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Humedales del País Vasco (IV): Humedales costeros

2000/08/01 Estonba Mintxero, Mikel Iturria: Elhuyar aldizkaria

A pesar de que el País Vasco no es un territorio de gran extensión, su ubicación entre la región biogeográfica Eurosiberiana y el Mediterráneo, y la abundancia de estajes bioclimáticos derivados de su accidentada orografía, convierten a este territorio en un territorio de gran diversidad y originalidad biológica y ecológica. Desde la costa del golfo de Bizkaia y las cumbres pirenaicas hasta las estepas de la Ribera y las Bardenas del Ebro, se extiende un rico y variado mosaico de ecosistemas asociados a numerosas situaciones climáticas, geológicas y orográficas.

En este marco ecológico único, los humedales son sólo una pequeña parte del territorio, ya que por las características de la orografía vasca no son abundantes ni de gran extensión. Sin embargo, desde el punto de vista ecológico, los humedales del País Vasco son el reflejo de la diversidad climática, geológica y orográfica antes citada, y que a lo largo de nuestra geografía se pueden ver numerosos tipos de humedales.

Atendiendo a las características geológicas y geográficas de los diferentes humedales, los humedales del País Vasco se pueden clasificar en:

Humedales costeros

  • Rías y marismas
  • Lagunas costeras

Humedales interiores

  • Humedales de montaña
    Turberas
    Lagos de origen glaciar
    Humedales kársticos
  • Lagos endorreicos
  • Humedales asociados a ríos
  • Humedales artificiales

En los artículos siguientes trataremos de conocer el origen, características, flora, fauna y los ejemplos más significativos de cada uno de estos tipos de humedales en el País Vasco y su estado de conservación.

Humedales costeros Rías y marismas

En el País Vasco, los estuarios o rías que se forman en las desembocaduras de todos los ríos que llegan hasta el mar son antiguos valles fluviales que quedaron afectados por las mareas marinas al final de la última glaciación debido al aumento del nivel del mar. La confluencia entre el mar, el río y el medio terrestre en los estuarios hace que se desarrollen ecosistemas humedales complejos, dinámicos, eutróficos y de gran biodiversidad.

Las rías se caracterizan por su alto nivel de producción. A todas las razones apuntadas en las rías, en general para los humedales eutróficos, hay que añadir la riqueza de alimentos minerales y orgánicos derivados de la interacción entre el mar y los ríos, la efectiva y rápida distribución de todos estos alimentos gracias a la dinámica de las mareas marinas y su rápida asimilación y recuperación. Todas estas características hacen que en las rías se formen cadenas alimenticias complejas y muy ricas. Los testimonios más conocidos de esta prosperidad son las abundantes y variadas comunidades de peces y aves autóctonas.

Sin embargo, a pesar de ser excepcionales desde el punto de vista nutricional, sus condiciones de vida son muy duras, ya que además de la inestabilidad del sustrato y la escasez de oxígeno, las constantes fluctuaciones de agua y salinidad debidas a las mareas marinas son insostenibles para la mayoría de los vivos. Para hacer frente a estas duras condiciones, los animales y las plantas que habitan han tenido que desarrollar adaptaciones especiales que se han convertido en especies altamente especializadas para vivir en estos medios.

No vamos a profundizar más en este tipo de humedales, ya que ya se ha analizado suficientemente en esta revista Elhuyar Zientzia eta Teknika, tanto en la colección que yo mismo he escrito sobre la costa del País Vasco, desde febrero hasta abril de 1995 (números 92, 93 y 94), como en los ejemplares de junio y julio y agosto de 1996 (números 108 y 109) escritos por Fernando Villate sobre estuarios.

Lagunas costeras

Parte de la costa vasca desde el cabo de San Martín de Biarritz hasta la desembocadura del río Atturri es continuación de la arenosa costa de las Landas. En él se encuentran elementos propios de las costas arenosas: playas anchas, dunas móviles y tras ellas lagos litorales creados por la dinámica de estas costas. Las pequeñas lagunas costeras que aparecen en este extremo de la costa vasca son los representantes más sencillos de un conjunto de lagunas que se extiende a lo largo de unos 200 kilómetros de la costa de las Landas, por lo que han pasado por sorpresa. Pero en Landeta, aunque la importancia de estas pequeñas lagunas es nula, en Euskal Herria la situación es diferente, ya que son los únicos ejemplos de este tipo de humedales en Euskal Herria.

