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Caseríos verticales

2007/11/03 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

En una sociedad cada vez más globalizada, los modelos de siempre están desapareciendo. Los cambios se han producido en todos los ámbitos. Los caseríos, ejemplo de un tipo de economía, sociedad y actividad que ha perdurado el siglo, son ahora de otra manera, y la agricultura y la ganadería actuales no tienen mucho que ver con los del pasado. Pero el modelo propuesto por investigadores estadounidenses para el futuro es aún más diferente. De hecho, la Universidad de Columbia de Nueva York ha desarrollado la idea de construir caseríos verticales.
Los investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York proponen construir caseríos verticales.
Vertical

Según los investigadores, los caseríos verticales son ahora la mejor solución para la sociedad y sobre todo para afrontar los problemas que tendrá en el futuro. De hecho, para el año 2050 la población aumentará considerablemente, y las previsiones más modestas apuntan a que el mundo tendrá 3.000 millones de habitantes más que hoy, de los que cerca del 80% residirán en las ciudades. Con los métodos agrícolas y ganaderos actuales, habría que dedicar más de mil millones de hectáreas de terreno a la producción de alimentos, un 20% más que la superficie de Brasil.

La tierra no puede soportarla, por lo que los de Columbia creen que hay que pensar en soluciones y proponen que las actividades agrícolas y ganaderas se realicen en rascacielos de treinta pisos.

De hecho, el cultivo de hortalizas y animales dentro de la casa no es nuevo; muchos de los alimentos que comemos hoy son criados internamente: las frutas y hortalizas crecen en invernaderos, los cerdos y los pollos en viveros, y el pescado. Los investigadores han partido de ahí, pero han mejorado el sistema para no dañar el medio ambiente, sacar el máximo partido a los recursos y estar ubicados en las ciudades. El resultado es un caserío vertical, o lo que es lo mismo, un caserío dentro de un rascacielos.

Muchas ventajas

Presenta importantes ventajas respecto a los modelos convencionales. Por un lado, no hay gasto de transporte, ya que lo que se consume en la ciudad se produce en la propia ciudad. Por otro lado, el sistema es totalmente cerrado: los restos de un proceso se utilizan para alimentar a los demás, evitando así la generación de residuos. Además, al estar todos los factores totalmente controlados, la cosecha está garantizada. Por si fuera poco, no hay parásitos ni bichos, por lo que no es necesario utilizar pesticidas. Es decir, los alimentos criados en el caserío vertical serían orgánicos. Todo ello, según los investigadores.

También mencionan más ventajas, como que los terrenos que ahora se destinan a la cría de plantas y animales quedarían libres. De este modo, los bosques desbrozados para convertirse en el primer campo se convertirían en bosques de retroceso, lo que repercutiría positivamente en el cambio climático.

Todo ello se ha conseguido incorporando todos los procesos en el diseño del caserío. En primer lugar, se han seleccionado los materiales en función de su impacto ambiental. El edificio tiene planta circular, que es la mejor para aprovechar el espacio y la luminosidad, y todos los muros son de vidrio. Este vidrio es especial ya que se hace más transparente u opaco en función de la luminosidad exterior y las necesidades interiores. También tiene capacidad de absorción de contaminantes en el aire.

La principal fuente de energía es el sol, ya que a través de los paneles solares obtendrán la mayor parte de la energía necesaria. Además, se ha instalado un pequeño aerogenerador en el tejado, que pretende generar metano como combustible mediante el compostaje de restos vegetales y animales. También se recogería el metano que liberan los animales.

Las actividades están divididas en módulos.
Vertical

Por otra parte, todos los tipos de producción están divididos en módulos para facilitar los cambios en función de las necesidades. Uno de los módulos, quizás el más importante, es la sala de control desde la que se controlan los parámetros de todos los procesos. En el caserío vertical están totalmente controlados la temperatura, la humedad y la composición del aire para adaptarse a las necesidades de cada producción.

También se ha diseñado la gestión del agua. Por ejemplo, se utilizarán sistemas hidropónicos de cría de plantas, y se utilizarán sistemas de depuración y reutilización de todo el agua utilizada tanto con plantas como con animales (animales y peces). El edificio cuenta también con sistemas de recuperación de agua evaporada que evitan la pérdida de agua. Y así con todas las materias primas y residuos.

En realidad, muchos de los sistemas y materiales utilizados en el caserío vertical ya están inventados y, en cierta medida, se utilizan en agricultura y ganadería intensivas. Quizá la mayor aportación de los investigadores de Columbia sea integrarlo todo, colocarlo en vertical y colocarlo en la ciudad.

¿Cuántos caseríos verticales se deberían construir para satisfacer las necesidades alimenticias de toda la población? Según los cálculos realizados, un edificio de estas características produce en un año la misma cantidad de comida que 50.000 personas. Pero sólo en Nueva York serían necesarios 150 edificios. Aunque los investigadores han puesto el objetivo en 2050, no parece fácil de llevar a cabo. Sin embargo, algunos de los módulos que han desarrollado ya han comenzado a aplicarse y dicen que están teniendo buenos resultados. Al menos, el trabajo de los investigadores (y el tiempo y dinero empleados) no ha sido inútil.

Publicado en Gara

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