Abundante cosecha de transgénicos
2008/03/08 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
La patata que ha suscitado el desacuerdo en Bruselas está transformada para ser más adecuada para la industria. De hecho, la patata contiene dos tipos de almidón, amilosa (25%) y amilopectina (75%), y la primera es limpiada industrialmente por su inutilidad. La otra se utiliza para fabricar pasta de papel y bolsas similares a las de plástico.
Para no desperdiciar tanto almidón, la compañía Basf ha desarrollado una patata transgénica sin amilosa. Para ello inactivan a la patata el gen encargado de crear la amilosa. De este modo, todo el almidón de patata es de utilidad industrial y, además, los restos que quedan se pueden utilizar para alimentar a los animales, ya que no afecta a su salud. Así lo afirman, al menos, los ingenieros de Basf, así como la organización que se encarga de la seguridad alimentaria en la Unión Europea.
Pero no todos lo tienen tan claro. Y es que la patata tiene otra particularidad: le han introducido un gen resistente a la canamicina antibiótica. Esto no es aceptable para muchos grupos y agentes sociales, como ha recordado Greenpeace que en 2004 la Unión Europea decidió no autorizar los transgénicos resistentes a los antibióticos.
El primer transgénico fue aprobado por Europa en 1998: Maíz Bt. Este maíz transgénico contiene un gen de la bacteria Bacillus thuringensis. Este gen produce una proteína contra uno de los insectos que dañan el maíz, convirtiéndolo en un maíz resistente a los insectos que destruyen las cosechas. Todos los transgénicos autorizados por Europa desde 1998 han sido variedades de maíz genéticamente modificadas.
No todos los países de la Unión Europea se comportan de la misma manera. En Francia, por ejemplo, recientemente se ha prohibido la siembra de una variedad de maíz transgénico, mientras que en España se está produciendo cada vez más maíz transgénico. Así se explica en el informe final del ISAAA.
Crecimiento continuo
ISAAA se encarga de las aplicaciones de la biotecnología en la agricultura y publica anualmente los datos de la producción de transgénicos en todo el mundo. Según estos datos, España sigue siendo el mayor productor de transgénicos de la Unión Europea y, además, ha consolidado su posición al producir en 2007 un 40% más de maíz transgénico que el año anterior.
Dentro del Estado español, Cataluña y Aragón son los países en los que más se realiza, pero en otros lugares también se han incrementado notablemente las plantaciones de transgénicos. Por ejemplo, en Extremadura se han triplicado en el último año y en Navarra se han duplicado. Así, el 21% del maíz elaborado en el Estado español es transgénico.
Con estos datos, España se encuentra entre los 12 mayores productores del mundo. En primer lugar se encuentran Estados Unidos, seguida de Argentina, Brasil, Canadá, India y China. La organización ISAAA ha destacado que existen más países en vías de desarrollo que los desarrollados entre los productores, desde el inicio de la plantación de transgénicos. En concreto, en 2007 se han plantado transgénicos en 12 países en desarrollo y en 11 países desarrollados.
Según ISAAA y otras instituciones, las plantas transgénicas pueden ser especialmente beneficiosas para los habitantes de los países en desarrollo. Para ello han creado, por ejemplo, arroz rico en vitaminas A y trigo que no se pierde con las sequías. Sin embargo, por el momento, los propietarios de las variedades cultivadas en los países en desarrollo pertenecen a los países industrializados y importan gran parte de su producción.
Al margen de ello, el país que más ha crecido proporcionalmente en la producción de transgénicos es la India por tercer año consecutivo. Entre 2006 y 2007 ha aumentado su producción en un 67%, destacando el algodón. En China también ha crecido mucho el algodón transgénico, de manera que el año pasado más de dos tercios del algodón plantado era transgénico. También cultivan papaya y chopos transgénicos.
En términos absolutos, Brasil es el país con mayor crecimiento de transgénicos. Allí se elabora principalmente soja y algodón, pero la producción de caña de azúcar transgénica también va en aumento. Se utiliza para fabricar etanol y a partir de ahora los de ISAAA creen que se producirá aún más.
Pero la mayoría se realiza en Estados Unidos. Elaboran soja, maíz, calabaza, papaya y alfallas transgénicas, entre otros, y el 93% del algodón producido el año pasado era transgénico. La superioridad de los transgénicos es evidente, pero no todos tienen claro si son tan buenos como dicen las compañías de biotecnología.
De hecho, investigadores de la Universidad de Georgia (EE.UU.) han investigado si el algodón transgénico produce mayores beneficios que las variedades convencionales, y comparando los beneficios de diferentes variedades con diferentes métodos de producción, se ha llegado a la conclusión de que la variedad de algodón no influye en los beneficios, sino en los métodos de producción. Por lo tanto, parece que el agricultor que quiere aumentar sus beneficios es mejor fijarse en los métodos que en la compra de semillas o plantas transgénicas.
Publicado en Gara
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