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Nano-utopía

2006/12/14 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia

La nanotecnología es una tecnología que trabaja a escala de átomos y moléculas, y un tema de moda que tiene asegurado un lugar en el podio de cualquier lista de revoluciones tecnológicas de los próximos años.

Desde el punto de vista del marketing, se trata de un concepto más atractivo: moderno, sofisticado, puntero, futurista... todo lo tiene por el lado perfecto y cada vez se usa más para vender productos. La organización estadounidense Woodrow Wilson, por ejemplo, recopiló en un inventario publicado a principios de año 212 productos que anunciaban el uso de la nanotecnología, el doble de los contabilizados en 2005 por otro estudio. Este inventario incluía productos de todo tipo: productos informáticos, electrodomésticos, ropa, equipos deportivos, productos cosméticos, etc.

El listado se completó con búsquedas por Internet y es una estimación, ya que no es posible catalogar todos los productos que utilizan nanotecnología, ya que en principio no es necesario registrarlos. No obstante, de acuerdo con el inventario, se indicó que la Nanotecnología podía estar más presente en la etiqueta que en los productos, es decir, que la nanotecnología es un valor creciente en el mercado de la publicidad y que, consciente de ello, se ha duplicado porque las compañías han puesto de manifiesto esta característica del producto.

Parece, sin embargo, que la nanotecnología se haya convertido en una estrella fugaz del mercado publicitario. Y es que, desde el verano, la reflexión sobre los riesgos que puede comportar ha cobrado protagonismo. ¿Es segura la nanotecnología para la salud? ¿Perjudicará al medio ambiente?

La nanotecnología utiliza partículas a escala de átomos y moléculas, y la mayoría de las preocupaciones provienen de esa diminutitud. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que las propiedades de los materiales pueden variar con el tamaño, por lo que no ser nocivo a gran escala no puede ser simplemente considerado válido en la nanoescala. También se sospecha que las nanopartículas no "viajan" como las partículas más grandes y que pueden ser capaces de superar los límites para otros. Un ejemplo clásico es pasar de la sangre al cerebro por ranuras demasiado pequeñas para los demás. O llegar a los pulmones por las vías respiratorias provocando daños.

Por ello, algunos proponen que las nanopartículas se estudien como compuestos totalmente nuevos y que se regulen específicamente. En este ámbito prácticamente todo está por hacer, pero parece que todos los agentes del sector están interesados en trabajar. Todos quieren regular, garantizar la seguridad, desarrollar, investigar y evaluar los medios para medir los posibles riesgos.

Parece que las empresas están preocupadas porque creen que la desconfianza en la nanotecnología puede extenderse en la sociedad y limitar el desarrollo del sector. No quieren hacer camino a los alimentos genéticamente modificados y están dando pasos para que sea un sector seguro y para que la sociedad lo tome.

En este sentido, los expertos de la organización Woodrow Wilson han lanzado una propuesta para desarrollar la nanotecnología durante quince años, en la que se detallan los trabajos que deberían realizarse y las fechas en las que deberían realizarse para que la nanotecnología sea segura para los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente. El objetivo es desarrollar tecnologías, modelos y programas que permitan medir y prever los efectos de la nanotecnología sobre la salud y el medio ambiente. Han traído la propuesta a tres páginas, pero si se lleva a cabo lo escrito en papel, la revolución de la nanotecnología no será sólo tecnológica. Conseguirán utopía.

Publicado en Berria