Para comprender la formación de estas lagunas costeras, hace unos 10.000 años tenemos que retroceder. Entonces, al final de la última glaciación denominada W> rm, grandes cantidades de hielo se derretieron, lo que provocó un aumento del nivel del agua del mar. Este ascenso, conocido como Avance Flamenco, provocó no sólo la creación de las rías actuales en las costas acantiladas, sino también la ralentización del vertido de los ríos que llegaban hasta el mar en las costas arenosas, dando lugar a la aparición de zonas pantanosas en sus finales. Más tarde, hace unos 3.000 años, las corrientes costeras denominadas derivas y el efecto del viento formaron las barras de arena y dunas móviles, uno de los elementos más representativos de estas costas, que desplazadas hacia el interior, cerraron los ríos y aparecieron las lagunas costeras que hoy conocemos.

Debido a este origen, las lagunas litorales presentan una morfología particular. En el resto de los tipos de lagos, aunque normalmente la zona de mayor profundidad es el centro de la laguna, en los litorales la zona de mayor profundidad suele ser la de las dunas. Sin embargo, hacia el interior de los lagos la pendiente se suaviza, por lo que el agua se conecta suavemente con la tierra. Esta morfología singular permite el desarrollo de cuatro tipos diferentes de espacios naturales alrededor de las lagunas: el ecosistema dunar que se desarrolla sobre depósitos de arena, el ecosistema de aguas abiertas, el ecosistema de las márgenes con mayor desarrollo en el extremo interior de las lagunas y el desarrollo de los bosques que rodean las lagunas.

Vegetación

La abundancia de los distintos medios naturales que rodean a las lagunas litorales y el contraste entre las márgenes occidental y oriental, hace que en pequeña extensión se produzca una elevada riqueza vegetal. Además, las adaptaciones fisiológicas y morfológicas que presentan las plantas autóctonas para hacer frente a las condiciones de vida que impone cada medio permiten el crecimiento de varias especies vegetales consideradas de alto valor evolutivo y ecológico.

Al oeste se encuentra la línea de dunas móviles desde Biarritz hasta la desembocadura del río Garona. Las condiciones de vida de estas dunas móviles son muy duras, ya que al efecto erosivo que produce el movimiento de la arena sobre los tejidos de vida, así como a los enterramientos y afloramientos bruscos que produce, hay que añadir la elevada salinidad atmosférica de estas zonas, la elevada permeabilidad y soleamiento del suelo. Para hacer frente a estas condiciones de vida, diversas especies de plantas conocidas como psammophilos han desarrollado adaptaciones diversas como sistemas radicales de gran desarrollo para la retención del sustrato y la búsqueda de agua, tejidos grasos para combatir la salinidad, abundancia de pelos para reducir la incidencia de la insolación o tallos cilíndricos y reservorios para evitar enterramientos y afloramientos continuos. Entre las plantas presentes en estas dunas destacan Ammophila arrenaria, Honckenya peploides, Cakile maritima, Medicago marina, Pancratium maritimum, Calystegia soldanella, Eryngium maritimum, etc.

Tras las dunas aparecen las aguas abiertas de mayor profundidad, por lo que no se desarrolla vegetación vascular en esta zona. A medida que nos acercamos a la arista oriental, la profundidad va disminuyendo gradualmente, lo que normalmente hace que aparezcan todas las guerras vegetales de la transición del agua a la tierra. La alta especialización de la vegetación adaptada a los diferentes niveles de humedad, la elevada diversidad de especies en superficie reducida y el alto valor ecológico de estas especies, desde el punto de vista botánico, hacen que el lago litoral sea un entorno realmente interesante.

En dicha transición gradual podemos encontrar las siguientes especies: Especies vegetales acuáticas como Lobelia dortmanna, Myriophyllum alteriflorum, Hippuris vulgaris o Nymphaea alba; especies vegetales anfibios como Ptychotis thorbellei, Hottoria palustris, Sparganium ramosum, etc., que pueden soportar desbordamientos periódicos de agua pero que vegetales anfibróticas como el pólvófilo el

Fauna

No es de extrañar que zonas con este tipo de diversidad ambiental y riqueza vegetal tengan una fauna variada y abundante. En este breve artículo no es posible realizar una descripción detallada de la riqueza animal de las lagunas litorales, por lo que la describiremos de forma general.

