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El secreto tibetano

2007/11/18 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Los habitantes de la meseta tibetana son las personas que viven en el lugar más alto del mundo. La altura media de la meseta es de 4.500 metros. A esta altura no es fácil tomar el oxígeno que necesita el cuerpo. Esto lo saben bien los montañeros: a medida que suben, el organismo es cada vez más difícil obtener oxígeno, y la falta de oxígeno provoca la enfermedad de la montaña: dolor de cabeza, mareo, náuseas y, en el peor de los casos, incluso la muerte.
Los habitantes de la meseta tibetana son las personas que viven en el lugar más alto del mundo.
X. Ostolaza

Sin embargo, los habitantes del Tíbet no tienen este tipo de problemas, aunque, como ocurre con el resto, tienen menos oxígeno en la sangre que cuando están a gran altura a nivel del mar. Entonces, ¿cómo no sufren la falta de oxígeno? Quienes estudian la fisiología humana han tratado de responder a esta pregunta desde hace tiempo y, al parecer, ahora han resuelto el misterio: Según investigadores de la Universidad Cleveland de Estados Unidos, la clave está en el óxido nítrico de la sangre.

Cleveland, situada a 205 metros sobre el nivel del mar, ha comparado la circulación sanguínea de 50 personas con la de los 88 tibetanos. Así, los hombres y mujeres del Tíbet han visto que mueven el doble de sangre que los demás. Esto permite que todas las células del cuerpo reciban suficiente oxígeno.

Además, los investigadores han descubierto qué es lo que provoca esta diferencia. Uno puede pensar que los corazones tibetanos dan dos pulsaciones por cada latido norteamericano, pero no ocurre así, en ambos grupos no había grandes diferencias en la frecuencia de latidos. La diferencia está en el diámetro de los vasos sanguíneos. De hecho, los vasos sanguíneos tibetanos son más extensos y por tanto transportan más sangre.

Los tibetanos no sufren la falta de oxígeno.
X. Ostolaza

Se aclara el siguiente paso, es decir, se ha descubierto por qué tienen vasos sanguíneos más amplios y parece que el responsable es el óxido nítrico. El óxido nítrico y los nitratos y nitritos que se producen durante su degradación provocan la dispersión de los vasos sanguíneos. Pues bien, los tibetanos tienen en sangre 10 veces más concentración que los de Cleveland.

Por lo general, una concentración tan elevada sería una señal de enfermedad; por ejemplo, en las septicemias, infecciones de sangre por bacterias, los pacientes tienen más nitratos y nitritos de lo habitual en la sangre. Sin embargo, los tibetanos no tienen ningún problema de salud por estas concentraciones, sino que son beneficiosos para ellos.

Del óxido nítrico a Viagra

Según los investigadores, Viagra no parece adecuada para prevenir los problemas de salud que pueden tener los montañeros a la altura.
A. Galarraga

Los tibetanos llevan 20.000 años viviendo en aquella meseta, y la capacidad genética de producir más óxido nítrico que los demás. En cualquier caso, el resultado de la investigación es importante para los investigadores, ya que consideran que el óxido nítrico puede ser utilizado para tratar a personas afectadas por la falta de oxígeno.

Pero no es la única, otras sustancias pueden ser útiles para hacer frente a los daños que produce la falta de oxígeno. Los investigadores de un hospital de Londres demostraron que Viagra ayudaba a los kirguígaros a respirar más fácilmente.

Los Kirgui viven en las montañas asiáticas de Ten Shan desde hace unos 500 años y siguen padeciendo enfermedades de montaña. Los investigadores londinenses demostraron que la misma enzima que impide el flujo sanguíneo en el pene aprieta las arterias pulmonares y dificulta la respiración a altas alturas. Viagra, por su parte, bloquea la actividad de esta enzima, extendiendo los vasos sanguíneos de los pulmones y ayudando a respirar bien.

Publicado en Zazpika

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