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Basura espacial

2014/05/07 Itzalpean

Basura actual del satélite Fengyun 1C

Todos hemos oído que en algún momento hay más basura en el espacio. Es cierto que a lo largo de estos años el número de satélites artificiales en órbita de la Tierra ha crecido considerablemente, y que de seguir así, en 50 años sería previsiblemente imposible lanzar un satélite. Por ello, las mayores potencias espaciales actuales han llegado a un acuerdo. En primer lugar, se ha acordado que una pieza no útil de más de 25 años es basura espacial, y si en ese tiempo no se recupera de forma natural en la atmósfera, dicha pieza deberá disponer de un quemador para maniobrar y reintroducir en la atmósfera, o al menos para maniobrar y parar en la órbita más baja posible para que se reintroduzca por erosión atmosférica.

Los satélites de órbita baja, situados entre 200 y 1000 km, se recuperan durante 25 años debido a la erosión atmosférica. El problema es que el número de satélites actualmente en órbita baja (Low Earth Clubs) es muy grande, concretamente 12.726 piezas (en el momento en que estoy escribiendo el artículo). Hay muchas probabilidades de que ocurra un choque. Y si se produjera este choque, la Estación Espacial Internacional, su tripulación y otros muchos aparcamientos no tripulados se encontrarían en grave peligro. Dicho de otro modo, la Estación Espacial debe maniobrar más de 7 veces al año para evitar choques o excesos de acercamiento con los residuos. Si no hay tiempo para maniobrar, los astronautas deben entrar en los aparcamientos de Soyuz y esperar a que pase el momento de la máxima aproximación.

La mayoría de las 12.726 piezas de órbita baja proceden de la prueba ASAT de los chinos y del choque entre Kosmos 2251 e Iridium 33.

El 11 de enero de 2007, los chinos lanzaron un misil contra su fragmentado satélite meteorológico Fengyun 1C. El satélite se rompió en 3.393 grandes fragmentos (mayores que una pelota de golf). Las estimaciones dicen que las piezas de más de un centímetro son más de 150.000, pero no se pueden contar ni seguir porque son demasiado pequeñas. Actualmente cada 3 días más se reintroduce una pieza del Fengyun 1C en la atmósfera aproximadamente. Quedan en órbita 2.803 piezas de mayor tamaño que una pelota de golf. Las predicciones indican que han pasado unas 3.100 veces a una distancia inferior o igual a 5 km de otro satélite, con el riesgo de generar más basura.

El 10 de febrero de 2009 se detectó una aproximación de 584 metros entre el satélite militar soviético Kosmos 2251 y el satélite de comunicaciones norteamericano Iridium 33.

Máxima aproximación de Kosmos 2251 e Iridium 33

 

 

 

 

 

 

En el momento de la máxima aproximación, Iridium 33 quedó silencioso. Tras unas horas en el USPACECOM de EEUU se anunció la existencia de dos nuevos grupos de basura, el choque quedó confirmado. El Iridium 33 se rompió en 598 piezas y el Cosmos 2251a 1.603 piezas. Hoy quedan en órbita terrestre 390 de Iridium 33 y 1.197 piezas de Kosmos 2251.

Trozos de basura que quedan de Kosmos 2251 e Iridium 33

Otros hechos también han dado lugar a numerosas piezas de basura:

-Explosión de la etapa Briz-M (en órbita): 82 fragmentos

-Explosión del cohete Pegasus (en órbita): 713 fragmentos

-Explosión Titan 3C Transtage (en órbita): 142 fragmentos

En total hay 9.963 piezas producidas entre la explosión, la división de partes y los choques.

Los satélites geoestables o geosíncronos se encuentran a una altitud de 35.750 km. y una altitud tan elevada impediría su reentrada a la atmósfera después de 25 años, debido a la gran cantidad de quemadores necesarios para ello. Para evitarlo, deberán enviar por ley viejos satélites geoestables a la órbita “graveyard” o cementerio. Esta órbita está 100 km por encima de la órbita geoestable y no tiene ninguna función útil. Por eso no molestan demasiado allí.

GEO “anillo” y algunos satélites en órbita cementerio

Para evitar que la órbita geoestable se rellene con la etapa de cohete, los cohetes deben depositar los satélites GEO en la órbita GTO (Geo Transfer) y maniobrar de forma autónoma para llegar a la órbita geoestable. Por ello, la órbita GTO está llena de cohetes, etapas, tanques y adaptadores. Esta basura es muy difícil de eliminar y atraviesa una órbita baja y media, concretamente las órbitas de los satélites GPS y de los satélites de órbita baja. La reintroducción natural requiere normalmente 25 años o más. El apogeo de la órbita desciende lentamente en el perigeo debido a la erosión atmosférica. Normalmente el apogeo se reintroduce cuando la órbita llega a la baja. Estos problemas hacen que actualmente sean bastante permisivos con empresas y agencias espaciales en este tipo de basura.

Actualmente el USPACECOM estadounidense y el número de satélites catalogados por aficionados es de 15.857. Se calcula que 1.168 son satélites en funcionamiento. 14.689 piezas de basura catalogadas, por lo que hay estimaciones que estiman que pueden superar el millón y medio de centímetros.

El número de satélites que tenemos en nuestro cielo en cualquier momento del día, representados en colores violentos, azules, grises o verdes.

Se trata de evitar que se produzca el llamado síndrome de Kessler. Según la ecuación, una pieza de basura golpearía un satélite y generaría más basura, y esa última basura colisionaría más satélites y se generaría cada vez más basura (exponencialmente) hasta convertir varias órbitas de la Tierra en inusables.

 

Más información:

Sátobs.org

Celestrak.com

“Esta entrada #Cultura Científica 2. Participa en el festival”

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