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Juantxo López de Uralde, director español de Greenpeace

2001/06/21 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa


Juantxo López de Uralde, director de Grenpeace en España, ofreció una conferencia el 19 de junio en el Aquarium de San Sebastián sobre la contaminación del mar. Esta donostiarra con una gran experiencia en ecología, junto a la constatación de que las contaminaciones son diversas y con un impacto global, destacó la necesidad de establecer acuerdos internacionales para lograr una solución.

¿Cuáles son los principales problemas que se encuentran en los ecosistemas marinos?

Los efectos sobre los ecosistemas marinos son muy variados. Por un lado, diría que el mar se explota demasiado y cada vez más. Desde 1995 el número de capturas se ha multiplicado por cinco. El 16% de la proteína animal consumida por habitante y el 26% del petróleo utilizado procede del mar.

Por otro lado, la introducción de especies, la reducción de hábitats y los efectos de todo tipo de contaminación.

¿Cuáles son las principales contaminaciones marinas?

El mar recoge una gran cantidad y variedad de residuos, desde los más visibles hasta los contaminantes orgánicos persistentes. Pueden distinguirse dos grupos entre sustancias naturales y sustancias artificiales o químicas.

Las sustancias naturales son principalmente arrojadas a las aguas sucias y, aunque en concentraciones normales la naturaleza es capaz de asimilarlas, las concentraciones excesivamente elevadas provocan un desequilibrio en los ecosistemas.

Las sustancias sintéticas son ásperas (90% de plástico), metales pesados y contaminantes orgánicos persistentes, entre ellos hidrocarburos, pesticidas conocidos como DDT, lindane, dioxinas que se producen en las incineraciones, PCBs utilizados como aislantes de transformadores, etc. La naturaleza carece de mecanismos de degradación de residuos sintéticos.

¿Los residuos del segundo grupo son más nocivos?

La mayor parte de los residuos orgánicos son arrojados a las aguas sucias de las ciudades, generando desequilibrios en los ecosistemas. De hecho, estos residuos presentan un alto grado de nitrógeno y fósforo y provocan reacciones como la eutrofización, provocando frecuentemente la muerte masiva de fauna y flora por falta de oxígeno.
Las sustancias artificiales también causan la muerte, pero de otra manera. Por ejemplo, la ingestión de grandes desperdicios de plástico permite asfixiar a los animales (tortugas, aves...). En el golfo de Bizkaia, por ejemplo, ¡hay 50 millones de objetos a una profundidad de 0-200 metros! ¡y en el Mar del Norte se disparan 70.000 m 3 bruscos desde los barcos! La cantidad de estos residuos no es, por tanto, insignificante.

Los metales pesados se acumulan en los tejidos grasos y a medida que avanzan en la cadena trófica las concentraciones aumentan. Los metales provocan anomalías en los órganos sexuales de los animales o tumores y cánceres.

Además, el mecanismo denominado destilación permite el movimiento de los residuos sostenibles. Primero suben a la atmósfera, allí se mueven de un lado a otro y luego precipitan. Por ello, no es de extrañar, por ejemplo, la presencia de metales pesados en los osos del Ártico.

Ha dicho que lanzamos residuos naturales en aguas sucias urbanas. ¿Cuáles son los orígenes de los residuos químicos?

El origen principal de los residuos químicos es la industria. Las zonas industriales se encuentran en las proximidades de los ríos y puertos y arrojan altas concentraciones de residuos. Como bien recordamos, las industrias han dejado ejemplos tan dramáticos como el de Doñana.

Del mismo modo, el dragado del suelo de los puertos también sufre enormes daños. Esto se debe a que la tierra que se dragan se expulsa unos mil más lejos, de manera que al aumentar la cantidad de sustancias suspendidas se produce una contaminación de otro ecosistema debido a la abundancia de contaminantes.

Por último, no podemos olvidar a los 27.000 barcos que circulan de un lado a otro.

¿Qué tipo de contaminación provocan los barcos?

