}

Cruce de la vuelta al trabajo

2000/09/03 Kortabarria Olabarria, Beñardo - Elhuyar Zientzia

Puede que el título sea demasiado duro, porque algunos creen que lo más difícil es “levantarse por la mañana, una vez levantado…? Pero para otros es demasiado duro volver al trabajo. Algunos, afortunadamente, también enferman. Esto que se puede tomar con alpereza está tan extendido que la medicina le ha llamado también síndrome postvacacional.

Las dificultades que se presentan para volver al trabajo y adaptarse nuevamente al ritmo de trabajo diario se denominan en medicina síndrome postvacacional. La lentitud, el cansancio y la aversión siguen siendo los síntomas de esta situación que no se considera enfermedad. Sin embargo, si la situación se prolonga durante 10-12 días puede llegar a tener depresión.

Según Neuropsiquiatra, sin embargo, al hablar de esta situación no se puede hablar de síntomas, sino de las molestias que se producen al volver a los trabajos que han sido abandonados temporalmente. Hay personas que corren más riesgo de caer en esta situación de fatiga e inmovilidad que el resto. En esta época son las personas más vulnerables. Así, cuando en vacaciones o en el trabajo habitual el nivel de exigencia no es muy elevado, se encuentran bien, no se les nota nada. Sin embargo, cuando aumenta el nivel de exigencia o cambia bruscamente el ritmo pausado, llegan al umbral de depresión y ansiedad.

De hecho, al margen de las personas con tendencia a la depresión o a la ansiedad, para el resto, en general, volver al trabajo después de las vacaciones no suele ser dulce. Las causas de esta situación pueden ser muchas, pero en la mayoría de los casos sólo hay una: la falta de esperanza. Y es que, si la experiencia laboral no ha sido muy buena, el esfuerzo de adaptación es mucho mayor. Por lo tanto, podrás encontrar sentido a cualquier cosa que se tenga que hacer lo mejor, porque podrás anticiparte a esa incapacidad. El psiquiatra alemán Victor Frankl, que estuvo en cuatro campos de concentración, escribió: "Quien descubra el porqué de vivir se enfrentará a todas las formas de vivir".

Por lo tanto, como se ve, la vuelta al trabajo puede llegar a ser una cuestión de fe, que no será tan dura y que de alguna manera seremos capaces de afrontarla. Los problemas surgen cuando ocurre lo contrario, cuando no hay fe en el trabajo. Si uno no tiene confianza en sí mismo, no hay seguridad, se actúa con miedo, se cuestiona todo el trabajo y todo lo relacionado con el trabajo, tampoco es raro caer en la depresión. No hay fórmulas mágicas para hacer frente a la crisis. Algunos prefieren sumergirse bruscamente en el trabajo, otros necesitan tiempo para readaptarse, para tomar las cosas más tranquilas y para vivir el ritmo de trabajo poco a poco. Quien opta por una u otra vía, debe completar la fase de adaptación para volver a los hábitos de trabajo.

Según los psiquiatras, si la fase de adaptación supera los 10-12 días, pueden surgir problemas. En estos casos la fatiga y la lentitud pueden llegar a ser crónicas primero y la patología después. Es difícil pensar que puede ser algo importante. Normalmente se cree que pasará con el tiempo, aunque la tristeza sea la principal. La depresión es, en la actualidad, la enfermedad más extendida de las sociedades desarrolladas, ya que si se suman las que la han tenido y las que la tienen en algún momento de su vida, ha sufrido aproximadamente el 30% de la población.

La escuela también es la fuente del síndrome Al igual que en las personas adultas, a muchos niños les cuesta volver al trabajo -aprender. Los síntomas pueden ser el aburrimiento, la fatiga, la ansiedad… y la depresión. Muchas veces la depresión se asocia a personas adultas, pero también los niños. En los países desarrollados, la media de niños depresores se sitúa en torno al 8%. Sin embargo, no les atiende tanto como a los adultos, ya que no manifiestan la depresión como a los adultos, que se encuentran tristes, mientras que los niños son agresivos y irritantes. Para los más pequeños, volver a acostumbrarse al colegio suele ser especialmente difícil y cuando el regreso es súbito puede resultar peligroso.

En el caso de los niños algo iniciados, es muy importante llevar preparados los temas para los primeros días, que los conozcan de antemano, para que no se produzca un traumático que vuelva a aprender. Por lo tanto, se pueden aprovechar los últimos días de vacaciones, aunque sea suavemente. En la mayoría de los casos, tras un par de semanas, los niños adquieren el ritmo de los estudios y vuelven a la normalidad. Sin embargo, no hay que olvidar que tanto en Navidad como en Semana Santa, los niños se enfrentan a situaciones similares. Sin embargo, al ser las vacaciones más cortas, el proceso de vuelta al centro suele ser más corto y más rápido.

Por lo tanto, hay que abordar la píldora de la ilusión estos días después de las vacaciones, está claro, los imprevistos que pueden traer los días de mañana o de pasado. El escritor José Saramago decía al escribir sobre la ceguera: ?Lo que diferencia a los seres humanos de los animales es la esperanza". Así que, lector, ya sabes, mantén el techo, ya que para las vacaciones del próximo año queda menos.

Publicado en 7

Gai honi buruzko eduki gehiago

Elhuyarrek garatutako teknologia