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Microbicida anti-sida, cada vez más cerca

2005/12/11 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Muchas veces se acusa a las compañías farmacéuticas de que actúan según intereses económicos. En esta ocasión, sin embargo, han dado un gran impulso a la investigación de la microbicida anti-sida.
Para poder sustituir el preservativo es necesario desarrollar una microbicida eficaz.

De hecho, recientemente ha aparecido en la revista científica Nature una esperanzadora investigación sobre un microbicida. Este microbicida consta de tres componentes activos principales, dos de los cuales están a disposición de las compañías farmacéuticas. Sin embargo, una vez conocidos los resultados de la investigación, las farmacias han autorizado el uso de sus componentes.

Los investigadores llevaban tiempo buscando una microbicida eficaz contra el sida. Para evitar la transmisión sexual, los preservativos son muy eficaces, pero en muchos lugares los hombres no quieren utilizar preservativos. En consecuencia, cada año miles de mujeres se infectan por relaciones sexuales sin protección.

La sustitución de preservativos por micobicidas sería una buena opción. Las microbicidas son estancias vaginales, cremas o supositorios que forman una capa protectora del virus. Eso en teoría, porque hasta ahora no se ha conseguido un microbicida eficaz contra el sida. Es más, se ha probado un solo microbicida en mujeres, con un resultado lamentable.

En un principio, esta microbicida daba efectividad. Tenía un componente que destruye el virus del sida y funcionó correctamente en las primeras fases de las pruebas clínicas. El último paso es probar en seres humanos y entonces vieron que en lugar de beneficiarse, perjudicaba. Era tóxico en las dosis necesarias para destruir el virus. Dañaba el tejido vaginal y, por tanto, facilitaba la entrada al virus.

En tres frentes

Cada componente activo lucha a su manera contra el virus.

El microbicida que han presentado en la revista N ature se basa en una estrategia diferente. Desarrollado por investigadores de la Universidad Cornell de Nueva York, se han utilizado tres componentes activos para la fabricación de la microbicida. Cada uno de estos componentes lucha en un frente contra la infección.

Por ejemplo, se ha utilizado un componente de la compañía farmacéutica Merck, que se asocia a la misma célula de la vagina donde se asocia el virus. De esta forma deja el virus sin sitio. Otro componente es el de la farmacia BMS, que interacciona directamente con el virus, por lo que no le permite asociarlo a la célula. Finalmente, un péptido creado por el equipo de investigadores inhibe el proceso de introducción del virus en la célula.

Los investigadores probaron varias combinaciones en los macacos. Algunas de las combinaciones permitieron a los macacos alcanzar un 75% de protección. No es poco, pero los que probaron sus tres componentes unidos mejoraron aún más: los tres macacos con esta combinación consiguieron una protección total.

La estrategia es similar a la de los pacientes con SIDA. Ellos también combinan varios medicamentos antivirales y cada uno de ellos utiliza un mecanismo de lucha contra el virus.

Impulso a la investigación

Ante la negativa de los hombres a utilizar preservativos, miles de mujeres se infectan cada año de sida.

El resultado ha sido tan satisfactorio que las compañías farmacéuticas Merck y BMS han concedido las autorizaciones de sus componentes a la entidad que desarrollará el microbicida. En concreto, una organización sin ánimo de lucro se encargará del desarrollo de la microbicida.

Su intención es comenzar en 2007 con pruebas clínicas, en las que participarán 10.000 mujeres africanas que calculan entre 150 y 200 millones de dólares. No es mucho en comparación con lo que se puede ganar: sólo en tres años, 2,5 millones de personas se salvarían la vida con un microbicida eficaz antes de tener relaciones sexuales.

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