. Porque aunque la clonación terapéutica no esté expresamente prohibida en las leyes que regulan el "estatuto embrionario", existen algunas de las acciones que exige su procedimiento. En este momento sólo el Reino Unido acepta investigaciones con células embrionarias, incluida la clonación terapéutica. Destaca, sin embargo, el caso de Alemania. Allí no es posible 'crear' células embrionarias, pero su compra en el exterior y su uso en investigaciones es legal.

Una vez autorizada la clonación terapéutica no podemos evitar su uso en regeneración ya que la técnica es la misma.

En todos los demás países hay grandes obstáculos. A veces está prohibida la investigación con embriones viables, como en España. Aunque se ha investigado en otros lugares con embriones crioconservados, está prohibido crear nuevos embriones, salvo para la regeneración, o elegir el sexo del embrión. La clonación terapéutica estaría prohibida indirectamente en estos casos por la necesidad de crear un embrión de forma expresa y por el sexo de la persona que se repite.

En cualquier caso, la mayoría de las leyes que existen a nivel mundial al respecto, independientemente de que se aprueben o no investigaciones, tienen en común una serie de criterios importantes. Los embriones utilizados en las sesiones científicas no se pueden aplicar en el vientre de una mujer para que de ella nazca un niño. Esto no impide la clonación terapéutica, pero sí el criterio de prohibición de desarrollar el embrión in vitro después de 14 días desde la fecundación. La investigación en el desarrollo de células embrionarias es fundamental para conocer las capacidades de estas células en la clonación terapéutica. Según esta norma, se pueden desarrollar estas células, pero una vez pasado el día 14, se almacenan las células, pero se debería eliminar el embrión.

¿Qué puede pasar a partir de ahora?

La clonación terapeútica y las propias investigaciones con células embrionarias tienen en estos momentos grandes obstáculos. Está claro que de una manera u otra estas investigaciones avanzarán, pero la acogida de la sociedad no se puede prever.

Las investigaciones con células embrionarias siguen siendo escasas y, en su mayoría, se han llevado a cabo en los últimos cinco años. Además, hay que tener en cuenta que estas investigaciones se han llevado a cabo con la participación de pocos países, ya que en la mayoría de los países están prohibidos. A pesar de ello, estas investigaciones van muy rápido y nos resulta difícil conocer correctamente su fruto.

Células sanguíneas.

En esta situación no podemos pedir a la sociedad que dicte una sentencia rápida (y positiva) sobre la clonación terapéutica, porque las dudas que hay sobre este problema siguen siendo muchas. El proceso de aceptación social de cualquier descubrimiento debe ser tranquilo y profundo, como ocurrió con el reconocimiento de la fecundación in vitro. Sólo así se pueden detectar los beneficios y riesgos de una técnica y tomar medidas para evitar usos inadecuados.

Por nuestra parte, no creemos que la clonación terapéutica debería legalizarse en este momento. El uso de la clonación no es más que un tipo de clonación, por lo que estudiar la integración nuclear en los embriones humanos sería posible, aunque las leyes prohíban, crear seres humanos clónicos. Este riesgo, en nuestra opinión, es excesivo en estos momentos, ya que su utilidad no nos va a dar mucho servicio hasta que se desarrollen correctamente las terapias con células embrionarias. Estas terapias, como ya se ha indicado, pueden ser investigadas con embriones no clonados.

El paso anterior sería, por tanto, legalizar las investigaciones realizadas con células embrionarias. El Departamento británico de Sanidad presentó en su informe muchas de las posibles utilidades de estas investigaciones y los científicos han empezado a investigar. Las investigaciones se inician y, por tanto, estamos a tiempo de adaptar su regulación.

Probablemente esta fase comience con la concesión de permisos de investigación con embriones crioconservados en la mayoría de los países. Así lo ha solicitado ya la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, a pesar de la oposición del Vaticano. Se considera más adecuado su uso previo en beneficio de la ciencia que la eliminación de embriones no utilizados en procesos de fecundación. Estas investigaciones se limitarían a dos limitaciones, ambas ya mencionadas: que tras su uso en las investigaciones no se pueden utilizar embriones para la reproducción y que tras 14 días de fecundación, el embrión no se podrá desarrollar in vitro (aunque las células sí). Convendría fomentar estos estudios con subvenciones públicas, de forma que queden reflejados todos los resultados de las investigaciones.

Libro de la vida.

Durante esta fase hay que tener en cuenta que las terapias desarrolladas en modelos animales clonados se están esforzando. En pocos años, por tanto, conoceremos más los beneficios y riesgos que la clonación aporta a la terapia de células madre. Para entonces, quizá sepamos qué efectos pueden tener los errores genéticos presentes en las células embrionarias o si el ADN mitocondrial, parte del ADN que no se modifica en la clonación, puede causar problemas.

Piénsese que si hablamos de legalizar la clonación 'terapéutica', habrá que demostrar primero que la clonación tiene capacidad terapéutica. De lo contrario, una vez autorizada la clonación, no podremos evitar su uso en regeneración. Las prohibiciones y sanciones impuestas en unos pocos países tienen poca fuerza en comparación con otros intereses que mueven nuestro mundo. Por lo tanto, antes de aceptar la clonación "terapéutica" de un embrión, habrá que ver si la "capacidad terapéutica" de esta técnica que abusa de los procesos de la Naturaleza puede pasar de ser un mito a una realidad.

Proceso de discusión de la clonación terapéutica

A finales del año pasado, el Reino Unido declaró su intención de legalizar las investigaciones con células madre, incluida la clonación terapéutica. Cuando tuvo conocimiento de esta intención, el Parlamento de la Unión Europea le pidió desistimiento, y esa misma petición la hizo la Academia Pontificia de Ciencias y los comités de ética de muchos países. Seis meses después entró en vigor esta legalización argumentando que esta técnica era la puerta a nuevas terapias. Para desarrollar terapias que complementen la diabetes II, por ejemplo, se han obtenido en el laboratorio células bituminosas que producen insulina en las ratas.

Embrión de ratón.

Poco después, George Bush comentó dos cosas sobre sus investigaciones con células embrionarias, que se dieron a conocer en directo en televisiones de todo el mundo. De cara al futuro, señaló que la ley que prohibía cualquier tipo de clonación había comenzado a discutirse en el Congreso de los Estados Unidos. Por lo tanto, el Congreso ha dado su visto bueno a la ley, pero el Senado estadounidense ha paralizado el proyecto hasta conocer la opinión de los científicos. En cuanto a las células madre de los embriones no clonados, Bush les autorizó a seguir las investigaciones que estaban en proceso en aquel momento, pero a los que no estaban iniciados, por el momento no les ha dado permiso de inicio.

Las responsabilidades internacionales han sido diferentes en los últimos meses, y los acontecimientos del verano se habían olvidado de alguna manera hasta la publicación de que se ha "clonado" un embrión humano. Al parecer, con el objetivo de realizar una clonación terapéutica, todos los beneficios que se añaden a las células embrionarias se han asociado a esta nueva y el propio Ministerio de Ciencia y Tecnología ha mostrado su disposición a 'aprobar' este tipo de clonación. Esto último es sorprendente porque el Estado español prohíbe y castiga todas y cada una de las investigaciones con embriones, más las más clonadas. Desde 1988 se han congelado cerca de 50.000 embriones y, según la ley, no pueden ser eliminados ni utilizados para la investigación. La clonación terapéutica ya existe antes de legalizarla.


De las células madre de la sangre (pluripotentes) se pueden obtener distintos tipos de células sanguíneas; de las células madre (totipotentes) de los embriones se puede obtener cualquier célula corporal.

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