Al igual que en el caso de la vegetación, la descripción de la fauna se inicia también por las dunas que se extienden en la orilla occidental de la laguna. Por las mismas razones que hemos mencionado para las plantas, las dunas no son un medio idóneo para los animales, pero sí hay especies animales que se han adaptado a vivir en estas duras condiciones. Destacan las especies excavadoras de insectos que habitan en dunas móviles como Polyphilla fullo, Cicindella campestris, Chrysomela sanguinolenta o los coleópteros Broscus cephalotes; el dermaptero Labiduria riparia o los himenópteros Ammophila sabulosa y Oxybelus uniglumis. Destacan también algunas especies de gasterópodos del género Theba pisana, Cernuella virgata y Cochlicella.

En cuanto a las aguas abiertas, la abundancia de vegetación acuática permite mantener poblaciones estables de peces. En las zonas más profundas predominan las especies carnívoras, como el lucio, el perca o el lujo. Además de los peces, la riqueza alimentaria de estos sistemas atrae a numerosas aves acuáticas. Especies acuáticas de aves como cercetas, patos, buceadores, copetazurias... sirven de lugar de esparcimiento para alimentar la cadena de lagos litorales de las Landas en sus épocas migratorias o de invernada.

Dado que las zonas de las márgenes se encuentran en una situación más favorable para el desarrollo de la fauna piscícola, la diversidad de especies de peces es mayor debido a la presencia de ciprínidos como el gobio, la escardinía o la zamoa, además de las especies antes mencionadas. También en las orillas, las distintas especies de anfibios presentan un buen estado de subsistencia, ya que los anfibios son necesarios para la reproducción del agua. En cuanto a las aves, en las orillas se encuentran numerosas especies de aves acuáticas. En las zonas en las que se desarrollan carrizales y vegetación densa, habitan carrizales, carrizales, espigones, gallinas de agua, rascacielos, agachadares... En las zonas con playas de limos y vegetación herbácea, sin embargo, se pueden observar numerosas especies de limícolas (toboganes, chorlitejos, brandales, kurlintas...).

Lagunas litorales en Euskal Herria

Desde el cabo de San Martín de Biarritz hasta la desembocadura del río Atturri, en la costa arenosa del País Vasco, encontramos tres lagunas costeras. Dos de ellos se encuentran en la zona denominada Barre, junto a la actual desembocadura de Atturri, y el tercero, Txiberta, en el centro del barrio homónimo construido tras la línea dunar de Angelu. Los tres son de pequeño tamaño y están bastante alterados por la actividad humana. El de Chiberta, consecuencia del crecimiento turístico de la zona en los últimos años, ha quedado totalmente urbanizado. En el extremo occidental se encuentra el campo de golf y en el oriental un parque construido para los vecinos del barrio. Por lo tanto, la vegetación de ribera y fauna propia de este tipo de humedales ha desaparecido completamente y el hecho de que el espacio acuático de la laguna esté dedicado a actividades de ocio ha hecho que sus características naturales queden reducidas al mínimo.

Sin embargo, los lagos de Barre se encuentran más cerca de la zona urbanizada, lo que les ha permitido mantenerse en un estado más natural. Sin embargo, hasta hace pocos años, estas dos lagunas se encontraban en el interior del hipódromo de Angelu, lo que provocó numerosas transformaciones. Ahora no hay hipódromo y, por tanto, en las orillas de los lagos hay pequeños bosques de mil, sauces, aliso y pino marítimo. En las márgenes occidentales, sin embargo, la urbanización de esta zona ha provocado la casi desaparición de las dunas.

De cara al futuro, no podemos ser esperanzadores. Teniendo en cuenta la falta de sensibilidad ambiental que el Ayuntamiento de Angelu ha mostrado hasta el momento en este tramo de costa arenosa y la escasa importancia que tienen estas pequeñas lagunas a nivel de la región de Aquitania, esperamos que durante mucho tiempo no se mantengan así. No nos queda más que recordar el proyecto faraónico de desarrollo que hasta hace poco el Ayuntamiento de Angelu quería construir en él el muelle deportivo o recientemente el proyecto faraónico de desarrollo para el entorno de Barre.

El futuro de estas pocas lagunas litorales vascas es realmente oscuro.

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