Los barcos provocan contaminaciones convencionales y accidentales.
La contaminación típica, la basura, los productos que se lanzan al limpiar el barco y las pinturas de TVD. Estas pinturas impiden la proliferación de microorganismos y algas en el exterior del barco, por lo que tampoco se produce la proliferación de plancton en las proximidades.

Además de los habituales, como los tristes ejemplos que hemos visto en este invierno, también se producen contaminaciones de accidentes. Normalmente el vertido es petróleo. Pero como en el caso de Ievoli Sun se disparó el estireno, también se han lanzado otros productos químicos. El petróleo que se lanza a través de estos accidentes representa el 12% de la salida a la mar.

¿Cuáles son los daños que provocan estos accidentes espectaculares?

Estos accidentes en los barcos tienen dos consecuencias, momentáneas y a largo plazo. En primer lugar, dado que la mayoría de las veces el accidente se produce en condiciones meteorológicas adversas, la extensión de la mancha es fácil. Las especies directamente afectadas son las aves.

Con el tiempo se rompen las moléculas y se crean cadenas de carbono más pequeñas. La naturaleza tarda entre 10 y 15 años en dar la vuelta a este tipo de vertidos.

¿Qué se puede hacer en estos casos para reducir los daños?

Normalmente intentan detener la extensión de la mancha con productos químicos, pero es peor. De hecho, con estos productos químicos se consigue la formación de bolas de petróleo que con su peso van al subsuelo del mar. Así, el petróleo se quita de vista, pero ¡no desaparece! Sólo empeoran el problema.

La única solución es reforzar las medidas de seguridad de los buques. Ahora, las compañías petrolíferas y aseguradoras, hasta que el interés de los medios de comunicación disminuye, pasan una pelota de responsabilidad. Después se pagan las indemnizaciones a los pescadores, ¡y ya está! Los ecosistemas siguen dañados.

Cada vez más accidentes, contaminantes orgánicos persistentes... Como muchas otras cosas, ¿se puede decir que el problema de la contaminación marina se está globalizando?

Sí, sin duda. Los contaminantes se desplazan de un lado a otro y los lugares aparentemente no contaminados. Cada vez es más difícil encontrar emplazamientos no contaminados. Es un problema mundial.

¿Entonces la solución también tendrá que ser mundial?

Sí, la solución se conseguirá con acuerdos internacionales, y eso nos lo ha demostrado la experiencia de 30 años. Por ejemplo, a medida que se ha prohibido la gasolina con plomo, se ha conseguido reducir la concentración de plomo en la atmósfera. Teniendo en cuenta este tipo de ejemplos, es hora de dejar de lado el concepto de dilución para impulsar las producciones sin residuos.

Por poner ejemplos prácticos, la aplicación de las legislaciones para la recogida de residuos equipados por el puerto y la depuración de todas las aguas residuales urbanas debe hacerse lo antes posible.

Hombre con experiencia

Juantxo López de Uralde es director español de Greenpeace desde mayo. El donostiarra de 37 años comenzó a trabajar sobre ecología hacia 1980. Primero trabajó en un pequeño grupo de la universidad y de allí pasó a la CODA (Coordinadora de las Organizaciones de la Defensa de las Aves), lugar de reunión de los pequeños grupos de la comarca que trabajaban en defensa de los pájaros. Con el tiempo, CODA pasó de ser un grupo de defensa de los pájaros a ser un grupo de defensa ambiental. En la actualidad fue un paso hacia la llamada Ecologistas en acción.

En 1987 entra en Greenpeace para dirigir la campaña contra la incineración. Existía un proyecto de incineración de residuos industriales en el Cantábrico, que dirigió una campaña en contra, hasta que se consiguió revocar la autorización concedida por el Gobierno. Posteriormente la campaña continuó en el Mar del Norte y se sumergió en campañas de tóxicos y energías.

En 1999 se traslada a Greenpeace International como coordinadora de la campaña internacional contra los tóxicos.

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