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INTERNET Otro enfoque

1996/10/01 González Abascal, Julio Iturria: Elhuyar aldizkaria

Parece que todos los medios de comunicación se han convertido en apologistas de la nueva religión. El bombardeo de noticias sobre Internet es, en la mayoría de los casos, fascinante. El mensaje es: “en el futuro todo pasará en la red. Si no eres cyber, estás fuera”. Como usuario estoy convencido de que Internet es una herramienta muy útil para algunas aplicaciones. No hay que repetir aquí las ventajas de esta herramienta, ya que tenemos muchas noticias en periódicos, radios y televisiones. Por ejemplo, todos sabemos que Internet es una “red de redes” a través de la cual es posible utilizar los servicios telemáticos que se ofrecen en el otro extremo del mundo o contactar con cualquier otro.

Sin embargo, no entendemos bien las nuevas oportunidades que a menudo se exaltan tanto. A menudo nos quedamos con el lema “bien, pero...” tras recibir este tipo de noticias. A pesar de su escasa frecuencia, es cierto que en Internet se mencionan ocasionalmente algunos aspectos problemáticos. Por ejemplo, se han planteado problemas como la pornografía/censura y la piratería//seguridad, a pesar de que muchas veces el análisis no ha sido exhaustivo y sólo han servido para reforzar el mito de Internet. De esta forma se ha potenciado el consumo de Internet hasta convertirse en moda. Cualquier acontecimiento social (concierto, inauguración...) Ofrecer terminales de navegación por internet para ser moderno.

Numerosos expertos anuncian los cambios del mundo a través de Internet. No habrá periódicos ni libros en el futuro. No será necesario asistir a clase. Escuela, trabajo, ocio, compras... se realizarán desde casa por terminales telemáticos. Si bien este futuro es posible, en la mayoría de los casos estas prospectivas no son más que creencias personales sin fundamento fundamental. Ciencia ficción sí, pero de gran influencia en la sociedad.

Es como lo que los psicólogos llaman “profecía que se cumple” (la madre al niño: “¡te caerás!” y el niño se cae). Las prospectivas permiten orientar los esquemas y comportamientos de la gente hacia una dirección en la que los resultados sean “naturales” o, al menos, aceptables.

Pero creo que el fenómeno de las redes telemáticas merece un análisis más profundo. Hay otros aspectos que casi nunca se mencionan. Algunos temas para reflexionar son:

  • Aspectos sociológicos. ¿Cómo serán las relaciones laborales y personales? ¿Se potenciará el aislamiento de las personas? ¿El encuentro con los lejanos supondrá alejarse de los vecinos? ¿Cómo van a cambiar las estructuras sociales los fenómenos de tele que se anuncian (teletrabajo, tele-aprendizaje, tele-compra, tele-ocio, etc.)?
  • Aspectos psicológicos. ¿Se superará o aumentará la dependencia de Internet? ¿Quienes no pueden integrarse en la sociedad se sumergirán en la “vida virtual” mediante un nuevo fenómeno alienante?
  • Partidos políticos. ¿Quién controla la información que hay en Internet? Hasta ahora cualquier persona podía disponer de un servidor de información para dar su opinión. Sin embargo, están apareciendo las primeras señales de censura, como leyes especiales en Francia, Australia o EEUU. Por otro lado, la censura en el control de la información no siempre es necesaria si se dispone de monopolios de información y servidores altamente atractivos y bien actualizados. Estos son los autores de la opinión y los servidores alternativos que se han venido desarrollando hasta la fecha tan sólo hacen el boletín de siempre o el boletín de fancine.
  • Aspectos geopolíticos. Dicen que para los pueblos no desarrollados Internet es la última oportunidad para coger el tren de la tecnología. ¿Las diferencias entre los pueblos van a desaparecer automáticamente con el simple uso de la red? Ten en cuenta que los países del tercer mundo no disponen de la infraestructura necesaria para aprovechar las ventajas de Internet. Para conseguirlo dependerán de los pueblos desarrollados: siempre detrás de ellos, cada vez más lejos.
  • Aspectos técnicos. Se han creado grandes expectativas en la gente, pero la eficacia de Internet es muy limitada porque el ancho de banda disponible es bastante estrecho. Cuando la infraestructura de telecomunicaciones mejora, dicen que se solucionará el problema de la velocidad, pero el marketing que se realiza, ¿no va a permitir que el número de usuarios se anticipen a los recursos?
  • Aspectos económicos. No sabemos qué intereses hay detrás de Internet. Los enormes gastos que se vienen produciendo hasta el momento, sobre todo en infraestructura de telecomunicaciones, han sido asumidos por los gobiernos. Las universidades no pagan nada y lo que pagan los demás usuarios es sólo una parte del coste. ¿En el futuro las grandes empresas de telecomunicaciones cobrarán el servicio “completo”? También se habla de la distribución de Internet en dos redes, una pública y otra de pago.

Por ello, el tratamiento de Internet debe situarse en un tema más general de la actitud social ante la tecnología. Actualmente los resultados de la tecnología se aceptan sin debate. En la mentalidad de la sociedad actual no se puede oponerse a la tecnología porque es ir en contra de la modernidad. Por ejemplo, ensayos de ingeniería genética, control social por computadores, etc. se han llevado a cabo sin darnos cuenta y antes de entrar en el debate. En este ambiente se ha aceptado sin crítica el “milagro” de Internet. Es la tecnología la que decide, no el ser humano.

Sin embargo, yo no soy totalmente pesimista. La sociedad es muy flexible y adaptable. Nuevas actitudes ante nuevos fenómenos. Por ejemplo, si se establece el teletrabajo, aparecerán tele-sindicatos y tele-huelgas para tratar los problemas de los tele-trabajadores. En una sociedad avanzada, la propia sociedad debería decidir hacia dónde va el futuro y no hacia dónde va la disponibilidad de la tecnología. Pero esto sólo será posible si se transmiten actitudes críticas ante Internet y se analizan todos los aspectos en lugar de quedarse con la boca abierta ante Internet.

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