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Ataque de bioyogures

2004/02/15 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

Gracias a la publicidad de los yogures estamos conociendo algunos microorganismos. En teoría, la mayoría de las bacterias causan enfermedades, pero las de los yogures no. Dicen que son beneficiosos. ¿Pero cuál es ese beneficio?
Se cuestiona el posible beneficio de los productos más caros.

Es sorprendente que el ser humano sobrevive durante millones de años comiendo a los que ha tenido que comer. Pero ahora la situación ha cambiado radicalmente. Le acompañan 'Bifidus activos'. Y desde que los hemos metido en la dieta hay una gran diferencia. Estas bacterias maravillosas ayudan a la digestión, afectan al sistema inmunológico, etc. XXI. El hombre de hoy ha entrado en la alimentación tecnológica del siglo XX.

¿Y antes no era así? ¿Dónde han estado los bifidus hasta ahora? ¿Son productos de laboratorio? Menos mal que han llegado a manos de las empresas que fabrican carros, ¿no?

En los últimos tiempos, los expertos de la Unión Europea están preocupados por el uso de estos microorganismos. Pero no porque sean peligrosos, no son peligrosos. Están preocupados porque la publicidad la utiliza. Esta preocupación ha sido expresada por varios biólogos europeos, por lo que las autoridades han decidido poner dinero para investigar yogures y bifidus. Su principal preocupación es saber si los 'bioyogures' reportan beneficios o no y, en su caso, aclarar el beneficio.

Las bacterias de los yogures no son nocivas. Pero si tampoco son beneficiosos, las organizaciones a favor de los consumidores deberían denunciar el fraude comercial. Por supuesto, los bioyogures se venden más caro que otros yogures, y los publicistas confirman que ese suplemento se paga por algo.

Sin duda es un tema a aclarar.

¿Qué diferencia hay entre los bioyogures y los yogures tradicionales?

Por supuesto, los científicos son los encargados de aclarar esta cuestión. Biólogos. Deben realizar investigaciones serias e independientes que no dependan del dinero de las empresas de yogures. Los biólogos han comenzado la investigación desde el principio, el intestino.

Aunque parezca mentira, las bacterias intestinales no se han investigado mucho hasta ahora. Se puede decir que los científicos saben más de Marte que de su flora intestinal. No está claro qué especie de bacterias habitan en el intestino, qué efectos tienen estas especies o cuál es su relación. Sin embargo, los vendedores de bioyogures exaltan las bacterias que introducen en los yogures, como los bifidus.

Para investigar los intestinos es necesario investigar el excremento, la mierda. No es muy agradable, pero hay una razón fuerte. La información sobre microorganismos intestinales se encuentra en las heces. De ahí que esta investigación haya sido iniciada, entre otros, por biólogos de la Universidad de Reading en Inglaterra.

Los resultados han sido llamativos, pero, claro, en un tema que no está muy estudiado, los resultados llamativos aparecen fácilmente cuando los científicos empiezan a estudiarlos. Uno de estos resultados llamativos ha emergido del análisis de las especies presentes y potenciales en la flora intestinal. Por un lado, los biólogos han descubierto que en el intestino de cada uno de nosotros viven un centenar de especies. La mayoría son bacterias, pero también hay algunas levaduras.

¿Qué bacterias habitan en el intestino humano?

Por otro lado, los científicos ingleses, además de investigar el excremento, han realizado un 'intestino robótico', un dispositivo que simula en laboratorio las condiciones intestinales. Con ello han descubierto que en el intestino pueden vivir miles de especies de bacterias.

Hay miles de especies a elegir, pero cada persona tiene sólo un centenar. Y estos tejidos varían de una persona a otra, es decir, no hay dos personas con la misma flora intestinal. Cada uno tiene su propia combinación de bacterias y, al igual que las huellas dactilares, la flora también es característica de la persona.

Además, esta flora no cambia a lo largo de toda la vida. Y es que en los dos primeros años de vida se establece qué bacterias vivirán en el intestino y qué relación se mantendrá entre ellas. Y a partir de ahí no hay cambios. Por lo tanto, ¿en qué puede ayudar la adición de una bacteria después de comer un yogur? ¿Aceptará el cuerpo esos bífidus o serán extraños para nuestro sistema inmunológico? Este ha sido el segundo tema de estudio de los científicos europeos.

Por otro lado, es necesario aclarar si las bacterias que no son de la flora intestinal actúan sobre el cuerpo o matan los sistemas inmunológicos antes de que se realicen acciones. Las investigaciones llevadas a cabo en esta línea no han dado resultados claros. Algunas veces parece que algunas bacterias tenían un efecto beneficioso, pero otras no se han encontrado beneficios.

Aunque es un lácteo básico, los científicos no conocen bien la influencia del yogur.

Además, según la publicidad de los bioyogures, los bifidus ayudan al sistema inmunológico. Pero los científicos no han encontrado rastro.

Existe una excepción. Un estudio finlandés investigó a varias mujeres embarazadas, todas ellas de familias con tendencia a desarrollar alergias. Después de comer bioyogures, los niños nacidos no desarrollaban tanta alergia. Llama la atención, pero es sólo un ejemplo.

Por lo tanto, no está claro cuáles son los beneficios de los bioyogures ni en la digestión ni en el sistema inmunológico. Y menos en lo que se refiere a los que dicen los publicistas sin decirlo, incluido el supuesto beneficio sexual.

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