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Preguntando por la tecnología del futuro

2000/07/09 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia

La revista Time se pone más de una vez de cara al futuro y más de una vez empieza a hacer preguntas. Muchas veces las respuestas están más cerca de la ficción que de la ciencia, y aunque eso en la mayoría de los casos no nos gusta demasiado, esta mañana del domingo túmbese tranquilo, coloque bien la llevada y deje volar la imaginación. El turno de la tecnología del futuro.

¿Nos van a poner chips en el cerebro?

Quizás sí, pero no para mucho tiempo. Para la bioingeniería los chips de silicio son sólo fracciones de cristal. La instalación de chips en el cerebro humano es técnicamente posible, pero no es elegante ni necesaria. La medicina y los militares tendrán -o encontrarán– motivos para hacerlo, pero no durarán mucho. De hecho, los cambios en el campo de la computación biológica y la nanotecnología son frecuentes y rápidos, por lo que esta tecnología quedaría poco tiempo atrás. ¿Y el proceso inverso? ¿Poner neuronas en los ordenadores? Sí, claro, pero no así entendido, sino porque vamos a hacer herramientas cada vez más inteligentes.

¿El futuro es de los robots?

Según los partidarios de la nanotecnología, en el futuro los nanorobots harán de todo, desde la construcción de barcos hasta la producción de comida, y por supuesto, más nanorobots. Dado que todas las cosas de este mundo están formadas por moléculas, en principio las nanomasillas serían capaces de construir cualquier cosa. Pero no todo es tan bonito. Y es que si se estropeara el nanorobot que está haciendo algo por molécula, ¿qué pasaría? ¿Cómo pararla?… la duda está ahí. No obstante, la nanotecnología marcará los próximos años.

¿Cómo serán los alimentos de mañana?

¿O dicho de otro modo, el futuro será el de los alimentos genéticamente modificados? Los europeos en general estamos en contra de los alimentos transgénicos, eso está bastante claro. Aquí no hay mucha necesidad de alimentos biotecnológicos, porque estamos perfectamente equipados de otros. En los países en desarrollo o en situación de hambre la cuestión se limita a una pregunta: ¿los beneficios de la biotecnología son mayores que los riesgos? La biotecnología puede resolver parte del problema pero no todo. De hecho, las hortalizas genéticamente modificadas no pueden eliminar el hambre, si el agricultor no dispone del dinero necesario para plantarlas o si los ciudadanos no pueden pagarlas.

¿Algo va a sustituir a Internet?

Internet es algo muy nuevo, demasiado nuevo para empezar a pensar en el futuro. Creada en la década de los 60, generalizada en la de los 90, cuenta en la actualidad con cerca de 300 millones de usuarios. ¿Cómo será Internet dentro de 20 años? Según todos los expertos, en el año 2020 Internet estará en todas partes, por lo que no se hablará de Internet. Todos los electrodomésticos tendrán acceso a Internet, existirán carteras digitales, las cámaras digitales serán capaces de unirse a la red… y todo ello, por si fuera poco -dentro del campo de la ficciona-, gracias a la presencia de herramientas muy pequeñas, también se podrán introducir en el cuerpo humano. Así, los seres humanos también seremos capaces de conectarnos a Internet. Por lo tanto, no tendremos vida privada, podremos acceder a mucha información en cualquier lugar y momento…. ¿Y si nos atacan los virus informáticos?

¿Los ordenadores serán más rápidos que nosotros?

Para tener la misma inteligencia que nosotros, los ordenadores deberán cumplir una serie de características. Una de ellas es la capacidad de cálculo. Los expertos creen que el ser humano es de 20.000 millones por segundo: Dicen que tenemos 100.000 millones de neuronas, cada una de ellas tiene 1.000 enlaces con otras neuronas y que cada conexión puede realizar unas 200 operaciones por segundo. Los chips actuales no tienen esa capacidad, pero los futuros tendrán.

Por otro lado, consideran que con el uso de nanorobots se podrá copiar e insertar en los ordenadores el diseño del cerebro para el año 2030. Para entonces, la capacidad de cálculo de los ordenadores será mayor que la humana, por lo que las máquinas serán más rápidas que las humanas.

¿La tecnología cambia demasiado rápido?

La biotecnología, la nanotecnología y los ordenadores avanzan a través de la autoaceleración. Los nuevos chips se utilizan para crear inmediatamente nuevas generaciones de chips más rápidos; la nanotecnología y la biotecnología hacen lo mismo y van más allá, porque uno acelera al otro. La sociedad basada en tecnologías tan inestables y cambiantes tendrá las mismas características, por lo que parece que va demasiado rápido. Quizás el día de hacer stop esté cerca.

¿Quedará atrás la tecnología de alto nivel?

Sin duda, así será. La rueda, las flechas, el hacha… alguna vez fueron tecnologías de alto nivel, hoy están más cerca del pasado que del futuro. Con el tiempo todas las tecnologías de alto nivel se convierten en tecnologías de bajo nivel, cuando pasan a formar parte de la vida cotidiana y los nuevos objetos sustituyen a los antiguos. En los próximos años la tecnología actual de alto nivel quedará retrasada, ya que los problemas no se resolverán mediante la informática o la ingeniería, sino con la ayuda de la biología y los microscopios de partículas.

¿Los ciberdelincuentes serán dueños?

En películas de ciencia ficción este tipo de personajes es cada vez más común, que utilizan multitud de códigos secretos y se apoderan del mundo. Sin embargo, la realidad -así lo dicen los que se ocupan de la seguridad- es muy diferente, ya que los que trabajan contra los códigos secretos son mucho más. El símbolo de esta lucha es el FBI. Teniendo esto en cuenta, uno sabe lo que es mejor, dominar a los ciberdelincuentes o a los FBI.

¿Sustituirán al silicio?

Según la Ley de Moore, cada 18 meses aproximadamente los fabricantes de chips duplican el número de transistores que entran en las placas de silicio. Pero según las leyes de la Física, este ritmo de duplicación no siempre se puede mantener. Según esto, en algún momento los transistores pueden llegar a ser del tamaño de las moléculas, por lo que entrarán en juego las reglas de la mecánica cuántica. Y entonces las cosas cambiarían porque el comportamiento de los electrones sería bastante anárquico. En cualquier caso, los transistores están muy cerca de la frontera. Por lo tanto, en la actualidad se están investigando alternativas al silicio, salvo a nivel teórico: Computador de ADN, computadores moleculares y computadores cuánticos.

¿Vamos a conducir o nos van a conducir?

Ponte los cinturones, el futuro del automóvil ya está aquí. Los coches más actuales ofrecen grandes posibilidades tecnológicas: rayos infrarrojos para ver mejor por la noche, información vía satélite, frenos antideslizantes, herramientas de ajuste automático de velocidad… . Según los gigantes de la automoción, pronto tendremos autopistas inteligentes. Se instalarán millones de sensores y se podrá conducir con la ayuda de sensores. Iremos a 190 kilómetros por hora, a unos pocos centímetros de los coches que tenemos por delante y por detrás. ¿Y tendremos motivos para preocuparnos? No, los coches estarán totalmente automatizados. En 1939, General Motors anunció un futuro similar para la automoción en la Exposición Internacional de Nueva York. Imagínate cuántos años han pasado y lo anunciado sigue soñando.

No sería extraño que con el resto de predicciones de estas líneas se produjera lo mismo, ya que al principio se ha dicho que sólo la realidad puede ser ficción.

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