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¡Susper hadi, bonito!

2002/11/26 Elhuyar Zientzia

En China están muy preocupados porque los panda gigantes de los zoos no tienen ningún deseo de practicar el sexo. La proliferación de pandes cautivos no es nada fácil, y es aún más difícil si los que deberían ser padres no hacen nada por ello.

Los panda salvajes tampoco son muy reproductores: cada dos o tres años la hembra tiene una sola cría. Además, la población de panda salvaje ha descendido a la mitad en las últimas dos décadas, lo que supone una disminución de las posibilidades de encontrar pareja.

Y cuando se llevan a los zoos, se reproducen aún menos. Parece que pierden la pasión por el sexo. Según los investigadores, a pesar de estar en espacios naturales protegidos y zoos, el 60% no tiene ningún tipo de apetito sexual. Por ello, la mayoría de los niños de panda que nacen en cautiverio se han producido gracias a la inseminación artificial.

Sin embargo, los investigadores no se rinden y han realizado numerosos intentos para cambiar la actitud de las pandas. Para despertar las ganas de reproducirse han probado varios remedios, pero a pesar de su alto precio, no han conseguido buenos resultados. Entre los remedios hay de todo: se les han dado plantas medicinales, se han probado con Viagra, se les ha puesto un vídeo de cómo el macho cubre a la hembra...

Ahora, investigadores han desarrollado un programa informático que ayudará a aumentar la fecundidad de las pandas. Este programa analiza la salud de las pandas cautivas y el grado de parentesco entre ellas. De este modo, los investigadores pueden conocer el momento y la pareja adecuada para practicar el sexo.

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