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Primer vínculo entre el embrión humano y la madre

2003/01/17 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Algunos embriones no consiguen implantarse en el útero, lo que provoca la interrupción del embarazo. Precisamente por ello se producen los embriones las tres cuartas partes de los abortos naturales antes de las 20 semanas. Ahora, varios investigadores han descubierto una proteína que ayuda a añadir al embrión al útero.

La investigación se ha llevado a cabo en la Universidad de California y ha sido publicada en la revista Science. Según ellos, el adhesivo es una proteína que produce el embrión, la L-selectina. Al parecer, la proteína se asocia a unos hidratos de carbono que produce el útero, lo que permite su aplicación en el útero. Esta proteína no es la única que participa en el proceso, pero parece que es muy importante: tras recoger unas bolitas de poliestireno con proteínas L-selectina, los investigadores han demostrado que son capaces de implantarlas en el útero.

Embrión humano con seis semanas.

El sexto día después de la fecundación del óculo, cuando el embrión se implanta en el útero, aumenta la producción de L-selectina. Al mismo tiempo, el útero produce hidratos de carbono receptores de esta proteína. En realidad, el útero produce estos hidratos de carbono durante todo el embarazo y también participa en el crecimiento de la placenta.

Los investigadores quieren utilizar este descubrimiento para aumentar el grado de éxito de la fecundación in vitro. En la fecundación in vitro, sólo un tercio de los embriones que se producen consiguen implantarse en el útero y, teniendo en cuenta esta proteína, esperan aumentar la viabilidad de los embriones. Por ejemplo, se puede analizar si los embriones creados in vitro producen o no correctamente la L-selectina, de forma que se transfieran los embriones con mayor probabilidad de ser viables. Además, en las mujeres también se puede analizar si tienen o no suficiente acogida en el útero. La clave de muchas mujeres con problemas de fecundación puede estar aquí.

Por otra parte, algunas células del sistema inmune también utilizan el mecanismo de la L-selectina. De hecho, los leucocitos se adhieren a los vasos sanguíneos gracias a esta proteína, llegando al tejido en el que se encuentran los causantes de la infección y combatiéndolos.

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