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Antenas, orientación y migración

2009/11/29 Lakar Iraizoz, Oihane - Elhuyar Zientzia

Cientos de millones de monarcas realizan mariposas cada año desde Canadá hasta el centro de México. 4.000 kilómetros de viaje. Su brújula es el Sol, y a partir de ahí descubren por dónde deben ir. Sin embargo, el sol se mueve durante el día.
Las antenas permiten que las mariposas monarcas no pierdan la orientación que deben seguir durante la migración (Foto: Dennis Curtin).

Estas mariposas disponen de un mecanismo de adaptación a esta brújula móvil que les permite no moverse junto con el Sol. Pues bien, la revista Science ha anunciado que las mariposas monarcas tienen este mecanismo en las antenas. Un grupo de neurobiólogos de la Universidad de Massachusetts lo ha dado a conocer a través de experimentos con mariposas monarca.

Con el fin de descubrir dónde se encuentra este mecanismo, primero se cortaron las antenas a unas mariposas y se estudió su comportamiento. Vieron que perdieron toda la orientación y que tomaron las direcciones elegidas al azar para volar.

Posteriormente, en lugar de cortarlas, pintaron las antenas con esmaltes: un grupo de mariposas con esmaltes negros opacos y otro con esmaltes claros. Se observó que en ambos grupos todas las mariposas tomaron la misma dirección, por lo que el mecanismo de orientación estaba en marcha. Las mariposas que tenían las antenas pintadas de negro no tomaron la dirección correcta, ya que la luz del Sol no llegaba al mecanismo. Las mariposas que tenían las antenas pintadas con esmaltes claros tomaron la dirección adecuada desde el principio.

Todos los animales que migran necesitan un sistema y un punto de referencia que les ayude a orientarse en el camino (Foto: Eric Rider).

Y los que no son mariposas, ¿qué?

Por supuesto, además de las mariposas, son muchos los animales que migran a lo largo de su ciclo de vida: otro gran número de insectos, aves diversas, murciélagos, cebras, ñus y ballenas, peces como el salmón, etc.

Por supuesto, todos necesitan un sistema y un punto de referencia que les ayude a orientarse en el camino. El sol se alimenta de animales. Eso sí, los que no tienen antenas, y algunos con antenas, tienen metido en el cerebro el mecanismo de adaptación solar.

El Sol no es la única manera de orientarse. Por ejemplo, los animales nocturnos no pueden basarse en el Sol. Pues en algunas de ellas han visto que toman como referencia la posición de la luna y las estrellas en el cielo.

Para averiguar este tipo de cosas, los científicos siguen el método inventado por un investigador llamado Kramer, que mete a las aves en una especie de jaula simulando en el exterior de la misma las condiciones que supuestamente toman como referencia.

Así han podido comprobar, por ejemplo, que los chinos, que migran de Europa a Asia, toman una determinada dirección si colocan el cielo que se ve de noche en Alemania o en Rumania, y otro si colocan el cielo de Chipre.

Recuerdan los ríos, sierras, costas, etc. que han visto en anteriores migraciones para saber por dónde deben ir algunos animales (Foto: Tatiana Gerus).

En lugar de en el cielo, otros animales buscan referencias en el suelo. Es decir, recuerdan los ríos, las sierras, las costas, etc. que han visto en anteriores migraciones para saber por dónde deben ir.

Y otros animales no se basan en la visión para orientarse. Hay animales que utilizan el campo magnético terrestre, por ejemplo. Por ejemplo, en algunas aves se han encontrado moléculas con hierro en el cerebro. Estas moléculas se alinean con el campo magnético de la Tierra, al igual que las brújulas. Así, las aves saben dónde están y pueden decidir hacia dónde deben ir.

Una vez leídos todos ellos, puede parecer que los científicos conocen con exactitud los pormenores de las migraciones de los animales. Pero la verdad es que todavía tienen muchas cosas por aclarar. Entre otros, qué mecanismos concretos tienen en el cerebro y, en el caso de las mariposas, en las antenas. No es poco, no...

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