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Añadir música al éxtasis y multiplicar el resultado

2006/03/19 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

La música sonora aumenta la influencia del éxtasis en el cerebro. A esta conclusión han llegado investigadores del Instituto Italiano de Ciencias Neurológicas, tras analizar los efectos que la interacción estasis - música produce en los cerebros de las ratas.
La música sonora aumenta la influencia del éxtasis.

Hay muchos mitos sobre el éxtasis. Según una creencia extendida, los consumidores del éxtasis no toman otras drogas, y por ejemplo beben agua y no alcohol. Sin embargo, esto no es cierto: los estudios de hábitos de consumo han dejado claro que las personas que toman el éxtasis lo hacen habitualmente junto con otras drogas, como es el caso del alcohol.

Otro mito afirma que a largo plazo no produce daños y que la mayoría de las muertes por consumo de éxtasis han sido debidas a la deshidratación, no a la propia influencia del éxtasis.

El éxtasis (o 3,4 metilenodioximetanfetaminas o MDMA) acelera los latidos cardíacos y ayuda a expulsar el sudor. Además, se calienta en los lugares habituales de recepción, es decir, en las discotecas. Por si fuera poco, los consumidores bailan y beben alcohol –el alcohol es diurético–. Teniendo en cuenta todos los factores, no es de extrañar que los consumidores corran el riesgo de deshidratarse y, en los casos más graves, de morir. Sin embargo, la combinación de tantos factores hace difícil saber cuál es el efecto causal.

Influencia de la música

Las pastillas de éxtasis contienen, además de MDMA, otras sustancias. (Foto: DEA)

Otro componente del ambiente habitual en el que se consume Éxtasis es la música, y no de cualquier tipo. De hecho, el consumo de éxtasis está íntimamente ligado a la música más fuerte y repetitiva, y se sospechaba que esto también puede influir. Gracias a su investigación en el Instituto de Ciencias Neurológicas de Italia, al menos en parte han conseguido resolver las sospechas.

En esta investigación han trabajado con ratas. A unas ratas se les dieron pequeñas dosis de MDMA y a otras grandes. A continuación se colocó la música en el volumen máximo permitido en las discotecas. El siguiente paso fue medir la actividad de los cerebros a través de los electrodos instalados en el cráneo.

La música tuvo una gran influencia. Al principio, sin música, la dosis más pequeña apenas afectaba a la actividad cerebral. En cuanto a la música, el impacto se disparó, como si hubiera dado la mayor dosis al ratón.

La música también influye en la duración del efecto. Si se juntan las altas dosis de éxtasis y la música más fuerte, el efecto se notaba hasta el quinto día. Sin música sólo duraba unas horas.

De rata a persona

Es difícil investigar el efecto de las drogas, por lo que los experimentos se realizan con ratas. (Foto: RGD)

También en la Universidad de Cambridge investigan la influencia de la música en el efecto de las drogas y, según sus investigadores, la investigación italiana es útil para comprender por qué la OMC afecta más a unas personas hasta otras.

Además, investigadores italianos demostraron que el MDMA perjudica las terminaciones de las neuronas raticidas. En su opinión, el éxtasis puede tener un efecto similar en las personas. Quizá por eso muchas personas que tienen costumbre de tomar éxtasis tienen tendencia a la depresión, cambios de humor y otras alteraciones.

No obstante, hay que tener en cuenta que los consumidores de éxtasis no consumen MDMA puro, ya que las pastillas contienen muchas otras sustancias mezcladas. Algunas de ellas, además, son altamente tóxicas y, sin duda, afectan tanto a la fuerza como a los daños de las pastillas.

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