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Obesidad infantil

1999/06/01 Agirre, Jabier - Medikua eta OEEko kidea Iturria: Elhuyar aldizkaria

Es hora de descartar el viejo mito de que el niño poquito es un niño bien alimentado. La experiencia nos demuestra que en la mayoría de los casos no es cierto, e incluso diría que en algunos casos el niño gordo puede tener defectos o deficiencias nutricionales. Por otro lado, la obesidad puede suponer un riesgo importante para los niños, al igual que en los adultos.

Lo que el niño ha visto, lo ha aprendido un proverbio vasco. Y en alimentación tenemos mucho más adultos, y si todavía somos más padres, para enseñárselo a los niños. En la infancia se refuerzan y complementan los hábitos o hábitos nutricionales, el modo de comer. Si en esta etapa de la vida el niño come mucha comida de alto contenido energético, por ejemplo, a medida que vaya creciendo seguirá consumiendo y se mantendrá o incluso aumentará el exceso de peso.

Actualmente más obeso

En los últimos años el número de niños y niñas obesos ha aumentado espectacularmente, y según algunos estudios, la obesidad afecta al 10% de la población infantil española. A la vista de estos datos terroríficos, enseguida se nos plantea la cuestión de si la educación y la "cultura" de la alimentación y nutrición que estamos transmitiendo a nuestros hijos e hijas es la adecuada. Según Jaume Serra, médico especialista en nutrición, "los adultos proyectamos nuestros propios errores nutricionales en nuestros hijos e hijas, y aunque cada vez tienen más información para completar sus criterios, los niños y jóvenes siguen siendo los últimos responsables de su alimentación". Hay que tener en cuenta que normalmente los niños terminarán copiando lo que han visto hacer a sus padres y a las personas adultas.

Puntos a tener en cuenta

  • Hoy en día los niños tienen a su disposición una gran variedad de productos y alimentos de alto contenido calórico. A los niños les encantan las hamburguesas, salchichas, pizzas, helados o dulces. Al salir de la escuela veremos con frecuencia con todo tipo de bollos o bollos, alimentos ricos en grasas y grasas, en lugar de un bocadillo hecho con algún pan y embutido (chorizo, jamón, etc.).
  • Pero además de la alimentación, hay otros factores que pueden aportar obesidad en los niños. Una de ellas es la ACTIVIDAD O EJERCICIO FÍSICO DEFICIENTE. Ahora que son videojuegos, son juegos de ordenador o televisión, tienen la oportunidad de “vivir” sin levantarse del sofá los juegos que antes hacían en directo. No hay que olvidar el riesgo de caer en el sedentarismo. Un estudio de última hora demuestra que los niños gastan menos calorías que cuando están dormidos viendo un programa de televisión. A esto hay que añadir que hay niños que comen todo tipo de chucherías mientras están delante de la pantalla (patatas fritas, chocolates, palomitas, ...)

Hemos visto por qué un niño se convierte en obeso. ¿Y qué consecuencias puede tener la obesidad para el niño? Nada bueno, porque la obesidad tiene muchos aspectos negativos y negativos para la vida del niño.

Molestias por obesidad infantil

  • 1. Mayores posibilidades de obeso. Las posibilidades de obesidad en adultos también son muy elevadas, sobre todo si este exceso de peso se produce durante la pubertad.
  • 2. Mayor riesgo de desarrollar determinadas enfermedades Si la obesidad continúa, o incluso aumenta en la edad adulta, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes es muy alto, además del colesterol elevado que ya puede aportar desde la infancia.
  • 3. Sobrecarga peligrosa El sistema músculo-esquelético del niño obeso sufre una sobrecarga importante debido principalmente al peso del niño. Y su efecto son deformidades (en las rodillas) o mayor propensión a tener pies planos.
  • 4º Crecimiento anormal Algunos niños obesos son a la vez muy altos y llegarán antes de tiempo a los pubertes, con lo que dejan de crecer antes que los demás y en la edad adulta suelen ser más bajos que la media.
  • 5. Problemas psicológicos Estos kilos excesivos de niños obesos sufren a menudo un sufrimiento o un calvario enorme. A menudo estos niños se sienten marginados por sus amigos o compañeros, a los que a menudo les hacen burlas duras. Esta situación lleva al niño a aislarse de los demás, a buscar su protección en la comida, lo que cierra la círculo vicioso. Otro peligro es que en su infancia pueden tener miedo a engordar a niños o adolescentes que tienen unos kilitos sobrantes, lo que puede provocar una anorexia nerviosa si hay alguna predisposición para ello.

¿Cómo tratar a estos niños?

Actualmente los niños tienen a su disposición productos y alimentos de alto contenido calórico.

En el caso de los niños obesos el tratamiento no es farmacológico, salvo que exista otra patología asociada a la obesidad. La solución al problema es enseñar hábitos de alimentación y vida más adecuados y saludables, tanto al niño como a sus padres y cuidadores. Establecer una medida de comida, si es necesario, pero muy cuidada y controlando todos los detalles para que la obesidad o el sobrepeso no progresen, claro está, pero sin restricciones que puedan afectar al crecimiento del niño. Por ello, a estas edades puede ser más apropiado aumentar el gasto energético (por la vía del deporte) que prescribir una dieta estricta.

"La mejor forma de tratar la obesidad", afirma el experto en Endocrinología y Pediatría del Hospital Valle Hebón de Barcelona, Antonio Carrascola, "es anticiparse al problema desde los primeros meses de vida. Si la madre se da cuenta de que, tras comprobar el peso y talla de su hijo, ha empezado a desviarse de las medidas estándar, entonces conviene consultar con el pediatra para que éste le dé las pautas y criterios de alimentación adecuados. Siempre es más fácil y rápido corregir un sobrepeso de un kilo que de diez kilogramos."

¿Cómo alimentar a un niño obeso?

  • En ningún caso forzar a comer todo lo que esté en el plato. Este es uno de los mayores errores que se pueden cometer.
  • Si es posible, evitar comer entre comidas. Y si está acostumbrado a eso dale una manzana o una zanahoria si no.
  • Reduce el consumo de productos elaborados y de bollería o dulces. En su lugar, ahornear los cereales ...mejor integrales, o integrales con poco azúcar.
  • Que se acostumbre a comer frutas, verduras y legumbres.
  • Añadir el consumo de pescado, reduciendo al mismo tiempo el de carnes y aves (pollo, pavo, etc.).
  • El niño obeso tiene que hacer deporte o ejercicio, mejor si lo supervisa un experto en la materia. Con el deporte perderá peso sin darnos cuenta y la dieta no tendrá que ser tan estricta (con todas las consecuencias psicológicas que ello pueda acarrear).

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