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Trasplante y terapia génica contra la diabetes

2000/06/24 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia

La diabetes es una enfermedad que condiciona la vida de muchas personas. Hasta ahora la vacuna de insulina era la única manera de combatir la enfermedad, un método eficaz pero esclavista. Por eso, los últimos avances han abierto a los pacientes la ventana de la esperanza.

El 3,13% de la población de la Comunidad Autónoma del País Vasco vive diariamente sometida a insulina. Son diabéticos y su cuerpo no es capaz de metabolizar la glucosa. Por lo tanto, si no quieren tener problemas graves, deben tomar la insulina con una vacuna. Recibir insulina una, dos o tres veces al día es imprescindible si no quieren que los niveles de glucosa en sangre aumenten demasiado. No todas las personas metabolizan por igual la glucosa artificial y el ejercicio que se realiza, el tipo de trabajo que se realiza o qué se come, todo ello influye en el cálculo de las dosis diarias de insulina. La servidumbre, por tanto, es enorme.

Dos tipos de diabetes

Se conocen dos tipos de diabetes: Tipo 1 y tipo 2.
La diabetes tipo 1 se denomina diabetes juvenil, ya que aparece en la juventud en general. El área de pacientes con este tipo de diabetes no funciona correctamente y no son capaces de producir insulina. La diabetes tipo 1 no puede evitarse de antemano, ya que se produce cuando el sistema inmunológico propio ataca al área. No se sabe por qué ocurre, pero el paciente debe tomar insulina artificial todos los días. Al mismo tiempo, es imprescindible seguir una dieta estricta y practicar deporte.

El tipo de diabate 2 aparece en personas mayores y es el tipo más habitual. El área de estas personas es capaz de fluir insulina, pero el cuerpo no lo utiliza correctamente y los niveles de glucosa en sangre aumentan. Como consecuencia, las células del área crecen y producen más insulina de forma continua y terminan paralizándose. En algunos casos la dieta adecuada regula los niveles de glucosa en sangre, por lo que estos pacientes no siempre dependen de la insulina. La diabetes está estrechamente ligada a la forma de vida actual tipo 2: los agentes importantes de la enfermedad son el sedentarismo, la obesidad y las dietas ricas en lípidos, pero la historia familiar también tiene mucho que decir.

Según la Organización Mundial de la Salud, en 1990 había 30 millones de diabéticos en el mundo. 10 años después la cifra se ha multiplicado por cinco y se ha anunciado que para el año 2010 habrá 250 millones de diabéticos. Pero además de ser un mal que se está extendiendo, es un mal que se investiga y parece que en los últimos tiempos se han obtenido resultados esperanzadores.

Un grupo de investigadores canadienses, por ejemplo, ha trabajado el trasplante y ha tenido éxito. La técnica se ha utilizado para tratar la diabetes tipo 1, es decir, el tipo de diabetes que aparece cuando el área está deteriorada. A 7 pacientes de entre nueve y cincuenta y cuatro años se les ha trasplantado las islas de Langerhans (células que segregan insulina), aún más sanas. Las células se han reproducido dentro del paciente, han comenzado a segregar insulina y tras un seguimiento de casi un año, en general, no han necesitado insulina externa. Siete superaron enseguida la necesidad de tomar insulina todos los días, a pesar de que los que recibieron el menor número de islas han necesitado dosis periódicas de insulina.

Superar el rechazo

Este tipo de trasplantes han sido premiados con anterioridad pero con resultados muy limitados. Así, de los 267 trasplantes realizados desde 1990, el 12,4% superó una semana de operatividad y el 8,2% un año. Al igual que en otros trasplantes, en este caso el problema más grave es el rechazo.

Las islas de Langerhans se obtienen fácilmente de donantes muertos y el trasplante no es complicado, pero hasta ahora no se ha podido hacer frente al rechazo. Sin embargo, parece que los investigadores canadienses han encontrado el medicamento adecuado y, por el momento, ningún paciente ha tenido problemas de rechazo. Por lo tanto, parece que la vía de trasplante para combatir la diabetes tipo 1 sigue adelante, aunque todavía hay que hacer más pruebas y exámenes.

El presidente de la Asociación de Diabéticos de Gipuzkoa, Juan Carlos Verdote, por lo menos, se alegra de la noticia. "Parece que se ha conseguido lo que hasta ahora no se había conseguido, superar el rechazo. Los resultados siguen la misma línea y la técnica se desarrolla completamente".

Dice estas palabras con un punto de escepticismo más que sonriente, ya que muchas investigaciones que parecen muy buenas luego fracasan. "Sin embargo, si los siete pacientes que han recibido el trasplante han tenido una buena respuesta y las células son de personas muertas, es decir, no son sintéticas, se puede citar la palabra éxito", afirmó Juan Carlos.

También señaló que están deseando desarrollar la técnica y llegar a los Hospitales del País Vasco, aunque todavía habrá que esperar unos años. "Estábamos esperando a que saliera la insulina que supuestamente se tomará por vía respiratoria y hemos recibido una noticia aún más satisfactoria. Si los trasplantes avanzan, nuestra calidad de vida mejorará considerablemente, ya que no tendremos que medir los niveles de glucemia cada pocas horas ni tomar inyecciones. Deberíamos tomar pastillas anti-rechazo y seguir manteniendo la dieta, pero conseguiríamos superar la dependencia de la insulina."

Ruta de los genes

El trasplante no es el único camino que se está investigando para combatir la diabetes, y aunque todavía es demasiado pronto para decir nada, la terapia génica puede darnos buenas noticias.

Una de las investigaciones se está llevando a cabo en Israel y en este caso también se está estudiando la diabetes tipo 1. Según la hipótesis de los investigadores, las células del hígado podrían ser transformadas en la producción de insulina introduciendo en ellas la información genética adecuada.

Como es conocido por la proteína a la que se somete la insulina, el gen que la codifica fue introducido en las células hepáticas de los ratones diabéticos de laboratorio, con resultados excelentes en 48 horas. Durante este tiempo los ratones empezaron a producir insulina y los niveles de glucosa en sangre se redujeron a los normales, ya que el 60% de las células del hígado de los ratones empezaron a trabajar si fueran células del área. Las pruebas se han realizado únicamente con ratones de laboratorio, pero se ha demostrado que la terapia génica puede ser un buen tratamiento para la diabetes.

Dos formas de esperanza para los diabéticos: el trasplante y la terapia génica. Para los no diabéticos la prevención es otra vía. La diabetes tipo 1 no se puede evitar pero sí la diabetes tipo 2. Una dieta sana y ejercicio físico son los medicamentos más adecuados para combatir la posible epidemia del siglo siguiente.

Afección en expansión

La diabetes está creciendo en todo el mundo y sobre todo en los países industrializados. El País Vasco, por supuesto, no es una excepción, también aquí los diabéticos son cada vez más numerosos. Según los datos obtenidos de Osakidetza, el 3,13% de la población de la Comunidad Autónoma del País Vasco es diabética. 0,2-0,3% Diabetes tipo 1 y 2,93% Diabetes tipo 2.

El 14% de estos últimos son tratados mediante inyecciones de insulina, el 56% mediante pastillas y el 30% mediante dietas. Además, la diabetes tipo 1 es diez veces menor que la diabetes tipo 2. Entre 10 y 12 de cada 100.000 menores de 30 años presentan este tipo de diabetes y 9 menores de 15 años. Sin embargo, a esta cifra hay que sumar los que no saben ser diabéticos, 4 por cada 100 habitantes. En cuanto a Navarra e Iparralde, lamentablemente no hemos podido encontrar datos de este tipo.

Publicado en Zabalik

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