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Rayos X, una de las fuentes de radiación

2002/04/12 Elhuyar Zientzia

Los rayos X y los nucleidos radiactivos se utilizan para fines tan diversos como la medicina, el armamento, la producción de energía eléctrica, la detección de incendios, la iluminación de relojes de pulsera o la prospección de minerales. Las aplicaciones son más numerosas de lo que pensamos. Al margen de los accidentes nucleares y las armas nucleares, la mayor irradiación artificial que recibe nuestro cuerpo en la vida diaria es la que se deriva de las aplicaciones médicas, tanto diagnósticas como de tratamientos, más violenta que la recogida en algunos tratamientos.

Sin embargo, también existen fuentes de radiación naturales y probablemente más desconocidas. También hay sustancias radiactivas en el suelo que pisamos, en el aire que respiramos y en los alimentos que comemos: nuclidos radiactivos naturales. En la superficie terrestre, por ejemplo, siempre han existido elementos radiactivos, como el potasio 40, el torio y el uranio, del que deriva el radón en el aire. La radiación cósmica que viene del espacio también aporta la suya.

Sin embargo, la radiación natural es una característica de nuestro medio y no nos causa daños. Por el contrario, debemos tener en cuenta lo que nosotros añadimos a esto, ya que si aumentamos la dosis el riesgo aumenta.

Se dice que hay que tomar todas las cosas en su justa medida.

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