}

Trenes voladores

2001/02/25 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

El tren de alta velocidad ha jugado un papel importante en el País Vasco y no es de extrañar que el nuevo ferrocarril eliminaría paisajes. Pero lo último en tecnología ferroviaria es un tren magnético que "flotará". Japón y Alemania son los países que están desarrollando esta tecnología y parece que pronto estará en marcha.
Vagón de un tren magnético japonés.

El tren es un medio de transporte alternativo para reducir el uso del coche, pero su lentitud hace que sea un medio de transporte adaptado a las necesidades actuales. Sin embargo, se han producido grandes avances y se conocen ya, además del tren convencional, otras dos tecnologías de alta velocidad y levitación magnética.

Vagón del tren magnético Transrapid.

El tren convencional permite velocidades de 160 km/h, por lo que normalmente se utiliza para distancias pequeñas. Con el tren de alta velocidad se realizan largas distancias a 350 km/h y, a diferencia del tren magnético, es una tecnología compatible con las vías actuales. Por desgracia, parece que no siempre se utilizan los viejos ferrocarriles, pero, bueno, eso depende de los que usan la técnica.

El último invento que revolucionará la tecnología ferroviaria son los trenes "voladores". Estos trenes son trenes de levitación magnética que circulan por las vías denominadas guías. La principal novedad de esta tecnología, como su propio nombre indica, es su capacidad de "flotar" gracias a la fuerza magnética. Los imanes situados a ambos lados de la guía y en los vagones del tren crean el campo magnético que levanta el tren y avanza. Estos trenes son más rápidos que cualquier otro tren, ya que alcanzan una velocidad de 300 – 500 km/h, pero además, una importante novedad es que evita los sonidos y vibraciones que se producen como consecuencia de la fricción del tren. Primero fueron desarrollados por japoneses, pero parece que en los últimos años los alemanes se han adelantado.

Larga historia del tren Transrapid

Para los trenes magnéticos es imposible utilizar las vías de tren existentes.

Transrapid tiene una historia muy larga y compleja. La tecnología fue patentada en los años 30 por el ingeniero alemán Hermann Kemper. Cansado del sonido del tren que pasaba junto a la casa de los padres del ingeniero alemán, decidió desarrollar una técnica para evitar fricciones. De esta forma se le ocurrió utilizar los campos magnéticos como vía ferroviaria y elemento de propulsión. Transrapid se mueve sobre una estructura de hormigón de 2,80 metros, pero no se toca, "flota" sobre ella a una altura de 10 milímetros. Mediante unos sensores se comprueba la distancia del tren 30.000 veces por segundo y se regula la potencia magnética.

El gobierno alemán decidió en 1969 estudiar la viabilidad de esta tecnología. En 1984 se inicia un recorrido de ensayo de 30 km. Ante el buen funcionamiento del proyecto, decidieron construir un ferrocarril de 300 kilómetros que unificara Hamburg y Berlín, con el objetivo de poder realizar este viaje a una hora. Sin embargo, debido a la financiación y a los estudios de viabilidad, el proyecto se fue retrasando. En 1998, cuando la coalición rojo-verde llegó al poder, Transrapid recibió un terrible golpe.

Los ecologistas siempre se han mostrado en contra de este proyecto, ya que su intención es aprovechar los ferrocarriles actuales sin realizar nuevos itinerarios que deterioren los paisajes. Finalmente, el pasado mes de febrero el Gobierno y las empresas implicadas decidieron suspender el proyecto, a pesar de que ya habían invertido 190.000 millones de pesetas (7,6 millones de libras).

Ruta de ensayo del tren magnético japonés Yamanashi.

Ahora, gracias a la compra de China, el proyecto ha salido renovado y los alemanes esperan que Estados Unidos y Australia se animen a hacer lo mismo. Se trata de un recorrido corto de 30 km que se realizará en menos de 10 minutos de andén. También es una técnica adecuada para los recorridos de esta longitud, por su alta capacidad de aceleración y rapidez de frenado. Si este primer recorrido resulta rentable, en China se realizará un recorrido de 1.300 kilómetros que unirá Shanghai y Pekín, que costará 12.000 millones de pesetas. China tiene previsto desarrollar su red ferroviaria en un plazo de cinco años, principalmente con el objetivo de acercar las regiones marginales.

Es bastante paradójico que una importante tecnología desarrollada en Alemania no se pueda poner en marcha en ella, pero esto ya les ha ocurrido antes. Eso es lo que les pasó con el fax, que fue creado por ellos mismos, pero que fue comercializado por primera vez por los japoneses.

Publicado en 7K

Gai honi buruzko eduki gehiago

Elhuyarrek garatutako teknologia