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La ciencia en la prensa diaria

2005/07/01 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

Al igual que el año pasado, gracias a la Dirección de Política Científica del Departamento de Educación del Gobierno Vasco, la Fundación Elhuyar ha realizado un seguimiento semestral de los periódicos disponibles en los kioskos de la Comunidad Autónoma del País Vasco. El año pasado salió del estudio un resultado inesperado: el lugar de la ciencia y la tecnología era sólo del 1%. Este año los números han aumentado ligeramente.

El 2,42% del total de noticias aparecidas en la prensa diaria se refieren a temas científicos. Esta es la principal conclusión del análisis de la prensa diaria realizado por la Fundación Elhuyar por segundo año consecutivo. Dicho de este modo, la cifra no parece muy elevada, pero la diferencia con respecto al año anterior es evidente, ya que el número de noticias se ha duplicado.

En el estudio se han utilizado los periódicos Berria, Deia , Gara , El Diario Vasco , El Correo Españo l, Diario de Noticias de Alava y El País. Es decir, todos los que se publican en la Comunidad Autónoma del País Vasco, más El País. Este periódico español tiene cierta referencialidad en la divulgación de la ciencia y por ello se ha utilizado en el estudio. Desde el pasado mes de noviembre hasta abril de este año se han revisado, leído y fichado diariamente las noticias, reportajes, entrevistas, etc. que se han publicado en los siete diarios. Además de los temas diarios, se han analizado los suplementos de los periódicos.

Trabajo sin label

Más allá de los datos que pueden considerarse habituales en estos casos, como la fecha de publicación, el título, el formato periodístico, si está firmado o no, el tema, la mención de las fuentes, etc., hay un aspecto que puede destacarse respecto al estudio del año anterior: la calidad. Es decir, con la recogida de datos fríos se ha querido valorar la información publicada. ¿Consecuencia? Los periódicos tienen mucho que mejorar a la hora de informar sobre la ciencia.

Para llegar a esta conclusión, se ha otorgado una puntuación a los artículos en función de diferentes parámetros, con el fin de indicar el grado de correcta elaboración de los mismos. Se ha valorado la corrección de los contenidos, la mención de las fuentes, la fiabilidad o no de las fuentes a las que se hace referencia, la opinión de los expertos, la información más allá de la noticia, la idoneidad y acierto de las explicaciones gráficas y la valoración de la escritura, si es errónea, simple o correcta. Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, entre 0 y 9 se ha calculado que un artículo correctamente trabajado debería
alcanzar una puntuación mínima de 5.

A este nivel mínimo han llegado muchos menos artículos de los que se podría pensar: El 53% es exacto, es decir, algo más de la mitad han sido correctas, pero algo menos de la mitad deben considerarse malas.

Por extensión, la crítica puede extenderse también a los destinatarios de la información, aunque sea de forma más difusa. Y es que, como compradores de periódicos, los compradores tienen derecho a consumir productos de calidad y, por supuesto, a exigirlo.

También es posible llevar la reflexión o la crítica aún más lejos, aunque no sepamos hasta dónde. Puede ocurrir que el comprador no se dé cuenta de que la mitad de la información sobre ciencia y tecnología que está recibiendo es de baja calidad. En este caso, el problema parece más grave, porque habría que centrarse en los modelos educativos de esta sociedad.

Escritor Edonor

Que los temas científicos se han tratado como noticias en casi la mitad de los casos.

Al margen de las cuestiones de calidad y de los destinatarios de la información, pero sin romper el vínculo, el análisis también ha tenido en cuenta al autor de la información. Esto puede tener mucho que ver con el tema de la calidad. ¿Hay un perfil de divulgador científico en los periódicos? ¿Hay personas especializadas en socializar la ciencia y la tecnología en los periódicos? Estas preguntas han sido respondidas. Se han observado las fichas de los 4.489 artículos publicados entre noviembre y abril.

Se ha comprobado quién ha firmado los artículos y, para quienes tenemos este oficio, un resultado esperanzador: la figura del periodista científico no se ha extendido del todo. En todos los periódicos hay personas que escriben ciencia y tecnología, pero no llegan a llenar todas las páginas que los periódicos ofrecen a este tema. Por eso, muchos artículos pasan por periodistas sin especialización.

Todos los periódicos han ofrecido este año un mayor porcentaje de páginas a la ciencia que el año pasado.

El estudio también se ha centrado en otros apartados de la divulgación científica. Por ejemplo, hay que saber cuánto espacio dedica cada periódico a la ciencia, y en porcentajes Berria es el que más espacio le da, mientras que Deia es el que menos le da.

En cuanto a la presencia del euskera, este año es menor que el año anterior, 20%, 38%. De hecho, el número de artículos escritos en euskera ha aumentado, pero ha aumentado el número de noticias dedicadas a la ciencia. Curiosamente todos los periódicos, incluido El País, han escrito algo sobre ciencia en euskera. Uno de ellos ha quedado en el vacío, en apenas seis meses ni siquiera en euskera: el Correo Español, que se vende principalmente en Bizkaia y Araba.