Frío para formar el corazón
2002/01/22 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia
La angioplastia es una técnica habitual para la formación de arterias obstruidas del corazón. El catéter con una pequeña bomba en el extremo se lleva hasta la arteria obstruida, se hincha y se consigue extender la obstrucción. La crioplastia que han presentado en Miami es idéntica, pero para inflar la bomba se utiliza óxido nitroso (NO) en lugar de la solución salina.
El óxido nitroso es el gas de la risa, pero en este caso no provoca risas. Reduce la temperatura de la capa que obstruye la arteria a -10 ºC y provoca la apoptosis celular, suicidio programado. La técnica ha sido desarrollada en el Hospital El Camino de California, y según el médico de la misma, James Joye, el daño a la arteria obstruida es menor que la angioplastia. Asegura que la crioplastia es tan segura como la angioplastia, con los mismos riesgos que la angioplastia, pero con menos efectos secundarios.
La angioplastia suele dejar cicatrices en las arterias y provoca inflamación. Como consecuencia de ello, frecuentemente se produce una reobstrucción de las arterias, requiriendo un segundo corte. Con la crioplastia las paredes de la arteria sufren menos y hay más posibilidades de evitar efectos secundarios.
La crioplastia se ha probado en Europa y Sudamérica en las arterias de las piernas. 15 personas han sido tratadas y, nueve meses después, 12 no han sufrido una segunda intervención, es decir, no se les ha vuelto a cerrar la arteria. Normalmente, entre un 50-60% de los pacientes necesitan una segunda angioplastia en las arterias de las piernas y entre un 20-30% en las cardiovasculares.
De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos ha aprobado el inicio de sesiones clínicas en arterias cardiacas y han comenzado las pruebas de la primera fase con cerca de 100 personas.
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