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Selección de sismólogos

2020/04/27 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia

La situación creada por la pandemia del COVID-19 es muy particular desde todos los puntos de vista. Para científicos, psicólogos, sociólogos y mucha gente ha sido un experimento inesperado. O al menos una situación propicia para realizar un experimento. No se trata de un estado diseñado y previamente controlado. En realidad, en el planteamiento del método científico se espera que el científico parta de una hipótesis y diseñe un experimento en base a la cual es el camino del método científico canónico. Pero la ciencia a menudo es como la propia vida: no hemos podido planificar y crear esta situación, sino que hemos tenido que aceptarla como ha venido. También los científicos.

Ruido sísmico (vibraciones de fondo) medido en Bélgica en febrero y marzo de 2020 Ed. Nature (2020)

Por ejemplo, estamos hablando mucho de ecología. El hecho de que estas personas no salgan a la calle hace que se observen cambios en el comportamiento de muchas especies animales. ¿Pero qué dicen los geólogos? Y entre ellos, ¿qué dicen los sismólogos? Aquellos que miden los terremotos y las vibraciones de la Tierra. Pues ellos también han detectado esta situación especial en los sismógrafos.

El primero fue un sismólogo belga del Observatorio Real de Bélgica. La ciudad de Bruselas no vibra lo habitual. Desde mediados de marzo, se observa en las gráficas que las vibraciones sísmicas medidas en Bruselas han reducido al menos un 30% las vibraciones de fondo, lo que se denomina ruido de fondo. mínimo 30%. El sismólogo dice que a veces han medido una reducción del 50%.

Es lógico. Las carreteras han disminuido drásticamente, muchas calles están vacías con muy pocos vehículos. Los peatones también han desaparecido de las ciudades, porque hacemos teletrabajo, porque no vamos a comprar, porque las escuelas están cerradas, etc. Al final, todo esto provoca un pequeño zumbido que los sismógrafos recogen como señal de fondo. También ocurre en Navidad, dicen los sismólogos. En la señal medida en Bruselas, al menos, es así.

Pero todo esto ha tenido una conclusión interesante: han podido detectar terremotos muy pequeños, que son los que cubren los zumbidos de la ciudad. Por ello, las estaciones de los sismólogos se encuentran fuera de las ciudades para escapar de vibraciones provocadas por el hombre. Pero eso significa que no se pueden monitorizar, por ejemplo, los pequeños movimientos sísmicos que se producen en Bruselas. Ahora sí. Fenómenos similares han comenzado a detectarse en otras ciudades. Por ejemplo, en Londres o en Los Ángeles.

Si los ciudadanos cumplen las normas del confinamiento, los sismólogos se beneficiarán de la nueva situación. Curioso. Es un experimento que no han buscado. No planificado. Pero ahí está.

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