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El txantxiku común, un padre responsable

1991/09/01 Aihartza, Joxerra Iturria: Elhuyar aldizkaria

El xantxiku común (Alytes obstetricans) es un pequeño álamo, gorra con forma de sapo, pero sin glándulas parotoideas, de 4,2-4,6 cm de longitud extremo a ano.
Mapa de distribución del txantxiku común en el País Vasco.

El txantxiku común (Alytes obstetricans) es un pequeño álamo, gorra con forma de sapo, pero sin glándulas parotoideas, con una longitud de 4,2-4,6 cm. de punta a ano. Los ojos laterales son muy visibles en la zona dorsal, con iris dorada o plateada salpicada de negro y beginini vertical. Esta última característica es muy adecuada para identificar el brocheta. De hecho, entre los anfibios de Euskal Herria el txantxikua es el único con beginini vertical.

Piel rugosa en la zona dorsal y granular en la ventral. En cuanto a la coloración, puede ser muy variable en general, predominando en la cara dorsal los colores grises o pardos (a veces amarillo-verdosos, oscuros o más claros). La parte ventral puede ser gris claro, blanco o amarillento, sin cicatrices.

La actividad de este anfibio comienza al anochecer y se mantiene durante la noche. Durante el día, y salvo que llueva, permanece escondido bajo árboles o piedras, en encintas naturales o artificiales, en azulejos, en minas y cuevas. Este comportamiento debe entenderse como una adaptación etológica relacionada con la necesidad del animal de mantener la humedad. De hecho, fuera de las regiones montañosas este pequeño discoglosido es difícilmente visible y no aparece en hábitats áridos.

La piel es rugosa en la zona dorsal y corsosa en la zona ventral.

A menudo se encuentra en jardines y otras construcciones humanas, como bordes ferroviarios, bordes de calles, etc. A modo de ejemplo, en los ferrocarriles de Deusto, en Bilbao, hemos podido ver en los últimos años una población fuerte y sostenible, y en época repleta (de marzo a octubre) se puede escuchar casi todos los días el canto del txantxiku. Este canto es un pip musical suave, parecido al que hace el buitre (Otus scopsa), que se percibe sobre todo a primera hora del atardecer y la noche.

El txantxikua es un depredador cuyas presas son pequeños insectos, lombrices y bazos. Por otro lado, también cuenta con defensas para escapar de los enemigos que la cazan: por un lado, la críptica coloración del gaviota hace invisible a muchos de los posibles enemigos, y por otro, y como ocurre en muchos anfibios, la piel está dotada de glándulas venenosas. Las toxinas que pueden desprenderse tienen un olor a ajo y, por tanto, al propio txantxiku también lo es en muchas ocasiones.

El macho lleva los huevos fecundados en seco atascados en las patas traseras durante la eclosión.

Este animalito es un anfibio terrestre que sólo se acerca al agua en época repleta. Como consecuencia de esta tendencia seca, y con el fin de permitirla, el txantxiku ha sufrido una serie de adaptaciones en su etología y en su modelo de reproducción. El aspecto más llamativo de su biología es el de la reproducción, que la diferencia de cualquier otro anfibio. El txantxiku no pone los huevos en el agua, sino que el macho, los huevos fecundados en tierra, los arrastra atascados por las patas traseras hasta que se produce la eclosión.

La puesta y fecundación se producen de la siguiente manera: si se encuentra la hembra, el macho atrapa con amplexo lumbar, es decir, sube sobre la espalda de la hembra y, valiéndose de las patas delanteras, sujeta la hembra por delante de las patas traseras. A continuación, con las piernas traseras, golpea rítmicamente y frota el clón de la hembra, repitiendo el movimiento una y otra vez. La duración total del proceso es de 40-90 minutos. Entonces, con las patas traseras aplasta la cloaca de la hembra, con las piernas casi a la misma, hasta conseguir que se elimine de 20 a 100 huevos un poco parpadeados.

Cuando los embriones están desarrollados, se produce una eclosión, en la que la larva inicia una vida acuática libre.

Los huevos así puesta están acondicionados para su desarrollo en seco y, a diferencia de la mayoría de los anuros, se desarrolla una cámara capsular de líquido alrededor de cada huevo, inmediatamente después de su puesta. Esta cámara capsular hace de depósito de agua evitando la deshidratación del huevo. Los huevos, por su parte, están envueltos en un casquillo largo y se eliminan formando un cordón. En ese momento el macho fecunda (por lo que se produce una fecundación externa) y tras un pequeño descanso comienza a atascar en las patas traseras el cordón formado por huevos, hasta que los organiza formando un ramo sobre la cintura pélvica.

Llevar los huevos a la espalda no parece alterar las conductas del macho, ni causar molestias. Es más, el cuidado de los huevos sólo requiere de un trabajo para el macho, es decir, que cada noche se busque agua y que los huevos permanezcan introducidos en ella durante algún tiempo para que sus cámaras capsulares se llenen.

El desarrollo de las mazorcas suele durar 2-3 meses.

La duración del desarrollo embrionario depende de la temperatura y puede prolongarse entre 24 y 44 días. Una vez desarrollados los embriones y aprovechando la botadura nocturna, se produce una eclosión en la que la larva (renacuajos) inicia una vida acuática libre. Cuando detecta que se producen las primeras eclosiones, el macho suelta un montón de huevos en el agua.

Las canas recién eclosionadas suelen tener una longitud de 14-17 mm y pueden alcanzar los 40-80 mm después de unos meses. El desarrollo de estas mazorcas suele ser, en general, de 2-3 meses, y el txantxiku adulto que se forma tras la metamorfosis tiene una longitud de 20-25 mm. No obstante, la duración del desarrollo larvario y de la metamorfosis depende de las condiciones exteriores, y cuando las condiciones climáticas son inadecuadas puede producirse una hibernación de los renacuajos, prolongando la duración de la metamorfosis hasta un año. Como ejemplo extremo, ¡se ha demostrado que la edad de los renacuajos encontrados en un río situado a 2.400 m en los Pirineos era de 20 años!

Entre los anfibios de Euskal Herria, el único con beginini vertical es el txantxikua.

El txantxiku común se encuentra en Europa en la región suroccidental y en África en Marruecos. Sin embargo, y por debajo del centro de la península Ibérica, sólo se ha observado en zonas montañosas con altitudes superiores a los 1.000 m.

En cuanto al País Vasco, y debido a su clima húmedo, puede decirse que se encuentra prácticamente en todo el territorio, excepto en el sur de Navarra. De hecho, la facilidad con la que este anfibio se beneficia de cualquier tipo de recurso le ha permitido adaptarse a una gran variedad de hábitats. Por lo tanto, la especie cuenta con poblaciones sólidas en el País Vasco y su sostenibilidad no parece estar en peligro.

La actividad de este anfibio comienza al anochecer y se mantiene durante las noches.

FICHA TÉCNICA:

BROCHETA COMÚN

ESPECIE:

Alytes obstetricansFAMILIA: DISCOGLOSSIDAEORDEN: ANURACLASE: AMPHIBIA

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