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Trastornos génicos

2006/01/22 Rementeria Argote, Nagore - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Al parecer, el ego de los seres humanos se está deteriorando a medida que los descubrimos en genética. El proyecto Genoma Humano demostró que el hombre tiene menos genes de los que se creía. Y ahora han visto que los genes de unos animales simples, mucho más atrás en la evolución, son muy similares a los del hombre.
Una parte de los genes de la lombriz marina de Platynereis dumerilii han sido comparados con los del hombre y se parecen.

Una de las vías para investigar la evolución de las especies son los genes: el estudio del genoma de las especies permite conocer la evolución del ADN. Hasta el momento se han descodificado los genomas de especies animales como el hombre, el hombre, el chimpancé, el ratón, la rata, el perro, que ya se ha informado en diciembre, el mosquito de la malaria, el pez canica… Y los investigadores han comparado estos genomas.

Lo que nos separa, lo que nos une

Por ejemplo, a principios del año pasado anunciaron que descodificaron el genoma del pez globo. Entre los vertebrados, el pez globo es el animal con menor genoma. Sus células contienen entre ocho y nueve veces menos ADN que las humanas. Comparando el ADN de ambos, ambos llegaron, en parte, al ancestro que tuvieron en común.

Ahora los investigadores lo han hecho aún más atrás y lo han comparado con el genoma de una lombriz marina. Este gusano se llama Platynereis dumerilii y morfológicamente es muy parecido a algunos fósiles de hace seiscientos millones de años. Por ello se le conoce como “fósil vivo”, ya que se trata de una especie que apenas ha evolucionado.

El ADN es el soporte idóneo para investigar la evolución de las especies.

Esta lombriz marina parece muy simple, pero su genoma no lo es. Antiguamente se pensaba que el genoma de las especies morfológicamente simples era también simple, pero han visto que esa creencia era errónea. Algunas especies sí tienen un genoma simple, como las moscas. Parece ser que, sobre todo, las especies de evolución rápida se han dirigido a un genoma más simple, sobre todo los invertebrados, como las moscas. Sin embargo, los animales que evolucionan lentamente parecen mantener la mayor parte del genoma.

Por ejemplo, los genes humanos son mucho más complejos que los de la mosca. Ha evolucionado bastante lentamente y la investigación con lombrices de mar ha demostrado que las intronas de los genes han permanecido en la evolución. Las intronas son partes de genes que no codifican proteínas y, en cierta medida, muestran la complejidad de los genes.

Algunas especies han evolucionado hacia una simplificación del genoma, como los insectos.

Lo cierto es que parte del genoma de este gusano marino ha sido descodificado en el Laboratorio de Biología Molecular de Europa y, comparado con los genes humanos, han visto que los de gusano son tan complejos como los humanos. Además de intronas, estas intronas se encuentran en posiciones similares en los genes de la lombriz y en los humanos.

Una respuesta y once preguntas

Así, ha quedado claro que los animales de aquel principio ya tenían genes complejos y que muchos invertebrados han evolucionado a favor de un genoma más simple, como las moscas. Por un lado, y por otro, han visto que las intronas son partes que han permanecido en la evolución humana desde hace tiempo.

Evidentemente, la evolución de las especies ha sido más complicada de lo esperado. Cuantos más estudios genéticos se realicen, más evidente es la necesidad de más investigaciones, ya que, junto a una pregunta, se plantean otras once preguntas más.

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