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Investigaciones médicas en la cumbre del Everest

2007/04/21 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Un equipo de médicos británicos viaja al Everest para analizar la respuesta del cuerpo humano a altas alturas. Es la expedición más grande que se ha organizado con esta intención y esperan que sus resultados contribuyan a tratar a los enfermos graves.

La expedición Xtreme Everest tiene objetivos médicos.
(Foto: Cadwell Xtreme Everest)

La expedición, que partió de Londres el 17 de marzo, ofrecerá todo el mes de abril en el campamento base, a 5.300 metros de altura, realizando experimentos. Además de los médicos, doscientos voluntarios realizarán pruebas y un pequeño grupo de investigadores se plantea ir a la cima en mayo para hacer pruebas.

Aunque la expedición tiene una finalidad científica, de alguna manera es un espectáculo. La BBC, por ejemplo, adelanta en otoño la emisión del documental Xtreme Everest sobre la expedición. Mientras tanto, casi en directo y por diferentes vías (radio, televisión e Internet), permite el seguimiento de la expedición. En Internet, por ejemplo, antes de llegar al campamento base, algún participante ya ha señalado que ha sentido fatiga y dificultad respiratoria.

Pero ese es el objetivo de esta expedición; estar en los medios de comunicación ayudará a conseguir dinero para llevar a cabo la expedición, pero en realidad quieren analizar las consecuencias de la falta de oxígeno para luego encontrar nuevas vías de tratamiento para los enfermos con falta de oxígeno. Y el Everest es un laboratorio perfecto para medir el impacto de la falta de oxígeno.

Laboratorio natural

Medir la influencia de la altura y el ejercicio físico en el organismo.
(Foto: Cadwell Xtreme Everest)

A medida que asciende por el monte, la concentración de oxígeno en el aire a nivel del mar es la misma, 21%, pero disminuye la presión y densidad de la atmósfera. Esto provoca que llegue menos oxígeno a los pulmones que a nivel del mar. Al tener las células menos oxígeno de lo necesario, existe un riesgo de hipoxia, es decir, de aparición de graves problemas circulatorios, respiratorios y cerebrales.

Algo parecido ocurre con muchos pacientes en cuidados intensivos. A menudo se dan por falta de oxígeno en la sangre por una u otra enfermedad. La mayoría de los médicos y enfermeras de la expedición trabajan en cuidados intensivos, por lo que los cambios que observan a medida que asciende el Everest serán analizados con especial cuidado, ya que de ello esperan obtener conclusiones beneficiosas para los pacientes.

Quizá más de uno se pregunte por qué no realizan estas pruebas en el laboratorio. Existen cámaras que simulan a voluntad una atmósfera pobre en oxígeno. Sin embargo, según los organizadores de la expedición, al tratarse de una gran investigación, es más preciso y práctico hacerlo en el campo que en el laboratorio.

Por un lado, cuanto mayor es el número de participantes en un experimento, menor es el error en los resultados. En esta expedición participan más de doscientos hombres y mujeres de todas las edades. Entre ellos, nueve niños y niñas de entre 6 y 13 años estarán en el campamento base.

Por otro lado, los participantes pasarán varias semanas en el monte, y pasar tanto tiempo en una cámara es muy difícil. Sin embargo, las expediciones han utilizado este tipo de cámaras para probar aparatos respiratorios, máscaras, medidores y otros instrumentos.

Estudios especiales

También realizarán reconocimientos médicos en la cima del OrEverest.
(Foto: Cadwell Xtreme Everest)

Sin embargo, realizar reconocimientos médicos a gran altura no es tan sencillo como hacerlo a nivel del mar. Por ejemplo, los expedicionarios quieren medir la concentración de oxígeno en sangre en la cima del Everest, pero saben que no será tan fácil como en el hospital.

En la cima de la montaña, la sangre circula a alta presión por las arterias de la pared fina, y con temperaturas bajo cero y condiciones variables, la extracción de sangre es difícil y peligrosa. Entre otros, existe el riesgo de trombosis o sangrado. Para evitarlo, tomarán medidas especiales.

En el campamento base no será tan difícil tomar muestras de sangre. Así, medirán la concentración de oxígeno de los voluntarios en los tejidos y arterias de las distintas partes del cuerpo para saber a dónde se dirige la sangre durante el ejercicio.

Además de la sangre, estudiarán los pulmones. De hecho, la aparición de edema pulmonar por falta de oxígeno es relativamente frecuente a altas alturas, si no se trata a tiempo puede provocar la muerte. Para analizar qué queda, utilizarán un ecocardiógrafo. A través de esta herramienta se visualizará el flujo sanguíneo del corazón y de los vasos principales que llegan al mismo, y se investigará cómo afecta a los pulmones.

Por supuesto, el cerebro también será objeto de estudio. Para muchos, muchos de los síntomas de la enfermedad en alturas son consecuencia del edema cerebral. Al aumentar el cerebro, no entra en el cráneo, lo que provoca un gran dolor de cabeza, una pérdida de equilibrio y finalmente la muerte. Los médicos de expedición medirán la presión intracraneal y utilizarán la espectrometría de infrarrojos para estudiar el nivel de oxígeno del cerebro.

Por último, se realizarán estudios genéticos en busca de genes que ofrezcan la ventaja de mantenerse en condiciones adversas. Además del ADN de los montañeros, también quieren investigar el ADN de los habitantes del Tíbet, para saber qué es lo que hace ‘duras’.

Es una gran expedición, la intención también. Ahora sólo falta que los resultados sean tan útiles como se esperan.

Publicado en Gara.

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